Lady Escarlata

24

-Te ves espectacular -Kayla ayudaba a su hermana con los últimos toques de maquillaje.

-Gracias, estoy muy emocionada por esta noche.

-He pasado tanto tiempo contigo que hasta yo lo estoy.

Scarlet se levantó del banquillo donde Kayla la arreglaba para tomar su bolso.

-El auto está esperándome abajo -dijo Scar -ya es hora de irme.

Tomó un antifaz que había comprado para esa ocasión, pero Kayla la detuvo antes de que saliera por la puerta de la habitación.

-Espera -le quito el antifaz de las manos -Tengo algo para ti, es un regalo de buena suerte.

Sacó la caja de madera que estaba oculta debajo de la cama y la puso sobre esta misma.

-¿Qué es?

-Es mi, bueno ahora es tu antifaz.

Scarlet abrió la caja y vio la pieza de encaje mas bella y delicada que jamás pudiera haber observado.

-Es precioso -habló -Pero no puedo aceptarlo, es muy importante para ti.

-Por eso mismo -habló Kayla, debía convencerla de llevarlo puesto -Sería un honor para mi que lo usarás esta noche, no puedo acompañarte pero al menos así una parte de mi estará contigo.

Scarlet abrazo a su hermana y luego tomó el antifaz de la caja.

-¿Me ayudarías? -cuestiono entregándoselo a su hermana.

-Claro.

Kayla ató las cintas de ceda del antifaz tras el recogido cabello de su hermana, y después la miró de frente, le faltaba el aliento, realmente eran idénticas y eso aseguraría el éxito de su plan.

-Ahora si, deslumbrante.

Scarlet sonrió y se dio una última mirada en el espejo antes de marcharse.

Una vez que Kayla se aseguró de que su hermana se fuera, se puso manos a la obra.

Corrió al armario y busco un vestido que había pedido a Olga comprar la tarde anterior, la ama de llaves del apartamento Morgan había estado siguiendo a Scarlet por todas las tiendas y  había comprado el mismo vestido que ella, ahora estaba en manos de Kayla.

Se metió al baño y se duchó en tiempo récord, empezó a peinarse y maquillarse exactamente igual que su hermana.

La caja de madera tenía un fondo falso, y de la parte de abajo saco otro antifaz de seda y encaje, eran materiales muy frágiles y siempre se debía tener un repuesto.

Llamó a un taxi y bajo lo más rápido que el ascensor se lo permitía.

La fiesta de presentación se llevaría a cabo en el New York Marriott East Side*, Kayla llegaría en cuestión de minutos al evento, tenía que pasar desapercibida por que para todos ahí sería imposible que hubieran dos Scarlet Black.

Al llegar entró por la parte de atrás, los empleados de la cocina se le quedaron mirando, pero no les presto atención y llegó finalmente al salón.

De vez en cuando alguien se giraba para saludarla, ella solo asentía y caminaba entre la gente, pudo ver a lo lejos a su hermana, estaba platicando con unos empresarios.

El móvil desechable que le había conseguido Olga empezó a sonar, lo sacó de su cartera junto con una pashmina y respondió.

-¿Dónde está mi chica? -la voz de Urda al otro lado de la línea la hizo temblar, realmente estaba por hacer algo que jamás creyó posible.

-En quince minutos estará por la parte trasera del hotel, donde hacen las entregas.

-Bien.

La llamada se cortó.

-Oye tú -le habló Kayla a un camarero -Necesito que esa chica de allá -señaló a su hermana -La que está vestida como yo, salga a recoger algo que nos enviaron para el evento, dile que Kayla está esperándola, ella entenderá.

El camarero solo asintió y se dirigió sin escalas a Scarlet.

Los vio hablar y como la expresión de su hermana pasaba de una confusa a una sorprendida y luego por una preocupada.

Salió corriendo hacia la cocina, no le importó dejar a unos posibles clientes por salir con ella y eso que Kayla sintiera una opresión en el pecho, ¿culpa?

Se sacudió esos sentimientos de la cabeza y camino de nuevo hacia afuera, tenía que asegurarse de que Scarlet estuviera justo donde Urda la recogería.

Vio como una camioneta negra se estacionaba en el área de entregas del hotel y como salia Scarlet y buscaba a alguien con la mirada.

Aún no era tarde, si tan solo le gritaba podría evitar que se la llevaran, finalmente Scarlet era la única persona en el mundo que había hecho algo por ella.

Iba a salir de donde estaba pero ya era tarde, vio como unos tipos se acercaban a Scarlet por atrás y ella forcejeaba para que no se la llevaran.

Lágrimas empezaron a caer por sus mejillas, había entregado a su hermana a la bruja malvada, se había liberado de Urda, pero realmente no se sentía libre.

*Hotel de lujo situado en una torre de los años 20 se encuentra a 8     minutos a pie de la Grand Central Terminal y del Rockefeller Center.

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