—¿Terrence Grandchester acepta a Evelyn Kithyl como su esposa?— pregunto el hombre muy bien vestido que se encontraba frente a él.
—Si acepto— le dijo muy seguro.
—¿Evelyn Kithyl acepta a Terrence Grandchester como su esposo?— le pregunto esta vez a la joven dama que lucia un bello vestido blanco.
—Si acepto— contestó ella a su vez con una gran sonrisa.
—Por el poder que me otorga el estado, los declaró marido y mujer— Dijo volteando un documento y extendiendo una pluma para que firmarán.
Terry tomo delicadamente la pluma y sumergió la punta en tinta, para después hacer un garabato en el documento. Ella imitó los movimientos que hizo su ahora esposo.
Todos pasaron al comedor para degustar un banquete que había sido organizado por Karen Clase la compañera de ambos actores.
—Terry... De verdad no entiendo porque te empeñaste tanto en no casarnos por la iglesia— le reclamó Evelyn al joven que bebía vino inglés en su copa.
—Basta Evelyn, yo no quise porque realmente no creo en nada de eso— contestó pero la razón era que no quería estar a su lado de una forma tan especial, sí estaban casados pero no por la razón que dos jóvenes enamorados lo harían si no porque la loca cabeza de Terry pensó eso y lo efectuó.
—Esta bien, lo bueno es que ahora soy la esposa de Terrence Grandchester y eso nadie lo va a cambiar—le dijo con su voz chillona.
—Si— respondió él sin mucho interés, pensando, en lo que posiblemente estuviera haciendo una mujer de cabellos rubios y ojos más hermosos que todas las esmeraldas juntas.
"Ya debe de tener cuatro meses de embarazo" pensaba mientras escuchaba la música interpretada por unos jóvenes que tocaban el violín y un piano.
—¿Ya estas lista?—pregunto Elliot a Candy que se encontraba peinando sus rizos.
—Si... Solo voy por mi bolso— respondió al tiempo que ponía un bello prendedor en espiral, a un costado de su cabello.
—Te vez muy bella— le dijo Elliot como embobado por la hermosura de esa mujer.
—Gracias—contestó ella ruborizada.
Los dos salieron juntos rumbo al hospital cercano para que le hicieran un chequeo a Candy y así de esta manera ver en que estado se encontraba su bebé.
—¿Todo esta bien doctor?—pregunto Candy preocupada y levantó un poco la cabeza al ver que el doctor hacía un gesto extraño.
—Por supuesto todo esta bien no se preocupen— Dijo el joven médico y sonrió a la pareja.
Y en cuanto dijo que todo estaba bien, Elliot soltó el aire contenido en sus pulmones.
Ella sonrió y sintió felicidad porque pudo descubrir que a Elliot si le interesaba su bebé que tendría su apellido. ¡Cuanto quería a ese hombre que estaba a su lado en momentos tan bellos para ella! Por un instante pensó en que hubiera pasado si ellos jamás se hubieran casado.
—¿Y que nombre le pondremos?— le pregunto Elliot a la joven recostada en la cama que acariciaba lentamente su vientre. Estaba comodamente viendo hacia la ventana el precioso resplandor de la luna y el calor de la chimenea la confortaba.
—Pues estaba pensando que se llamara como tú Elliot Harley—le dijo muy segura de su respuesta y viendolo a los ojos.
—Bueno... Yo pensaba que hay que cambiar de nombre, creo que Elliot y Harry o Harley ya estan muy repetidos en nuestra familia— le contesto a su esposa.
—Si pero... No se me ocurre otro mejor— le dijo pensativa.
—Vamos piensalo más a fondo, quizá si haya un nombre ideal para el pequeño— animó a su esposa para que encontrara el nombre adecuado.
—Pues...— continuó con sus pensamientos buscando entre sus memorias el nombre indicado—Si... Quizá... Anthony— dijo al fin convencida de su respuesta.
—¿Anthony? Si es nuevo y muy hermoso— contesto feliz.
—Anthony Harley— completo la joven con sus ojos brillantes de la emoción.
—¿Enserio? ¿Te empeñas en ponerle como yo?— pregunto divertido al ver que ella no se rendía tan facilmente.
—Sí ya lo se, pero quiero que lleve una parte de sus padres... Anthony era el nombre del hombre más carismatico de la familia Andley, mientras que Harley pues es el nombre de su padre— explico porque la decisión de llamar así a su hijo.
—Realmente el nombre de su padre es...— trató de decir pero ella lo interrumpió.
—Tú eres su padre y nadie más que tú. Todo el mundo cree eso y yo también lo creo, ¿sabes? el ser padre significa mucho, y tú has cumplido con todo, así que para mí tu eres su papá y mi esposo— dijo firmemente.
—Candy...— fue lo unico que pudo decir de lo sorprendido que estaba al escuchar esas palabras de la boca de su esposa que jamás pensó escuchar.
—Te amo..— le dijo y beso levemente sus labios.
—Yo igual... Te tengo una sorpresa— le dijo Elliot a la mujer. Sacó una cajita de regalo de un closet que había en la habitación.
Candy abrió delicadamente la envoltura y notó que dentro contenía una cajita de música con una bailarina que giraba al son de ésta. La caja era verde, la bailarina lucía un bello vestido blanco y al escuchar más la melodía se dio cuenta de que era la misma que bailaron ellos dos el día de su boda, también cuando se conocieron y cuando él le pidió matrimonio
—Es hermoso... Elliot, gracias— le dijo llorando por la emoción y se abalanzo a él.
—No es nada... Solo lo encontré un día caminando y decidí comprarlo— explico a la joven que aún seguía llorando— Feliz año nuevo mi amor— le dijo y la beso dulcemente.
—Feliz año nuevo— respondio y se quedaron viendo fijamente durante mucho tiempo. "Feliz año Terry, y... Feliz aniversario" pensaba viendo a la cara de Elliot. Al momento que también recordó como hace cinco años conoció a un joven que le robó el corazón al estudiar juntos en el colegio. Y ahora ella tendría un hijo suyo, pero él ya estaba casado con otra y su hijo crecería toda su vida pensando que aquel castaño de ojos azul cielo era su verdadero padre.
—Feliz año nuevo Terry... Ay no sabes cuanto te amo, hoy fue nuestra boda— le dijo Evelyn al chico mientras masajeaba sus hombros.
—Si feliz año nuevo— respondio sin mucho interes pero haciendo su mejor esfuerzo por sonar alegre.
"Feliz año nuevo pecosa... y feliz aniversario" pensaba y una lagrima rodó por su mejilla sin ser notada por la mujer que charlaba sobre la boda.
Él estaba sumido en sus pensamientos sobre una joven que conoció en un barco, un año nuevo. Aquella que le robó el corazón al voltear para encontrarse con su bello rostro, y después tener un juego de palabras con ella. Pocos días después se dio cuenta que estudiaban juntos, aquella a la cuál le dio su primer beso en escocia, y hace pocos meses también amó sinceramente en su ciudad natal, Lakewood.
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Diganme ¿que tal les parecio este capitulo?. ¿Les gusto el regalo que le dio Elliot a Candy? ¿Que opinan de los pensamientos que albergan día a día a nuestra pareja preferida? Bueno ustedes respondanme en un comentario y no se olviden votar.
Arriba esta la imagen de la caja de música y la melodía que en la caja sonaba. Nos vemos en el próximo capítulo.

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Palabras del corazón
FanfictionTerry y Candy si se separan por Susana, a su muerte Terry no busca a Candy y ella por su parte encuentra la "felicidad". Pero un mal día los medios de comunicación publican un artículo donde Candy da una respuesta que todo el mundo mal entiende. La...