Lady Escarlata

28

Otra vez tenía al idiota de Matt sentado en la sala del pent-house, se estaba volviendo una costumbre fastidiosa, cada día desde hacía tres semanas era lo mismo.

Él llegaba, entraba aunque Kayla tratara de correrlo y se sentaba a mirarla esperando que le diera una solución.

-Aún no se como recuperar a Scarlet -respondió como todas las veces. -seguiré pensando en algún plan.

-No, esto no puede seguir así Kayla, no te he denunciado por que me prometiste que me ayudarías a recuperar a tu hermana sana y salva.

-Bueno, ya dime de una buena vez que maldito interés tienes en  ella. -Kayla sentía celos, él era el hombre de sus fantasías y lo único que hacía el maldito era pensar en Scarlet.

-Ninguno en especial -Matt se le quedó mirando a los ojos, la chica sabía que era sincero en algunas partes de lo que decía.

-Mira, lo si Urda no me ha contactado o ha tratado de llevarme con ella es por que aún no sabe que Scarlet esta en mi lugar, yo he hecho un increíble trabajo en la compañía de los Black, por fin tengo el lugar que me corresponde y si, aunque tal vez hice las cosas mal, no puedo traer a Scarlet de vuelta sin ser descubierta por la familia.

Matt suspiró, entendía el miedo que sentía Kayla, ya no había odio en su voz como los primeros días, estaba preocupada por perder lo que siempre había anhelado, pero si no hacía nada por traer de vuelta a Scarlet tarde o temprano alguien lo descubriría, y entonces las cosas serían aún mas difíciles.

-Hagamos algo -le dijo a una muy nerviosa Kayla -Sé que tu querías formar parte de una familia, pero no sirve de nada si ellos ni siquiera saben que existes.

-Si lo saben, al menos Jason y Ava lo saben.

-Espera, dejame terminar. -Matt tenía una teoría algo loca en su cabeza, pero si resultaba cierta podría cambiar la perspectiva de Kayla. -Dame la manera de contactar con Urda, ayúdame a llegar a ella y recuperar a tu hermana, yo quiero que tú estés tranquila, una vez que tengamos a Scarlet, te prometo que recuperarás a tu familia.

-¡Ella debe odiarme! -estalló Kayla -No puedo recuperar algo que jamás ha sido mío, Scarlet debe estar pensando en este momento como destruir mi maldita vida en cuanto escape de donde quiera que la tengan, su familia la ama, es el mayor tesoro de los Black, dime Nouvo, ¿Qué crees que le harán a la cómplice del rapto de su hija?

-Scarlet quería ayudarte, ella estaba dispuesta a darlo todo por tu libertad, por compensarte todo el daó que habías sufrido, cuando hablamos me pidió que te ayudara, yo era el único que sabía de su secreto, ella no tenía que confiar en mi y lo hizo por ti.

Kayla se quedó callada, sabía de sobra todo lo que Scarlet hubiera hecho por ella, peor eso no la hubiera llevado a nada, William no era un pez fácil de capturar y un junior junto con una niña de papi no iban a cambiar eso.

Pero, Matt tenía un poco de razón, si recuperaba a Scarlet y arreglaba las cosas con ella podría integrarse a la familia, había  aprendido a no odia a los Black en esas últimas semanas, no erán los monstruos despiadados que ella pensaba, y aunque aún estaba el hecho de que la habían regalado a una maldita demente, ellos no la eligieron a propósito, pudo ser cualquiera de las dos, la de la mala suerte era ella, no su hermana que lo único malo que había hecho en la vida era confiar en una extraña solo por que tenían la misma nariz.

-Tienes razón -dijo Kayla al cabo de unos minutos -Te daré el contacto de Urda, dile que buscas mercancía nueva para tu negocio.

-¿Por qué le diré eso? -Matt sabía todo sobre la situación de Kayla, el negocio en el que Urda estaba metida y todo, pero no comprendía por que no simplemente citarla y ofrecerle mucho dinero a cambio de Scarlet.

-Tienes que infiltrarte, si llegas y le dices que quieres a Scarlet estaremos muertos en lo que ella tarda en parpadear. -Matt asintió comprendiendo -Cuando te pregunte que tipo de mercancía le dirás exactamente lo siguiente...

Matt estaba sentado en una cafetería cerca del centro de Manhattan, se había puesto su mejor traje y esperaba al contacto que Urda le había enviado.

Cuando habló por teléfono con la mujer le dijo que estaba fuera por negocios y que lo atendería uno de sus socios.

Kayla estaba sentada en una mesa del fondo en la misma cafetería, quería saber a quien enviaba Urda y ver si era alguien que aflojara la lengua por dinero.

Un hombre bastante conocido para ella entró a la cafetería, se ocultó tras el menú y vio como iba a sentarse directamente con su amigo Italiano.

Se estrecharon las manos y Kayla no podía escuchar lo que decían pero había aprendido a leer los labios y supo justo el momento en que Matt dijo exactamente lo que había estado estudiando.

Vio al enviado de Urda hacer una mueca, sin duda no esperaba que un tipo que nunca hubiera hecho tratos con ellos le dijera esas palabras.

Kayla vio al hombre decirle a Matt que tenía que ahcer una llamada urgente, él se levantó de la mesa y salió un momento.

Matt miró a Kayla, ambos sabía que esta era la parte importante del plan, si algo salia mal, perderían a Scarlet y no solo eso, también sus vidas.

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