15. Cuestión de percepción

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Emily camina un poco por la oscuridad de la noche, todos están dentro de la "guarida" como ella había decidido llamar a la pequeña casa escondida en el bosque a la que las habían llevado, Jenn sigue dormida, estaba tan cansada y lastimada que es muy lógico que siguiera dormida; Emily siempre había sido buena para desaparecer cuando quería y ese día no era la excepción, todos parecían estar ocupados pensando en algo más y eso la ayudaba demasiado, nunca se había sentido tan fuera de lugar como en ese momento, no es que no le gustara tener poderes y que sus amigas los tuvieran también es solo que simplemente no se sentía parte del grupo, Anny incluso se veía orgullosa de sus nuevas habilidades en cambio ella no sabía si era algo positivo o negativo.

-No deberías estar fuera... -escucha una voz firme, la rubia se sobresalta y deja salir un rayo turquesa de la mano derecha y escucha un quejido de dolor, casi imperceptible bajo tan poca luz, se detiene y escucha. – Cuida hacia dónde apuntas con eso –dice el muchacho molesto y Emily se da cuenta de que es Harry, suspira y cruza los brazos sobre el pecho.

-Es tu culpa por aparecerte así –objeta molesta y el muchacho suspira.

-Si no hubiera sido yo...-comienza con cierto aire de superioridad- hubieras matado a alguien- comenta- como al gato – agrega y Emily hace puño con las manos, no había sido su intención lastimar a ese gato, si pudiera, ella evitaría que todo animal en el mundo saliera lastimado pero eso se había salido de control, estaba tan asustada, cansada y hambrienta que simplemente había sucedido.

-Si quisiera matarte, ya lo habría hecho –miente para intimidar al muchacho pero el ojiverde solo deja salir un par de carcajadas y pone la mano en su hombro, ella se sobresalta y se aleja.

-Dudo que puedas hacerlo...

-¿Quieres ver? –dice ella haciendo caso omiso a sus rodillas temblorosas y a sus pensamientos vacilantes, solo quiere que la conversación termine y que él la deje completamente sola con sus pensamientos.

-Puedo adaptarme a lo que sea, significa que si me golpeas con alguna de tus estalagmitas de hielo me dolerá un poco pero no me hará daño –dice despacio en un tono de mofa, como si se tratara de una niña pequeña aprendiendo alguna clase de ciencia complicada. Emily intenta retener el impulso de golpearlo en la cabeza.

-Sé lo que significa –dice molesta finalmente y camina un poco.

-No deberías alejarte demasiado –dice Harry caminando tras de ella ¿Por qué no la deja en paz? Suspira y lo mira.

-Eso es problema mío... -comenta molesta y el muchacho resopla.

-Eres como una niña pequeña... ¿Cuántos años tienes? –pregunta finalmente luego de examinarla de arriba abajo.

-Veintiuno –dice finalmente la muchacha y Harry estalla finalmente en risa.

-Creí que dirías diez y seis o algo así... - suelta entre risas y la muchacha aprieta la mandíbula.

-¿Podrías dejarme en paz por un segundo?- pregunta molesta la muchacha y Harry se queda en silencio mirándola por un momento.

-Listo –dice y Emily patea el suelo.

-¡Toda la noche!- pide y camina un poco antes de resbalar y caer sobre su brazo, Harry se apresura hasta ella y la ayuda a ponerse de pie –estoy cansada de esto ¿Si? Pasé atada por horas, tengo un golpe en la cabeza, no he comido en todo el día–dice casi histérica -Solo quiero una noche tranquila, libre de locuras o de personas molestas siguiéndome o tratando de mantenerme encerrada contra mi voluntad.

Entre dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora