Desperté sintiéndome un poco débil, me senté y el dolor se hizo presente, tenía una sudadera y jeans, levante la sudadera y pude ver las vendas a mi costado, se dieron cuenta. Suspire y en ese momento entró Caly.
— ¿Te sientes mejor?
— ¡Meikel! ¿Cómo está? —Me puse de pie rápido, sentí un fuerte dolor en el costado y un ligero mareo.
— Tranquila, esa herida no cerrará si sigues así, perdiste mucha sangre, seguramente te sientes débil, él está estable... pero. ¿Por qué no mencionaste tu herida?
— Que alivio... no era tan importante como Meikel... ¿Cuánto tiempo dormí?
— Solo la noche, son como las ocho de la mañana.
— Quiero ver a Meikel... ¿Me ayudas?
— Esta bien, vamos pero con cuidado. —Salimos de la habitación, Emek giró y corrió en mi dirección.
— Kenzo dijo que tenías que descansar —su voz era firme y seria.
— Estoy bien Emek.
— ¡¿BIEN?! ¿Qué si se infectaba? ¡¿BIEN?!
— Emek... — intentó intervenir Caly.
— ¡Ahora no Caly!... estabas tan bien... ¡¿Tan bien como para no decirnos que tenías una herida?!
— Meikel necesitaba toda la atención. ¡Podía haber muerto!
— ¿Y tú qué? ¡Tú también pudiste haber muerto!
— Eso no importa.
— ¡¿Qué no importa?! —Me tomo de las muñecas, retire mi muñeca derecha rápido por el dolor, estaba llena de moretones por la presión que ejerció Meikel ayer— ¿Qué es eso?
— Nada.
— ¡¿QUÉ ES ESO?!
— Emek, tienes que tranquilizarte, Ahiry está bien...
— Vamos con Meikel —le pedí a Caly ignorando a Emek.
— Ahiry...
— Si no tienes nada más que decir, iré a ver cómo sigue mi esposo.
— Yo te acompaño. —Vi el dolor en Emek, aún me quería lo sabía, dejamos tantas cosas mal... tendríamos que hablar tarde o temprano, asentí a Caly y tomé el brazo de Emek, en cuanto entramos me senté junto a Meikel, aun inconsciente.
— ¿Por qué no mencionaste tu herida?
— Ya lo dije, Meikel estaba mal, necesitaba toda la atención.
— No tienes que arriesgar tu vida de esa forma...
— Es mi deber, como su esposa y princesa de Elder... es lo único que puedo hacer.
— Sé que cometí errores antes Ahiry pero...
— Esta bien Emek, todos cometemos errores, no estoy muerta y lo único que te debería importar es que tu príncipe no muera.
— Vamos Ahiry...
— ¿Qué?
— Tú sabes que quedaron cosas incompletas. Vamos afuera y hablemos...
— Lo siento Emek, tu príncipe, mi esposo, me necesita. —Soltó un golpe a la pared y maldiciendo dejó la habitación. Regrese mi vista a Meikel, su respiración era normal, las heridas estaban vendadas, las pociones se habían agotado.
— Parece que su cuerpo está respondiendo. —Lena entró con una charola.
— Que alivio...
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2-Un nuevo inicio
FantasíaLa vida de Ahiry había cambiado de una forma que solamente en sueños se podría imaginar. Ahora, como esposa de Meikel, princesa de Elder y los 11 mundos, sin amigos y alejada de Emek; Ahiry tiene que decidir qué hacer con su vida. El pasado de am...