23- Odio a Velia.

715 68 4
                                    

El día siguiente transcurrió igual que los anteriores, no vi a Meikel en ningún momento, por suerte Lena me dijo que él tenía que arreglar unos papeles mañana al medio día, eso significaba Meikel sin Velia.

Caminaba por el jardín principal cuando vi a Velia.

— Mira qué casualidad —sonrió exageradamente, era una tipa venenosa sin duda.

— No creo que sea una casualidad, este es mi hogar, técnicamente es una casualidad que yo te encuentre por aquí. —Me señalo con una sonrisa de lado que para ser honesta daba mucho miedo.

— ¿Sabes que técnicamente este fue mi hogar también? —fruncí el ceño—, claro que Meikel no te dijo eso; solía visitar con mucha frecuencia Solun, así como Meikel visitaba Vampeira, incluso pasaba semanas enteras en Solun; Meikel y yo fuimos amigos desde muy pequeños, cuando sus padres murieron, los míos decidieron visitar más constantemente a Meikel, sin duda él y yo somos el uno para el otro, incluso salimos por un tiempo, ¿dos o tres años? No lo recuerdo, pero si recuerdo lo romántico que era Meikel conmigo, en fin, creo que mi Meikel está esperándome en la terraza, au revoir.

Sentí tanto enojo al no poder decirle nada para debatir o sentirme menos humillada, pero no existía nada, porque Meikel y yo no teníamos ese tipo de historia, ella lo dijo con la intención de molestar y mostrar su postura, pero... ¿Por qué Meikel no lo comento?

Al día siguiente, me desperté más tarde para tomar el desayuno, aún meditaba si sería mala o buena idea buscar a Meikel, sin darme cuenta ya estaba frente a su despacho, tomé aire y me decidí a tocar la puerta, según lo que dijo Deniel, Meikel debería estar adentro.

— Adelante. —Entre decidida y cerré la puerta, él levantó la vista— Oh, eres tú, ¿Qué ocurre?

— Casi no te eh visto —regreso su vista a los documentos.

— ¿Y?, ¿para esto viniste? —suspire.

— Bueno en parte sí. ¿No tengo derecho a venir?

— ¿Ahora quieres hablar de derechos?

— Meikel no quiero discutir, solo quiero hablar sobre Velia.

— No tenemos nada que hablar respecto a ese tema.

— ¡Claro que tenemos que hablar sobre ella!

— Velia no es asunto tuyo, no tienes por qué preocuparte por ella.

— Sé que salías con Velia...

— Sí, salimos un tiempo.

— ¿No creíste importante decírmelo?

— No realmente. —No me volteaba a ver, revisaba los documentos de su escritorio y hacía anotaciones.

— ¿Por qué la invitaste?

— Invitamos a muchos amigos de diferentes planetas, ese era el fin de la fiesta ¿Me equivoco? —me mordí el labio.

— ¿Qué clase de relación tenían? —Cerró de golpe la carpeta que tenía enfrente haciendo que me sobresaltara.

— ¿Importa? —No dije nada, solo lo veía— Nos conocemos desde hace años, salimos un tiempo y pensaba casarme con ella. ¿Contenta?

— ¿Por qué no...? —No me dejo terminar y continúo.

— No podía casarme con ella ya que no estaba destinado, después de un tiempo nos dejamos de ver —suspiro.

— Y... ¿Qué clase de relación tienen ahora?

— No es algo que yo, tenga que reportarte —ya estaba molesto.

— Meikel yo...

— ¿Sabes? Ya estoy cansado, he sido paciente, intentó hacer de todo esto, lo mejor posible pero parece que no es suficiente, no tengo porque dar explicaciones por ser feliz ante la llegada de Velia.

— No me refería a eso yo... —me interrumpió aún más molesto.

— Estoy molesto por todo, pero ¿sabes que me molesta más? —negué con la cabeza—, lo que más me molesta, es ver la mirada de esperanza en la gente que más amo, ver a todos los habitantes de Elder y los 11 mundos esperanzados, son lo único que tengo y odio decepcionarlos.

— No los decepcionas. —Veía fijamente el escritorio y tenía el puño cerrado.

2-Un nuevo inicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora