13. ¿Aceptas?

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Mientras Niall no llega, a la chica le da tiempo a mirar el conjunto de coches del lugar. Todos son diferentes, diferentes al suyo. Ni siquiera en el tipo de ruedas se parecen, es como si la gente de aquel lugar hubiera inventado otro tipo de mecanización. Se fija en el volante del coche de Niall, y se sorprende cuando ve que consiste en una rueda, casi parecida a la de su coche, casi. En vez de dar la vuelta, consiste en una rueda anclada al sistema de locomoción que no parece disponer de movilidad. 

-¿Cómo se conducirá esta cosa? -se pregunta Anny mientras se fija en que no hay marchas. Es como si todo fuera más avanzado en esta parte del mundo, porque... siguen en la Tierra, ¿no?

Cuando termina de fijarse en lo que los cristales le dejan ver, se apoya sobre la puerta trasera y se queda de brazos cruzados esperando a Niall. ¿Cómo puede tardar tanto? Vaya, ni que fuera tan difícil salir de ahí.

De pronto, escucha unos pasos, seguidos de una serie de voces. No puede reconocerlos, ¿cómo podría reconocerlos si no conoce a nadie? Y, para colmo, ni siquiera sus amigas están con ella.

-Te he dicho que no puede ser -grita una voz enfurecida.- Lo he ordenado yo. ¿Quién se atrevería a contrariarme? 

La chica se esconde, si se le puede llamar escondite a agacharse detrás de una puerta, e intenta escuchar más lo que ellos dicen.

-Te estoy diciendo la verdad -contesta otra voz, quizás femenina o quizás una voz de hombre muy aguda.- No está ahí, no la encuentran.

Genial, están hablando de ella. ¿Qué tan peligroso podría ser entrar a por Niall? Si le encuentran , quizás le darían el destino a él que fue hecho para ella.

-¿Has llamado ya a...?

-Sí, lo prometo. Ha mandado a especialistas para que comprueben.

La chica no puede hacer más que esperar escondida entre la zona delantera y la puerta izquierda. No se atreve a mirarlos, no puede ni siquiera asomarse por temor de que den con ella.

¿Por qué tardará tanto el rubio?

-Si la hubieras matado cuando te lo dije, no habríamos tenido este problema -refunfuña el hombre de nuevo.

-Si la hubiera matado cuando me lo dijiste, no habríamos podido negociar con ella.

-¡¿Y de qué nos ha servido cuando no es su hija?!

-Me callo, me callo -susurra por última vez la voz más débil.

La chica se fija en que por la puerta acaba de aparecer una sombre, quizá de Niall. Quiere avisarle, quiere decirle que no debe salir, que debe esconderse. ¿Le daría tiempo a entrar? No, ya no . No hay una suficiente franja de tiempo para ir y volver, pasando al lado de los que quizá la hubieran asesinado.

¿Cómo puede decirle algo? ¿Cómo puede establecer la comunicación con alguien que está demasiado lejos?

Se concentra, si tal vez pudiera hablar con él... si pudiera decirle de algún modo que..

"Niall, no debes salir" piensa. Sí, ése sería el mensaje concreto que tendría que enviarle. Quizás si pudiera....

"Okey"

No, ése no ha sido su pensamiento. ¿O sí? ¿Se está volviendo loca? No, debe ser ella misma, debe ser ella la que se esté inventando algo así. Lo único que puede hacer es esperar que Niall no se encuentre con los asesinos.

Inmóvil, escucha los pasos, ahora subiendo escaleras y desvaneciéndose en el aire. Se mueve un poco, hasta que consigue mirar a través del cristal. Por fin, el chico al que ha estado esperando llega, sonrojado y agitado.

Entre dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora