17- Comenzando de cero.

980 78 7
                                    

El camino fue tranquilo, Dante es realmente genial y conoce muchas cosas, dice que está comprometido, él y su novia están planeando su boda, me encanta ver su expresión al hablar de ella.

Llegamos a la cabaña, Lena corrió en mi dirección, parecía preocupada, el sentimiento de culpabilidad me invadió.

— ¡Ahiry! ¿Estás bien? ¿Te hiciste daño?

— No Lena, perdona por preocuparte, creo que necesitaba pensar y bueno... —Me encogí de hombros avergonzada.

— Todo en orden —dijo Dante guiñándome un ojo—, dejare tus cosas en su lugar.

— Gracias. —Entramos a la cabaña, Emek y Caly llegaron corriendo a mi encuentro.

— ¿Estás bien? ¿Qué ocurrió? —decían al unísono.

— Te lo dije —dijo Dante mientras pasaba de largo.

— Todo bien.

— ¿Ahiry? —Su voz me sorprendió, pero no tanto como cuando lo vi parado en el umbral de la puerta, Kenzo estaba detrás con cara de pánico intentando ayudarlo.

— Joven Stephen, no tiene que levantarse. —Kenzo no paraba de repetirlo, Dante ayudó a Meikel para acercarse, yo seguía sin hacer nada, después de todo ¿No fue él el que me corrió? No sabía cómo reaccionar, sentía nervios en todo mi cuerpo, mis manos sudaban.

— ¡Ahiry! ¿Estás bien? —Me veía fijamente con preocupación, su rostro se veía delgado y pálido, eso acentuaba sus ojeras, la habitación estaba en silencio, todos nos veían con precaución, ¿Qué se supone que diga? Cualquier cosa que diga podría empeorar las cosas y justo ahora no estoy segura de que clase de situación tenemos— Estaba muy preocupado.

Acto seguido me abrazó, podía sentir su cuerpo cobijando el mío, descansó su frente en mi hombro y juro que sentí una descarga de energía en mi cuerpo, efecto secundario del brazalete lunar ¿No?, ejerció más presión en su abrazo y no pude evitar soltar un gemido de dolor, la herida aun no sanaba internamente según Kenzo tardaría más de 15 días, se sentía como un moretón, pero no sangraba. Se separó de golpe y me miro confundido.

— No es nada —dije rápidamente.

— Ahiry. —Intervino Caly llegando a mi lado, tambaleándose un poco, Meikel logró levantar mi chamarra y playera para encontrar una venda con hierbas que cubría la herida.

— Estás herida —dijo más para sí mismo—, ¡¿Por qué nadie me dijo que ella estaba herida?! —Su voz se tornó más grave, y volteo a ver a los demás con enojo.

— No es algo que te interese. —Dije finalmente retirando su mano y caminando hacia mi habitación, sabiendo que acabábamos de hacer una escena impropia para los príncipes de Elder.

Cerré la puerta a mi pasó y me recosté en la cama, segundos después Meikel tocó la puerta.

— Ahiry, tenemos que hablar.

— No tenemos nada de qué hablar.

— Abre la puerta.

— Déjame sola Meikel.

Después de discutir un tiempo más, escuché a Kenzo pedirle que regresara a su habitación. Comenzó a anochecer y tenía hambre «genial Ahiry» dije para mí misma, «pórtate como adolescente y olvida traer provisiones». Golpearon la puerta nuevamente, solté un largo suspiro.

— ¡Dije que quiero estar sola!

— Soy Emek —dude un segundo— vamos solamente soy yo. —Odio cuando saben mis reacciones, abrí la puerta y efectivamente era únicamente él, traía una bandeja de comida, cerré la puerta en cuanto él entró— Supuse que tendrías hambre.

2-Un nuevo inicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora