18.¿Es necesario mover las manos?

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Cuando llega, la chica apenas sabe si bajarse del coche, ¿y si lo hace mal? ¿Y si no consigue lo que se espera de ella? Esto le recuerda a cuando se presentó a las pruebas de acceso a la universidad, le pone tan nerviosa que las ganas de vomitar se hacen presentes. El paisaje consiste solamente en un campo abierto, lleno de vegetación, y cerca ve una serie de montañas. Es bonito, le recuerda a los campos donde solía ir con su padre para pasar el día.  Está solitario, y lo único que deja prueba de que hay viven humanos es una casita de madera pequeña, que se encuentra en la zona de la izquierda. 

-No es la gran cosa, pero nos servirá -dice Robert bajando del auto. El chico lleva también ropa de deporte y la mira sonriendo. ¡Qué pena que ella no se atreva a hacer lo mismo! En su lugar, se queda seria.

La chica baja, y justo cuando iba a pisar, resbala en el césped. ¿Qué mejor forma que estrenar el entrenamiento? El campo está mojado, como si alguien hubiera estado limpiándolo a conciencia. Mira sus manos, ahora están algo sucias, con algo como tierra mojada, pero no le importa. Las coloca sobre sus piernas, y se limpia de esta forma. 

A su madre no le gustaba que ella hiciera esto. Si estuviera aquí ya estaría regañándola o mirándola con cara de "te la has cargado, Evans". Y su padre estaría riéndose de sus tonterías. Sí, sería de esa forma.

-¿Cómo vas a enseñarme? Quiero decir, tú  no corres, ¿no? -lo mira preocupada. 

¿Es que acaso existen dos personas con el mismo poder? Molaría porque sería como reforzar el de uno mismo. 

-No, no, yo no corro -sonríe mirándola.¡Qué pena!- Tengo otro poder. 

En menos de una hora, Anny se encuentra corriendo alrededor de la casa. Le van doliendo las piernas, pero sabe que es lo mejor si quiere desarrollar bien su poder. Nunca había ido a esa velocidad, casi siente que el pelo lucha para mantenerse pegado a su cabeza. Y el aire parece entrar de forma violenta a sus pulmones, pero le gusta. 

-Levanta más las piernas... Usa los brazos para impulsarte... -va ordenando Robert a medida que la chica corre.- ¡Venga! Puedes ir más rápido, corre... ¡Las piernas, Anny, las piernas! 

Mientras corre, la chica se fija en que hay varios coches llegando al mismo sitio por diferentes caminos, cada cual más grande que el anterior. Por fin, frena, al lado de Robert. La rodilla derecha se resiente y ella solamente hace una mueca de dolor. En el otro lado, también sentía debilidad en esa zona.

-No debes frenar tan rápido -le regaña el chico.- Recuerda que eres como un coche, se frena de poco a poco, no de golpe o te lesionarás. 

-Quería ver... 

-Ya lo sé, ya lo sé -la interrumpe mirándola y sonríe. Es amable, la forma en que la interrumpe es amable. No puede quejarse del chico. Le cae bien.

De uno de los coches se bajan Vi y, ¿cómo no?, Niall. Siempre van juntos. Ojalá ella hubiera tenido una relación así con Erick, todo habría sido más fácil. Sí salía con el chico, pero a modo escondidas, sin que nadie lo supiera. Y eso, no le gustó para nada. 

La chica se fija en que Robert arruga la frente, provocando que una serie de líneas hagan su aparición en su cara. Y, cuando la chica se apoya en Robert, como hace con todos sus amigos, Vi hace una expresión parecida. Se aparta al instante, lo que menos quiere es a una chica en su contra. 

-¿Qué tal se os ha dado? -pregunta Niall mirando a Robert seriamente. ¿Qué podría decirle? Llevan poco tiempo. 

-Bien, bueno, podría mejorar -el chico hace una mueca mientras la rubia solamente mira al suelo. Sí, eso suele decir su padre cuando la ve hacer deporte o estudiando. Y le enfada, le enfada que le digan que puede ser mejor. 

Entre dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora