2-Un nuevo inicio

20- Una feria en Elder.

Los días volaron, organice una gran fiesta, se llevaría a cabo en el prado de Elder a unos cuantos kilómetros de la Academia, cada planeta traería música, comida y algo histórico, Elder no podía faltar, representaría el sol, la luna y la unidad. Faltaba una semana, todos los materiales estaban listos, Meikel se encargó de hacer invitaciones formales a las personas correspondientes.

— ¿Nerviosa? —Meikel me sobresalto al entrar al despacho.

— Un poco, quiero que todo salga bien. —Sonrió de lado, me había acostumbrado mucho a esa peculiar característica.

— Mañana empiezan a llegar los materiales.

— Si, la decoración tiene que estar lista muy pronto.

— Creo que te estás adaptando a Elder muy bien.

— Eso creo.

— Estás cumpliendo tu rol muy bien.

— Sí, creo que fue útil tener algo que hacer, por lo menos me siento un poco más integrada.

— Ya veo —soltó una risita— estoy esperando ver lo que preparaste. —Se inclinó e intentó besarme, me separe rápidamente y me puse de pie.

— ¿Qué te ocurre Meikel? —se pasó las manos por la nuca.

— ¿Qué me ocurre? Ocurre que mi esposa, prefiere hacer fiestas cumpliendo su rol de princesa pero no puede cumplir su papel de esposa, eso es lo que pasa.

— Acordamos que seríamos amigos, que iniciaríamos desde cero.

— ¿Por cuánto tiempo? ¿Por cuánto tiempo tenemos que seguir desde cero? No estoy muy seguro de tu elección de regresar a Elder. —No pude decir nada más porque cerró la puerta al salir, respire y me concentré en lo mío, no decepcionaría a todas esas personas solamente por Meikel.

Al día siguiente Meikel actuó frío y distante, me sobresalto cuando llegó al despacho.

— Meikel... lo de ayer...

— No estoy de humor Ahiry.

Continúe mi trabajo en silencio, él revisó unos documentos y finalmente dijo.

— ¿Alguna vez, deseaste con todo el corazón algo que sabes bien, no puedes tener?

— Si...

— ¿Eso que te rompe el alma con solo mirarlo y que con un suspiro te arrebata la ilusión?

— Algo similar, no tan trágico —lo volteé a ver y sus ojos estaban fijos en mí.

— Eso eres para mí... Mi constante pesadilla, mi más grande ilusión y mi veneno personal.

Se retiró nuevamente sin esperar mi respuesta, sentí un vacío en mi estómago, un sentimiento de soledad y dolor.

Los días restantes me concentré en acomodar todo, evite a Meikel con éxito, pero sabía que el día de la fiesta, tendría que posar para que todos se alegrarán de ver a la feliz pareja.

Seleccione un vestido color rosa palo con encaje color beige, estaba más corto en la parte delantera y caía en capas delicadas, dejaba los hombros descubiertos y el escote recto, formal, alegre y no tan recatado, finalmente había podido elegir mi propia ropa, Maoki me ayudo con un hermoso peinado, decorado claro con la corona de princesa. Tomé aire y bajé al vestíbulo para encontrarme con Meikel y ser escoltados.

El usaba un elegante traje sastre color beige y camisa blanca sin corbata, botas negras por debajo de la rodilla, un estilo formal pero no aburrido; al llegar él sonrió, claro que tenía que sonreír, muchas personas ya nos veían y solamente era el inicio.