Lady Escarlata

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Scarlet iba de un lado a otro en su trabajo, su jefa -y ahora futura cuñada -le había pedido que verificara unos contratos con posibles clientes y que se hiciera cargo de las citas de ese lunes.

"Debes empezar a familiarizarte con las responsabilidades grandes" había dicho Jennifer el día anterior, "Cuando me vaya de luna de miel tú te quedarás a cargo de todo y solo volveré para entregarte mi cargo oficialmente, Jason y yo queremos tener hijos y me volveré ama de casa, no dejaré a mis niños en manos de nanas"

La cabeza de la joven publicista estaba por explotar, ahora entendía por qué Jen necesitaba una asistente, todo su trabajo era desesperante.

Siempre se había dedicado a cosas simples, conseguir clientes, contactar gente, hacer citas, confirmar eventos... jamás había estado a cargo de juntas y negociaciones.

-Hermanita -entró Cameron a la oficina de Jen con una gran pila de papeles en sus manos -Jason quiere que revises esto, son un par de contratos que se traspapelaron el otro día que el estaba con Jennifer.

-¡¿POR QUE ES TAN DESCUIDADO?! -gritó una frustrada Scarlet levantando la vista del escritorio y mirando a su hermano con ganas de matarlo.

-Lo siento fiera -Cam estaba a punto de morir de risa, pero si se atrevía a burlarse de su hermana lo terminaría de asesinar con sus dagas azules -Es solo que, ya sabes como son ese par, cuando están juntos no se fijan en nada, el otro día estaban revisando documentos juntos y una cosa llevo a la otra y según Jason accidentalmente todo lo del escritorio termino en el piso y luego ellos...

-¡Basta! -Scarlet paso de estar molesta a horrorizada en cuestión de segundos -Esta bien que no tengo cinco años, pero soy tu hermana menor, por amor a Dios suprime los detalles sucios.

-Bien, solo por favor no me mates a mi -hizo un puchero y se acerco a dejar los documentos sobre el escritorio -Si quieres ayuda puedo llamar a Jen, me parece que solo irían a apartar la iglesia, no entiendo por que tenían que faltar todo el día.

-Tal vez van a desordenar el escritorio del cura -murmuro la chica mientras hojeaba los papeles que recién habían llegado a su poder.

-¿Dijiste que si? -El mediano de los Black no había escuchado lo que su hermana dijo.

-No, Cameron no necesito ayuda, no quiero que piensen que no puedo hacer este trabajo.

-Hermana, no es que no puedas hacerlo, es que no debes hacerlo sola -Cameron se acerco para quitarle los documentos de las manos a su hermanita y hacer que lo mirara -Scarlet Black puede con esto y mas, pero ni la grandiosa Jennifer Adams lo hace sola, ella te tiene a ti.

-Pero tu lo has dicho, con ayuda o no Jen es grandiosa, es la mejor, yo solo soy una recién graduada.

-Eres una Black, cuando Jason tomó la dirección de finanzas y recursos, casi explota, tú estabas en la universidad y no lo viste, pero esto era un caos, casi perdemos una campaña completa.

-Bueno, Jason salió adelante, es excelente con los números y no dejaría que nuestro patrimonio se fuera a la basura.

-Y estoy yo -habló Cameron -Hace apenas un año que me dieron la dirección de diseño creativo de las campañas, al principio no dormía, no comía por que no sabía como organizarme para tener todo a tiempo y que los demás diseñadores pudieran trabajar rápido, ahora tengo tiempo hasta para las mujeres.

-Si si, ya me se todas esas historias, todos los Black somos un desastre, papá nos va a desheredar e iremos al infierno, ahora, ¿todo eso me ayuda con los contratos por que...?

-Porque eres una Black, los Black arruinamos, aprendemos, arreglamos y crecemos, ese es nuestro lema y ese es el truco de la vida.

Scarlet nunca había escuchado a su hermano Cameron hablar tan apasionadamente sobre la responsabilidad y el trabajo, eso lo esperaría más de Jr. pero no de él.

Se levantó de la silla y se lanzo sin mas a los brazos de su hermano.

-Gracias -susurró a su oído -De verdad.

-No tienes nada que agradecer pequeña pulga.

-...Y es así como concluimos con  está reunión, gracias por venir.

Scarlet estaba en la cabecera de la sala de reuniones mientras todos salían, recogía de su lugar algunas anotaciones que había hecho durante la reunión, se las daría a Jen mas tarde para que las revisara y diera su aprobación a algunos proyectos que le habían presentado ese día.

Miraba su móvil para verificar que ningún correo importante hubiera llegado a su mail, cuando sintió como toda su pequeña y frágil anatomía chocaba con una pared de músculos que obstruía la puerta.

-Señorita -dijo una voz grave y profunda la sacó del estupor que la caída había ocasionado y tomó la mano que aquel hombre le ofrecía -Lamento mucho lo sucedido, venía a una junta con Jennifer Adams.

-No se preocupe -miró por primera vez a aquel hombre y contuvo el aliento, tenía los ojos azules, pero no como los de ella que eran casi turquesa, los de aquel caballero eran azul noche, casi negros. Tenía el cabello rubio peinado pulcramente hacia atrás y unos labios... esos labios.

-Soy Maximilian Bennet -habló el hombre - ¿Señorita?

-¡Oh! -reaccionó Scarlet -Lo siento de verdad, pensaba en unos pendientes, soy Scarlet; ¿Tú eres...?

El hombre dejo ver una sonrisa de suficiencia y con un tono algo risueño repitió su nombre estrechando la mano de la mujer que tenía frente a él.

Scarlet había abierto la puerta al infierno, y el diablo era hermoso.