Lady Escarlata

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-Departamento de Relaciones Publicas de Marketing In Pro -dijo la nueva asistente de Kayla, con todo el alboroto por la próxima boda de Jason, la antigua jefa de Scarlet le había dejado todas las responsabilidades, por lo tanto Kayla mientras recuperaba a su hermana estaba hecha un lío -En seguida le comunico.

El sonido del teléfono la sacó del documento que estaba redactando para una campaña, no sabía como lo hacía pero con la ayuda de su asistente todo lo que tenía que hacer era aprobar y asentir.

-Dime Nina -habló por el altavoz.

-Señorita Black, tiene una llamada del señor Bennet por la línea dos.

Kayla se quedó pensando si tomarla, había estado ignorando al infeliz desde lo que sucedió con Scarlet, no estaba segura de que tanto sabría Maximilian acerca del cambio, pero si ellos aún no sabían que tenían a la gemela equivocada podía arriesgarse a ser descubierta.

-La tomaré Nina, gracias.

Presiono un botón en su teléfono y se escucho el ruido de la conexión en la línea.

-Hola Scarlet -dijo el chico -No sabía si tomarías mi llamada, tenía muchas ganas de hablar contigo y esta fue mi última opción ya que parece que me estas evitando.

-Max, lo siento he tenido cantidades enormes de trabajo por la boda de mi hermano -Kayla puso la voz de niña buena que usaba su hermana cuando hablaba con su familia -Pero dime, en que puedo ayudarte.

-Quería invitarte a cenar esta noche, en el mismo restaurante de la otra vez.

Kayla se quedó en blanco, obviamente se refería a la vez que Scarlet le había ocultado que vería al individuo en cuestión.

-Yo... no sé...

-Por favor hermosa, no me digas que no, necesito verte.

-Puedes pasar por mi. -accedió Kayla, si no se quedaban de ver en el lugar, no tendría que recordarlo. -Así no vamos en dos vehículos.

-Gracias por aceptar, paso por ti a las ocho, ¿de acuerdo?

-Genial, hasta la noche.

Colgó la llamada y se tomo la cabeza con ambas manos, todo el numerito se le estaba saliendo de control y no tenía noticias de Matt desde el día anterior, donde el mismísimo Maximilian había ido a negociar supuesta mercancía con su cómplice en el rescate de Scarlet.

Eso la tenía aún muy intrigada, que tanto buscaba Bennet con Scarlet si supuestamente ya tenían lo que querían, ¿estarían dispuestos a llevársela también solo para tener al combo de diamantes?

Soltó un suspiro, recordando el nombre que le habían dado para las subastas cuando era niña, todas las demás mujeres que rentaba William tenían números de lote, pero ella no, era la niña diamante, la de los ojos azules y facciones elegantes, ahí fue cuando supo que era valiosa, que si lograba escapar podía volverse poderosa y millonaria con solo su mirada.

Aún recordaba el día que escapo, estaba siendo llevada a la subasta mensual, tenía dieciséis años; iba en una camioneta junto con otras cinco mujeres, todas tenían diferentes edades, pero parecían ancianas, incluida ella, cansadas de la vida y con mas cicatrices en el alma que cualquiera.

Cuando las bajaron para entrar a la casa de seguridad donde se hacían las subastas se tropezó, solo habían dos guardias y estaban al frente de la fila donde ella debía estar.

No la habían visto caer, no la vieron cuando rodó bajo la camioneta aprovechando el descuido y tampoco vieron la mirada de una de las mujeres de la fila, era de orgullo y con sus ojos le deseo la mejor de las vidas.

Todos entraron a la casa y ella esperó a que cerraran la puerta.

No tardaron mas de dos minutos cuando se escucharon dos disparos, habían notado que faltaba una, y los guardias no podían cometer errores.

Pero era tarde, Kayla ya estaba corriendo calle abajo, escondiéndose entre las sombras de la noche como un gato.

El sonido de la alarma de su móvil la sacó de trance, era hora de irse, tenía que comprar comida para Mico.

Salió de la oficina dándole indicaciones a Nina y corrió al auto de su hermana, en esas semanas el contacto con los Black había sido mínimo gracias a la distancia que la misma Scarlet había puesto anteriormente y cuando se topó con el carismático Cameron Black solo le dedico una sonrisa de saludo.

Fue a la tienda de mascotas y luego al apartamento, buscó algo para la cita con Max, no quería arreglarse mucho pero si se ponía una pijama de ositos levantaría sospechas.

Tomo una ducha, alimento a Mico y justo a las ocho le llegó un texto de Max diciendo que la estaba esperando abajo.

¿Qué noche le esperaba?

Ya puedes leer el capítulo especial "La fiesta del demonio", para saber un poco más de como se conocieron Jr. Y Maximilian.

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