2-Un nuevo inicio

33- Día 1.

Usamos un portal para llegar a la Tierra, llegamos a Londres, Lena me había dado instrucciones para comunicarme con Jorge, él nos estaba esperando, el día estaba nublado, llegamos a la casa guiados por Jorge que muy alegremente nos recibió, era mitad elfo, él sabía que Meikel era el príncipe.

— Que gusto verlos, Ahiry todo está listo como lo pediste, ropa, dinero, pasaporte y otros documentos básicos.

— Gracias, Meikel, ponte esa ropa. —Me miró extrañado pero no dijo nada, eran jeans, una playera de cuello circular de algodón blanca, y zapatos negros, claro sin olvidar una chamarra negra, ver a Meikel vestido así sería épico. Yo también me cambié y los dos salimos al mismo tiempo, él se veía muy bien vestido así, sonreí por mi pensamiento.

— Esto se ve raro, ¿segura que es ropa común?

— Si, te queda bien.

Tomamos nuestras mochilas y recorrimos algunas calles de Londres, parecía tan sorprendido con todo que me causaba risa.

— Aquí también existe algo así como la realeza.

— ¿Realeza?

— Sí, es uno de los pocos lugares, así que técnicamente aquí ya no eres príncipe ni nada de eso.

— Eso suena interesante.

— Bueno, realmente estos días no serás ningún tipo de príncipe, ven. —Caminamos un poco más, después viajamos a Francia, la torre Eiffel será algo que jamás debió de haber visto. Llegamos y vi su sorpresa ante la estructura, le conté un poco sobre la historia del lugar y datos relevantes, un señor vestido como mimo se acercó.

— ¿Quieren una foto? ¿Una foto para los novios en la ciudad del amor?

— ¿Ciudad del amor? —Vi la cara de burla que puso Meikel.

— Solamente sonríe. —Posamos para la foto pero el señor frunció el ceño.

— ¿No piensan abrazarse?, que se vea su amor. —Reímos ante eso, pero él me abrazó así como yo a él, no me sentía incómoda y mucho menos disgustada— Perfecto, una foto a cada uno.

— Gracias, aquí tiene. —Pague la foto y seguimos caminando, guardamos nuestras fotos en silencio, comimos y seguimos caminando. Tenía una habitación reservada, con camas individuales así que realmente no era malo ¿o sí? Llegamos a la recepción y en cuanto pedí la llave pude ver la cara de molestia por parte de la señora de edad detrás del mostrador.

— Solamente tienen una habitación registrada y obviamente no son hermanos —dijo con su tono francés, Meikel parecía confundido.

— Tiene razón, ¿puede darnos nuestra llave?

— Sabe usted que no estamos en hotel barato de esos que cobran por hora ¿verdad? — ¿Qué es lo que está intentando decir? ¿Qué somos dos jóvenes que gastaron sus ahorros para una noche de pasión? ¡Ja!

— Lo sé, pero soy yo la que pagó, ahora puede darme mi llave.

— Seguramente tener a dos jóvenes con tan poca educación que vienen por un momento de libertinaje, no será de agrado para la reputación de este hotel.

— Discúlpeme pero... —Meikel se acercó más y me interrumpió.

— Sin duda usted comprende que somos dos jóvenes efectivamente, pero dos jóvenes con más de 7 meses de matrimonio así que no veo motivo a sus objeciones y solicitó la presencia del gerente. —La señora palideció y efectivamente Meikel no se fue sin ver al gerente, quien nos ofreció cena y desayuno gratuito.

— Gracias por su comprensión para mi esposa y para mí. —Subimos al elevador y sentí un poco de alegría al ver como defendía nuestra relación, aunque fuera ficticia.

Llegamos y yo me aventé a la cama, Meikel sonrió mientras dejaba su mochila.

— Estoy muy cansada.

— Fue interesante, me agradó, ¿qué plan tenemos mañana?

— Es una sorpresa, sólo espero dejarte dormir con mis ronquidos. —Sonrió ligeramente, pero era un avance, ya no era una simple sonrisa de lado.

— Podré con eso.

Nos turnamos para hacer uso del baño, finalmente llegó la cena y vimos la televisión.

— Hace mucho que no veía una de estas.

— ¡Hey! Aquí son lo más moderno, aún no llega el holograma y todo eso.

Platicamos de cosas sin sentido rompiendo el hielo, era un día menos, estaba por iniciar el día 2.

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