9. Sal de ahí.

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Jenn suspira aliviada al ver que la niebla está empezando a desvanecerse. Agradece mentalmente que poco a poco la "claridad" de las nubes que vieron cuando salieron de la cueva este empezando a volver al bosque. No verse casi ni los pies por la niebla sumamente densa que había a su alrededor hace unos minutos, la estaba empezando a poner nerviosa. Y es que Jenn no es conocida entre sus dos amigas por su bonito y maravilloso carácter. Ni mucho menos por su muchísima paciencia. Porque, a decir verdad, no tiene ninguna de esas dos cosas.

Emily se detiene de golpe, no deja de mirar hacia todas las direcciones.

— ¿Dónde está Anny?

Jenn mira a su alrededor y se encoge de hombros.

—Quizás esté ya en la cueva, siempre es más rápida que nosotras.


En la cueva Vi guarda su teléfono y mira a sus amigos. Louis ya está de pie. Hace un par de minutos que terminó de curarse el tobillo que se había roto al llegar al bosque. Robert, por otro lado, ha dejado de usar su poder. El que les ha ayudado a ocultarse en la cueva mientras Louis se curaba. La niebla a desaparecido por completo.

—La tienen. —Empieza a decir la chica. Todos la miran y no es necesario que diga nada más. Todos saben a qué, o más bien, a quien se refiere—. Debemos volver.

Están a punto de salir cuando Niall los detiene.

—Alguien viene.

Se le escucha un poco preocupado y es que lo está. Se supone que no deberían ir al bosque. Lo tienen prohibido. Si quien los descubre es del bando de Alexander podrían prohibirles volver a salir. Si es del bando de Elisa, bueno lo más seguro es que no lleguen vivos al final del día.

—¿Cómo lo sabes? —Es Harry el que pregunta.

—Porque estoy escuchando dos voces más que aquí no están. —Dice obvio el rubio. Ese es su poder. La telepatía.

—Suenas como un psicópata cada vez que lo dices así.

—No tenemos mucho tiempo, tenemos que hacer algo.

Nadie dice nada. Solo miran a Vi. Saben que es la única que puede ayudarles en este momento. La chica se siente un poco incómoda, no le gusta demasiado ser el centro de atención.

—No, no puedo hacerlo.

—Vi es la única solución que tenemos.

—Este poder no lo controlo tanto. Nunca he hecho invisible a alguien, además de a mí. No sé si voy a poder hacernos invisibles a los cinco.

—Solo inténtalo Vi, no tenemos otra alternativa.

Las dos amigas entran en la cueva, pero cuando llegan no ven a nadie. Anny no está. El sitio está igual de vacío que cuando salieron de ahí.

—No está. ¿Dónde se ha metido? —La voz de Emily suena preocupada.

Uno de los chicos se fija en una de las dos amigas. No puede evitar sonreír al verla. La reconoce de inmediato. Su enanita, aunque ella odiaba que él la llamara así, pero a él le gustaba molestarla. Era su forma de vengarse cada vez que ella le obligaba a salir al jardín a jugar cuando llovía. Intenta disimular la feliz sonrisa que le sale en el rostro, no quiere que sus amigos se den cuenta, aunque están demasiado centrados en las dos muchachas. Él ni siquiera se ha fijado en la otra chica, la que ha hablado, y es que no puede dejar de mirar a Jenn. La ha echado mucho de menos, pero hasta que no la ha visto no se había dado cuenta de que había sido tanto. La ve más alta, más guapa, más mayor. Pero también más triste. Y es que han pasado cuatro años desde que no se ven. Quiere soltarse de Vi. Acercarse a ella, abrazarla y no soltarla, como cuando eran pequeños, pero sabe que por seguridad no puede hacerlo.

Entre dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora