9- Divorcio.

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Toque la puerta antes de entrar, él estaba sentado detrás de su escritorio, usaba unos pantalones de vestir azul marino y una camisa blanca, ¿Cómo nunca me permití ver lo guapo que es? ¡Claro! Ya antes lo había considerado como alguien muy guapo, alguien perfecto.

— ¿Puedo pasar? —Levantó su vista, tardó unos segundos y asintió con la cabeza.

— Pensaba buscarte más tarde.

— La situación en Booloks ¿va mejor?

— No realmente. —Se levantó y sacó un maletín color negro, lo miró unos segundos y después me vio a los ojos, pensé que preguntaría algo o eso me pareció. Esto es para ti.

— ¿Para mí? —Me acerqué más para ver el maletín.

— Con esto no tendrás más problemas. En Elder no existe algo como el divorcio, pero es lo mejor que pude hacer. — ¿Divorcio? ¿Escuché bien?

— ¿Qué? —No pude articular más palabras.

— Podrás regresar a la Tierra, no puedo darte tu antigua vida pero podrás hacer una nueva. —Abrió el maletín, tenía un sobre color café, una botella azul, una caja negra.

— ¿Eh? —Apenas pude emitir un sonido, estaba en shock.

— El sobre tiene documentos para que inicies una nueva vida en la Tierra y las llaves de una casa, la botella azul solamente toma tres gotas cada seis meses y nadie sabrá que no eres humana, incluso Argrem no sabrá que eres tú aunque pase a tu lado, un regalo de los ancianos. La caja negra contiene un anillo de metal, podrá ocultar el símbolo en tu meñique y cambiará tu apariencia física, es todo lo que necesitas.

— No entiendo.

— Te doy lo que más deseas, te dejo libre, ya no eres mi esposa.

— ¡No puedes! los demás... —Mis ideas eran confusas.

— ¡Príncipe Stephen! —Deniel entró repentinamente al despacho, así que también a él lo había visto en mi adolescencia... yo aún intentaba comprender la oferta de Meikel. ¿Quería el divorcio?

— Deniel no es buen momento. —Cerró el maletín.

— Príncipe... —Su cara era de pánico, parecía tan alterado y más pálido de lo normal.

— ¿Qué ocurre Deniel?

— Están en Solun. —Salió como un susurro, casi audible.

— ¿Qué? ¿Quién? Habla claramente.

— Argrem —su voz temblaba— Argrem y su ejército.

— Activen la barrera de protección para las aldeas y Solun ¡Ahora!

— No puedo hacer eso señor... —Vi un ligero temblor recorrer la espalda de Deniel— Están dentro.

— ¿Dentro de Solun? —Los tres entramos en pánico, ¡Argrem está en Solun!

— Los están conteniendo en el primer piso...

— ¡TODOS AL PORTAL AHORA!, cada ser vivo en Solun tiene que cruzarlo ¡YA!

— Sí señor.

— Deniel, todo saldrá bien. —Asintió aun con miedo y salió corriendo. La mirada de Meikel era de confusión, seguramente intentará matarnos a ambos, si había llegado tan lejos es porque no dudaba de su estrategia.

— ¿Qué vamos a hacer? —Tenía miedo, según se Argrem no pisaba Solun desde que mató a los padres de Meikel.

— Tú, te vas a la Tierra, diremos que te llevaron los hombres de Argrem. —Puso el maletín en mis manos con fuerza, estaba muy molesto— Yo me las arreglaré, ya no es asunto tuyo.

Cruzó la puerta, apenas unos segundos después reaccione y corrí detrás de él.

2-Un nuevo inicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora