2-Un nuevo inicio

40- Regreso a Solun.

Busque en mi mochila algo que pudiera ser útil, por suerte encontré mi Ele, no lo había usado mucho desde que Deniel me lo dio, por suerte, Meikel no lo vio, decidí llamar a Max, de los gemelos es el único que me ayudaría en este momento.

— ¿Ahiry?

— Así es, oye necesito que vengas por mí, me perdí.

— No tienes remedio ¿verdad? —escuché sus carcajadas.

Me senté esperando por él. ¿Qué reacción tendría Meikel? ¿Cuántos días en Elder habrían pasado?

— ¿Qué sería de tu vida sin tu sexy, inteligente y perfecto guardián Riog?

— ¡Max! —Lo abrace, pensar que no lo podría ver de nuevo.

— ¿Tanto me extrañabas? De ser así le podría decir al príncipe que me asigne como tu Riog oficial.

— Tonto. ¿Axel sabe que estás aquí?

— No, está en Tamanty en algunos asuntos.

— Perfecto, ¿puedes llevarme a Solun?

— Con todo gusto.

Tenía una moto nueva, color verde metálico, obviamente sin llantas solamente una luz blanca se podía ver por debajo.

— Sujétate.

— Listo.

Podría decir que Solun estaba en el polo opuesto, cuando llegamos el jardín principal estaba intacto, una sensación rara me invadió al ver Solun.

— A salvo en su hogar princesa. —Dijo entre risas, Max es una persona maravillosa, lo consideraba como uno de mis amigos y sin duda confiaría mi vida a él; también quería a Axel, pero es tan bromista que no sabes cuando habla sin razones ocultas.

— Gracias Max, por todo, por esto y por ser un amigo maravilloso.

— Eres una gran chica Ahiry, somos afortunados de tenerte como princesa.

— Nos vemos.

— No me extrañes mucho.

Me despedí entrando a Solun, subí al primer piso y encontré a Maoki, pude ver sorpresa en su rostro.

— ¡Princesa! Estaba tan preocupada por usted, cuando vi que el príncipe regresó sólo, creí que algo le había pasado.

— Estoy bien Maoki, ¿hace cuánto llegó Meikel?

— Hace una semana.

— Bien, ahora, ¿en dónde está él? — ¡Una semana! Los nervios aumentaron.

— Está preparándose para un discurso, eso aumentó mi sospecha de que usted no estaba bien.

— ¿Discurso?

— Si, en una hora. — ¿Dirá que desaparecí y que ahora Velia será la princesa?

— ¿En dónde está?

— En el tercer piso arreglando los detalles. —No dije nada más, subí las escaleras corriendo, ¿por qué no tienen elevador? , llegue totalmente agotada; ahora la puerta, ¡claro! ¿Cuál puerta? Abrí una por una, finalmente abrí una con un pequeño salón y otra puerta enorme al fondo, alguien salió.

— ¡Princesa! Que sorpresa.

— Hola, disculpa... ¿sabes en donde puedo encontrar al príncipe?

— Claro, él está en el salón de... — señaló esa puerta, no lo deje terminar y entre.

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