8- ¿Y ahora qué?

733 84 0
                                    

Intenté ocultarme de Meikel pero en la cena no pude hacer nada más.

— Me... Meikel...

— ¿Todo bien?

— ¡Si! ¿Por qué?

— Parece que viste un fantasma.

— No.

— Ya veo.

Comimos en silencio pero no pude evitar verlo de reojo, ver cómo había cambiado, ahora lo veía diferente, su cabello alborotado seguía igual, era guapo sin duda... pero algo había cambiado en sus ojos, eran más fríos y distantes.

— ¿Necesitas algo?

— No.

— Puedo pedir más libros si lo necesitas.

— No, está bien, aún tengo uno que otro. — ¿Cómo habló con él? ¡Me quiero morir de vergüenza!

— Claro, no lo sabía.

No había cambiado mucho, bueno ya no era tan bromista como yo lo recordaba, entonces cuando lo conocí en la playa él no tenía mucho de haber perdido a sus padres... ahora él debe tener 20, es dos años mayor que yo.

Tenía un sentimiento extraño, no sé porque olvide algo tan importante, pero ahora estaba casada con el que fue mi primer amor y alejada de mi amor verdadero.

— ¿Ahiry? —Meikel me observaba esperando una respuesta, seguramente había dicho algo pero no comprendí tenía mucho que pensar.

— Perdona, no escuché.

— Oh...

— ¿Podrías repetir tu pregunta?

— Solamente preguntaba si querías algo de Booloks, tengo que ir mañana, regresaré en dos días.

— No, así estoy bien.

— Bien.

— ¿Por qué piensas ir? Si puedo saber.

— Argrem mando algunas tropas y causaron daños...

— ¿Argrem?

— Si, no te preocupes, él no vendrá.

— Ve con cuidado.

— ¿Qué? —Solamente me encogí de hombros.

Salió de viaje y yo me quede sola en el gran palacio, pensando en que sería lo correcto.

Sin darme cuenta ya habían pasado seis meses como esposa de Meikel y princesa, definitivamente no fueron lo que tenía en mente. Él siempre respeta mi decisión y tenía consideraciones conmigo. Aun no puedo creer que olvidara esos momentos con él cuando era más pequeña y aun peor, no sabía cómo manejar la situación ahora que sabía que él había sido mi primer amor y primer beso.

Él es totalmente diferente de lo que pensé, puede que por la situación en la que no casamos, no pude ver todas las cualidades que tenía. Todo aquello que me gustaba de él cuando era una adolescente, aquello que me hizo enamorarme.

Tal vez, si acepto la situación, si me doy la oportunidad de enamorarme nuevamente de él y dejar atrás mi amor por Emek...

Eso podría mejorar el futuro que me espera, después de todo no queda nada malo.

— Maoki. ¿Sabes en dónde está Meikel? Creí que comeríamos juntos.

— ¡Oh!, el príncipe pidió su desayuno hace una hora, creo que se encuentra en el despacho, ¿Quiere que lo llame?

— No, en cuanto termine iré a verlo.

— Entiendo, me retiro.

— Gracias.

2-Un nuevo inicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora