30- Una amiga en Elder.

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Regresamos en silencio o eso fue lo que recordaba, abrí mis ojos por la luz del sol, estaba en mi habitación, no recuerdo haber entrado, me vestí y baje al comedor, Meikel ya estaba despierto.

— Hola.

— Hola, ¿dormiste bien?

— Si, gracias.

— Creo que ayer terminaste rendida, no quise despertarte y tomé la decisión de llevarte a tu habitación, espero que no te moleste.

— No para nada —sentí mis mejillas ruborizarse—, muchas gracias y de verdad lo siento.

— No pasa nada, todo en orden.

Llegó Velia y como siempre robo toda la atención de Meikel lo único diferente fue que él me incluía en ocasiones a su plática, pero seguía siendo incómodo y después de lo que él me dijo ayer, supongo que me siento una intrusa, me retiré y fui a mi habitación, me acosté en la cama viendo el techo, ¿qué podría hacer hoy en esta jaula de oro?, recordé la invitación de Emek, sería bueno ir a verlos, además él se quedó muy preocupado, baje las escaleras tan rápido que casi al llegar al final me estampó contra Meikel que venía subiendo, por suerte me logró agarrar para que ninguno terminara en el suelo, estaba a escasos centímetros de él y su mano seguía en mi espalda.

— ¿Estás bien? —la situación me ponía nerviosa.

— Si claro, gracias, por... por evitar que me lastimará.

— Está bien —sonrió de lado— ¿a dónde pensabas ir tan aprisa?

— Yo, bueno, pensaba en ir a dar una vuelta y pasar a ver a Emek y Caly. —Me soltó rápidamente, sus facciones se tensaron y su voz fue más ronca.

— Supongo que a pesar de todo, no puedo hacer que dejes de reunirte con él, aunque no lo entiendo, no puedo obligarte a nada. —Me rodeo y siguió subiendo las escaleras, ¿qué fue lo que le molestó? ¿Por qué me siento mal lo su reacción?

— ¿Yo no puedo ver a mis amigos, pero tú puedes desayunar con tu ex novia?

— No es lo mismo. Ella es una invitada política, es una duquesa, en cambio él es...

— ¿Un simple guardián?

— No quise decir eso.

— Sabes que Meikel, me rindo, no logro entenderte. —La situación me puso de mal humor, bajé dos escalones y él continuó.

— Definitivamente no eres como yo...

— ¿Eso que tiene que ver? ¡Claro que soy como tú!

— No. —Su mirada se congelo y sus expresiones se tensaron— Si fueras como yo, sabrías lo difícil que es amarte.

Lo vi subir y desaparecer. ¿Amar? Él no podía hablar de amor ¿verdad?, sentí un nudo en mi garganta, me quede en el mismo lugar asimilando sus palabras, las dijo con tanta seguridad que... No, estoy demasiado estresada por Velia, me obligue a seguir con el plan.

Llegue con Emek y Caly, me llevé una gran sorpresa cuando vi a Amy, nos sentamos juntas cuando Emek y Caly fueron en busca de Dante.

— ¿Qué ocurre Ahiry?

— Nada sólo pensaba que terminaré haciendo mal tercio.

— ¿Por qué no invitas a Stephen?

— Ni hablar de ello, sería imposible.

— Tienes razón seguramente tiene muchas actividades.

— ¡Claro! Como andar con su amiguita.

2-Un nuevo inicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora