Palabras del corazón

XXV

Al inicio de cada párrafo pondré la inicial en negritas de quien lo está narrando.
C: Candy.
E: Elliot.
T: Terry.
N: Narrador.
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"25 de Mayo"

N:
En aquella ocasión era un 25 de mayo, sí la fecha que para muchos marco el inicio de un gran suplicio; el día que todos quisieran borrar del calendario... Pero la fecha que nunca nadie pudo olvidar aun pasados muchos años después, aquella que siempre perduró en la mente de quien supo que tragedia y secreto revelado ocurrió aquel día. 

C:
Los rayos del sol que se filtran a través de un pequeño espacio entre mi ventana y la cortina, éstos caen directamente en mis ojos. Inundan mi rostro con su calor natural, me lastima ligeramente y abro poco a poco los ojos. Hasta que se adaptan a la luz del día, puedo buscar con mi vista el cuerpo que desde hace seis años me da fuerzas para seguir adelante: mi esposo Elliot.

Aun esta dormido, y no saben como amo verlo de esa manera, acostado a mi lado. Disfruto de esa maravillosa vista durante muchos minutos, sin necesidad de levantarme aún. Recuerdo cada vez que le he dicho que lo amo y no miento, pero cuando él está en el tema si le miento al decirle que ya lo he olvidado. 

Las sábanas comienzan a moverse haciendo un roce con mi piel semidesnuda, ya que anoche se llevó una de tantas entregas de amor que nos hemos demostrado al ser marido y mujer en cuerpo y alma. Mueve levemente su cabeza y de inmediato sé que ya se ha despertado pero quiere que yo lo vea; le gusta que lo vea al despertar para que sepa que siempre él y yo damos inicio juntos a un día nuevo.

E: 
Despierto después de haber dormido plácidamente durante casi toda la noche. Siento que dos esmeraldas me están mirando y yo me quedo quieto porque me gusta que haga eso. Sonrió sutilmente al saber que observa mi cuerpo desnudo; soy el hombre más feliz al estar a su lado. 

No sé si sepas realmente cuando vas a morir, pero si lo que siento significa que pronto moriré entonces quiero disfrutar de ella cuanto tiempo dure el estar a su lado. La amo y gozare de cada momento con la mujer mas bella y a la cual le he entregado todo de mí, así como disfrutare de mis hijos y amigos.

Volteó y me encuentro con las lagunas más hermosas: los ojos de mi esposa que se hunden en los míos con tal intensidad que quisiera tomarla entre mis brazos aquí y ahora.

Me saluda como todos los días y nos dispusimos a levantarnos para ir a desayunar, ya que hoy haremos una visita importante al hogar de Pony.

T:
Son alrededor de las nueve de la mañana y aun estoy en la ventana de mi habitación, veo como pasan los coches y el cielo esta muy despejado. Me golpea la cara el viento del oeste, algunas personas dicen que es malo porque anuncia desgracia pero ya no puede haber más desgracias que las que yo mismo provoque. 

Tengo que alistarme para ir a visitar el hogar de Pony. Pero solo me dispongo a ver pasar el tiempo, aunque a la vez no quiero ir a visitarlas, algo dentro de mi me dice que no vaya pero otro algo me dice que sí. 

No se que hacer, y al final si me ducho y visto para después dirigirme a la estación del tren. Al estar listo salgo a la calle y voy por mi coche al estacionamiento y lo arranco directo a Lakewood, sabiendo que eso significará el adiós definitivo a Chicago y a Candy.

C:
Todo ya estaba listo, Annie y Archie prepararon todo desde ayer. Albert y Nora salen de la mansión con muy buena apariencia, al igual que sus hijos. Ellos se meten al coche de sus padres, Naty viene con sus papás y de igual manera ingresa al coche rojo de los Cornwall.