¡Sasuke, no soy tu juguete!

capitulo 6 propuesta

  Después que Sasuke abandonó la casa de la pelirosa ; esta tomó su teléfono celular y llamó a su mejor amiga Karin.   

  - Karin, necesito que vengas lo más rápido posible. – Dijo Sakura algo alterada.- ¿Sakura ocurre algo con los niños? – Preguntó la pelirroja asustada.- No es algo peor. – Contestó la pelirosa algo apagada.- ¿Pero? – Repitió intrigada Karin- Sí Karin, ¿Puedes venir? – Dijo Haruno.-Sí, ya salgo de inmediato. –Contestó la pelirroja mientras colgaba.  

  La pelirroja no demoró mucho en llegar a la casa de su amiga. Así que tanpronto como ingresos fue recibida por su amiga quien la abrazó llorando dejando a Karin muy extrañada.   

  - Sakura, ¿Qué pasa? - Preguntó la pelirroja.-Él regresó – Dijo la pelirosa entre lágrimas.-¿Quién regreso? – Cuestionó Karin.- Sasuke Uchiha, el padre de Saito y Misaki. – Respondió Sakura.-El papá de Saito y Misaki; ese que te abandono estando embarazada. -Comentó molesta la pelirroja.   

  Hablar de los niños. - Contestó Sakura algo más tranquila mientras miraba a sus hijos que dormían.- Son adorable. - Comentó la pelirroja mientras caminaba a la cocina para prepararle un té a su amiga.-Sí lo son. -Respondió la ojiverde.-Sakura ten. - Dijo Karin mientras le entregaba una taza de té y luego decía – Sí el quiere hablar de los niños es porque le interesa. Además no creo que te los quiera quitar.-Karin, si Sasuke quiere quitarme a los niños tendrá que vérselas conmigo.No permitiré que nadie me apartes de ellos; ni siquiera el hombre que... Se detuvo en seco la pelirosa; pues estuvo a punto de decirle a su amiga que aún amaba a ese patán.-¿Ese hombre que tú qué? - Preguntó picara la pelirroja; pues sabía que su amiga a pesar de todo no lo había olvidado.-Nada amiga. - Contestó de lo más sonrojada Sakura.- Amiga, mi consejo sería que hablaras con él para saber que quiere. Sólo así aclararas tus dudas sobre sus intenciones. - Aconsejó Karin mientras le sonreía a su amiga.- Sí amiga, creo que será lo mejor. - Afirmó la oji jade.   

  La noche trascurrió rápida y dio paso a ún nuevo día, en la vida del poderoso Sasuke Uchiha. Quien hoy pondría en práctica su plan para que Sakura y sus hijos viniesen a vivir con él. El pelinegro se arreglo rápido para salir rumbo a su oficina Al llegar a su oficina encontró a su hermano que lo esperaba con una cara de seriedad; así que le de dico una mirada a su hermano mayor y le preguntó cuál era el motivo por lo traía a su oficina   

  - ¿Itachi, qué pasa? – Preguntó el azabache menor.- Sasuke, no has terminado de arreglar el problema con el edificio Fujiro. -Comentó serio el pelinegro mayor.-Hoy lo termino; además he tenido algo más importante que hacer.Contestó Sasuke mientras se sentaba en su escritorio.- ¿Algo más importante que tu trabajo? –Dijo el pelinegro con ojeras para añadir - Discúlpame si me parece extraño; pues tu siempre estás muy   ocupado desde sakura 

  El pelinegro mayor quedo en silencio al ver que su hermanito se sonrojaba mucho al escuchar el nombre de la pelirosa. Así pues viendo la reacción del pequeño Uchiha se atrevió a preguntarle qué le pasaba.-¿Qué te pasa Sasuke con Sakura que te has puesto rojo. Además no me mientas diciendo que nada? – Dijo el pelinegro mayor, pues conocía a su hermanito  

  - Sí, ¿Por qué? – Preguntó Itachi sin entender a su hermano.- Bueno, pues te digo que ya tengo hijo y no es sólo uno sino dos. – dijo sasuke sin bacilar dejando a su hermano asombrado.- ¿Qué dos, me imagino que con Sakura? – Preguntó el pelinegro mayor para continuar.- Sí, con ella. Creo que el niño se llama Saito y la niña Misaki. - Comentó el Uchiha menor.- Sasuke, ¿Dejaste a Sakura sola y embarazada? – Preguntó el mayor de los Uchiha molesto mientras agregaba. - Porque si es así eso fue bajo y muy ruin.- No yo no sabía. – Comentó en su defensa; pues no quería admitir que él había tenido la culpa.- Sasuke, no me mientas. No creo que Sakura te ocultara algo tan importante. - Dijo Itachi evidentemente molesto.- Bueno, eso no importa. Lo importante es que quiero que los tres estén conmigo. – Comentó firme Sasuke.- ¿Entonces qué piensas hacer? – Preguntó serio Itachi a su hermano.- Pensó proponerle a Sakura que venga a vivir conmigo. - Comentó orgulloso Sasuke.   

  - Dudo que ella acepte. - Respondió el Uchiha mayor.- Si ella no quiere, tendré que quitarle los niños a la fuerza. –Comentó molesto Sasuke por la idea que ella se negara; pues aún pensaba que ella le pertenecía por haber sido su mujer.- ¿Eres idiota Sasuke?- Dijo Itachi tan cabreado por la brillante idea de su hermano.- ¿Por qué? Ella no tiene por qué negarse; además yo puedo darle una mejor vida a los niños del que ella le podrá brindar. – Dijo Sasuke convencido de que era lo mejor para sus hijos.- Sasuke, por más que seas su padre hay cosas que ni nosotros podemos darle a un hijo; como lo podría dar una madre. –Comentó Itachi algo preocupado por la idea de su hermanito. - Además no te hubiese sentido triste si papá no le hubiese permitido a mamá estar con nosotros.- Itachi, no tengo tiempo de pensar en ello. Además ¿Quieres que termine? - Comentó Sasuke; pues las palabras de su hermano le habían incomodado  

  El Uchiha mayor suspiró derrotado; pues sabía que cuando su hermanose obsesionaba con algo no había poder sobre la tierra que lo hiciese cambiar de opinión. Así que sin más remedio salió de la oficina de su hermanito. Cuando por fin Sasuke se quedo solo en la oficina; tomó su teléfono celular y llamó a una floristería para enviarle un ramo de rosas rojas a Sakura.   

  Con Sakura  

  Sakura se levantó por el ruido del timbre de su puerta. Así que se levantó perezosamente mientras se colocaba una bata para poder abrir la puerta.Al abrirla se encontró con un enorme ramo de rosas rojas que un joven sostenía; aún extrañada le preguntó al joven que deseaba.   

  - Disculpe joven ¿Qué desea? – Preguntó la pelirosa.- ¿Es la casa de la señorita Haruno? – Dijo el joven.-Sí es – Respondió atónita la Haruno.- Bueno es una entrega para ella; así que tome y tenga un buen día. – Dijo el joven mientras entrega a una Sakura confundida.  

  Después que el repartidor se fue; Sakura colocó el ramo en la mesa y decidió buscar la tarjeta que le dijese de quien era. Al encontrarlo se sorprendió al descubrir que era un ramo de Sasuke; sin embargo, su sorpresa fue mayor al escuchar de nuevo el timbre de la puerta. Así que abrió la misma y descubrió que esta vez era Sasuke Uchiha quien estaba en el umbral. En ese mismo instante Sakura tuvo un impulso de cerrar y no permitir que el azabache entrase en su apartamento; pero esta vez fue inútil ya que, este se lo impidió diciendo:   

  - Sakura, tengo derecho de ver a los niños. Dijo Sasuke mientras ingresaba en la casa de la pelirosa.   

  Sakura miró molesta y derrotada al azabache mientras este pasaba. El Uchiha entró a la casa buscando con la mirada a los pequeños; pero como no los encontró. Decidió ingresar en la recamara de Sakura ignorando las palabras de molestia de su ex novia. Al entrar en el cuarto de la joven sintió que su corazón daba un vuelco; pues vio como sus hijos dormían plácidamente en sus cunas. Con mucho cuidado se acerco a las mismas y con templo la imagen de los pequeños durmiendo. Mientras Sasuke con templaba a sus hijos, el pequeño Saito despertó y miró al hombre que lo observaba; mientras lo hacia el pequeño le regalo la primera sonrisa del día al mismo tiempo que extendía sus bracitos para que lo cargase Sasuke. Esta imagen con movió a Sakura al borde de las lágrimas. Sasuke por su parte racionó al instante ante la acción de su hijo; así pues, tomó con cuidado al pequeño mientras le decía suavemente  

  -Tranquilo tu papá está aquí y no permitirá que nada te pase. Yo los protegeré a todos. – Comentó mientras besaba la frente del bebé.Sakura al escuchar estas palabras tuvo que hacer un gran esfuerzo para no llorar. Más calmada la pelirosa le preguntó a Sasuke qué hacía allí.- Sasuke, ¿Qué quieres? – Preguntó la pelirosa.-¿No es obvio Sakura? Quiero que tú y los niños vengan a vivir conmigo. Y no acepto un no como respuesta. – Dijo el azabache mientras se acerabaa la pelirosa y la besaba mientras aún sostenía a Saito.