Terry despertó al día siguiente alrededor de las seis de la mañana y aún llegada estas horas del día, no había cesado de llover desde las cuatro de la tarde del día anterior hasta ese momento. Eleanor se entero por su marido de la condición en que se encontraba Candy, Elliot y Terry; por su puesto le dolió mucho saber que aquel hombre que Candy eligió por esposo, había muerto casi al instante.
—¿Donde estoy? ¿Que hora es?— pregunto confundido al verse en una habitación muy distinta, era una habitación de hospital.
—Hijo... Que bueno que despiertas— contestó la actriz acercándose al joven acostado.
—¿Que paso?—pregunto a su vez confundido.
—Tuviste un accidente en la carretera, pero estas bien... Solamente una fractura en tu brazo, con yeso se compondrá. Nadamas tu padre firma unos papeles y estas dado de alta— contestó con un tono distinto al habitual. Mientras Terry recordaba las facetas en la carretera el día anterior, y venían a su mente los recuerdos de Candy y Elliot tirados en la carretera así como también la noticia de que Anthony es su hijo.
—Madre... ¿Como están Candy y Elliot?— pregunto pero la actriz cambio repentinamente su semblante a tal pregunta.
—Ellos... Hijo Prometeme que lo tomarás con mucha calma...— Comenzó pero en la mente de Terry ya se comenzaban a formularse varios pensamientos nada agradables, por lo que decidió interrumpir a su madre.
—Madre... Por favor dímelo— Dijo con un tono bastante serio y preocupado.
—Ellos.... Candy... Ella... Esta en coma...— respondió y Terry palidecio al instante. No lo podía creer, no podía creer que su pequeña pecosa estuviera en coma... Era algo realmente doloroso.
—En coma... No... Mi pecosa no puede estar en coma... Todo fue mi culpa— Dijo al momento que lloraba, y se culpaba por lo ocurrido—Y... ¿Elliot?— Se aventuró a preguntar.
—Él.... Terry... Elliot... Oh Dios...— intento decir pero las palabras no salían, no tenía aún el valor de decir que aquel joven bondadoso estuviera muerto—Esta... No sobrevivió— Dijo al fin.
—¿Qué?...— Contestó con una pregunta... Si lo de Candy era malo, lo de Elliot era peor. No sobrevivió.
La noticia era atormentante, aquel joven que le dio una familia, un hogar, un padre a Anthony y un esposo, un apellido, un apoyo a Candy, no podía estar muerto. Tenía apenas 25 años de edad, y una vida por delante. Dos hijos que criar, mucha felicidad por gozar y su vida había terminado por una pelea que Terry no tuvo valor de detener... Todo lo contrario, cuando estaba a punto de culminar él seguía con sus defensivas. Eso era lo que le carcomia el alma, saber que pudo evitar su muerte al dejar en paz un tema, y darse por vencido ante una pelea, lo hacía sentirse más que mal.
—Hoy es su funeral— Dijo Eleanor con lágrimas en los ojos.
—Quiero ir...— respondió el joven con el alma a los pies, pero deseando decirle el último adiós a Elliot Green.
—Yo... Hijo no, estas aún débil, tienes que quedarte en casa. Por favor, no Terrence— suplicó la actriz con preocupación hacia el castaño.
—Madre...No lo entiendes, hay muchas cosas que varias personas aun no entienden. Pero quizá algún día se las explique. Por favor, le debo muchísimo a ese chico, lo menos que puedo hacer es ir a despedirlo... Es lo menos— Dijo aún llorando mientras que su madre estaba muy desconcertada.
—Esta bien. Pero yo voy contigo— pidió la mujer.
—Sí...— alcanzó a decir.
Terry pidió a los medicos su autorización para ir a despedir por siempre al hombre que le abrió los ojos, aquel al que le debía demasiado.
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Palabras del corazón
Hayran KurguTerry y Candy si se separan por Susana, a su muerte Terry no busca a Candy y ella por su parte encuentra la "felicidad". Pero un mal día los medios de comunicación publican un artículo donde Candy da una respuesta que todo el mundo mal entiende. La...