Naruto no podía creer que fuera padre de tres hijos. A pesar que Kaitohabía sido una sorpresa; no dejaba de ser una maravillosa. El rubiocontemplaba a sus pequeños desde la ventana de la sala de los bebes;mientras los miraba escuchó que alguien decía:-Felicidades dobe.- Dijo Sasuke.-Gracias amigo. – Contestó el rubio mientras miraba al pelinegro.-Oye dobe ahora que miro bien a los niños; deÚnitivamente no son tushijos. Pues no sacaron nada de ti. – Dijo Sasuke con una risa burlona.-Ja, espero que te guste el relajo Naruto. Eso te pasa por interrumpirnos.-Dijo la conciencia.-Oh, Sasuke no creí que estuvieses tan celoso de mí,- Comentó el rubio.-Ja, ya lo crees tú.- Contestó el azabache.- Sí, lo creo. Mira a mis preciosos hijos; son mi viva imagen.Además tienenlos encantos de los Namizake y Hyuuga muy bien definidos. - Dijo alegre elojiazul
Sasuke y Naruto discutían con las miradas cuando una enfermera mayorse acercó a los chicos para decirle:-Disculpen, ¿Son ustedes Sasuke Uchiha y Naruto Namikaze? – Preguntóla enfermera a los hombres.-Sí, nosotros somos. - Dijo serio el pelinegro.-Oh, me alegro; pues lo hemos estado buscando para realizarle lavasectomía.- Comentó la enfermera.El rubio y el azabache pusieron cara de horror; pues la mujer se acercabapeligrosamente. Sasuke y Naruto estaban a punto de salir corriendocuando escucharon.-Sayia-san, ¿Qué haces aquí? – Preguntó la ojiverde que miraba a laenfermera.-Oh, Sakura-chan me alegro de verte. No estaba haciendo nada, sólo unapequeña broma.- Dijo la mujer con una sonrisa.-¿Broma?- Preguntó confundida la mujer.-Si.- Contestó Sayia.-Ja, que broma es esa donde te amenazan con hacerte la vasectomía.-Dijo el rubio molesto.-Sayia-san, no debería decir eso.- Comentó la pelirosa
-Lo lamento Sakura-chan, pero Hiashi –sama me dijo que los asustara;pues esta algo molesto por el hecho que sus dos hijitas se hubiesenembarazado tan rápido por la culpa de su inconscientes maridos.- Dijotranquila la mujer.-Oh, pero eso no debería hacerlo. No fuimos obligadas.-Dijo Sakura conuna sonrisa.-No, tienes que mentir mi pequeña hija.- Dijo Hiashi quien estaba detrás deella.-Hiashi-san, ¿Cuando llegó?- Preguntó la ojiverde.-Acabo de llegar. Tan pronto me aviso Kushina tome un vuelo directo enmi avión privado.- Contestó el castaño.-Oh, me alegro. Hinata-chan se alegrará de verlo –Dijo la ojiverde con unasonrisa.-Sakura-chan, ¿Sabes dónde está mi pequeña Hinata?- Preguntó elojiperla.-Claro, pero primero no quiere ver a sus nietos.- Comentó la pelirosa.El castaño caminó hasta la ventana que daba a la sala donde estaban lospequeños. Los miró orgulloso mientras una sonrisa cruzaba su rostro; porunos segundo el castaño supo que a pesar en un principio no le gustabapara nada su yerno no había duda que amaba mucho a su hija. Así que sedirigió al rubio diciéndole.
Buen trabajo Naruto, más te vale que hagas feliz a mi hija y nietos.-Comentó serio el castaño.Naruto se asombró de las palabras de su suegro; pues a pesar queestaba casado con Hinata desde hace un par de años. Hiashi-san muypoca veces lo había felicitado. Con una radiante sonrisa el rubio abrazóespontáneamente a su suegro; quien correspondió el abrazo. Para luegorápidamente separarse y decirse:-Ya estuvo bueno el abrazo.- Dijo el castaño serio mientras se separabade su yerno.-Sí, Hiashi-san.- Contestó el rubio mientras también se separaba.Sasuke, Sakura y Sayia miraban la escena con una gotita en la frente estiloanime.
Reiko miraba a Nagato, quien se vestía para acompañarla a su cita con laginecóloga.-No me gusta esta camisa.- Dijo el pelirrojo.-A mí me parece linda.- Comentó la rubia. – Nagato, sólo vamos a a la citacon mi ginecóloga no a una boda.-Lo sé, sólo quiero causar una bue na impresión.- Comentó el pelirrojo.-Lo importante es que me guste a mí. ¿Oh quieres que las enfermeras tebrinquen encima?- Preguntó celosa la rubia.-No, sólo tú.- Dijo Nagato mientras besaba a la ojimiel.- Me gusta que meceles. Eso quiere decir que me ves como algo serio.La rubia al escuchar estas palabras sonrió alegre mientras decía:-Sí, te veo como algo serio. Después de todo eres el padre de mi bebé ymi pareja. ¿Sí lo deseas? – Comentó Reiko.El pelirrojo al escuchar las palabras de Reiko sonrió ampliamente mientrascaminaba hasta la rubia y la abrazaba. Al tiempo que decía:-Reiko, sabes que te amo. ¿Quieres ser mi novia? – Preguntó el pelirrojosonrojado.Reiko sonrió tímidamente mientras se acercaba al pelirrojo y lo besabapara contestarle:-Sí, quiero ser tu novia.- Contestó la ojimiel.
Nagato se acerco a la rubia y con un dulce beso unieron sus labios paraluego separarse y salir rumbo al hospital.
Sakura contemplaba a los pequeños rubiecitos que definitivamente seveían lindísimos. Con una sonrisa recordó a sus hijos; pero rápidamentefue sacada de sus pensamientos al sentir los brazos de Sasukeabrazándola por la cintura. Sonrió mientras se giraba para besar a suamado; pero cuando estaba a punto. Sasuke la detuvo mientras le decía
-Oh, me parece que dejamos algo inconcluso.- Dijo Sasuke mientrasmetía a la pelirosa en un cuarto de mantenimiento.
Sakura se sonrojó al imaginar las claras intenciones de su esposo; peroapresar que le daba pena. No podía negar que la excitaba; el hecho quelos descubriesen. Ya en el interior del pelinegro besó con pasión a sumujer mientras esta se dejaba embriagar con las caricias del pelinegro.Sakura respiraba con dificultad; pero no dejaba de sentir una sensación decalor en la parte baja de su cuerpo. Sasuke levantó a la pelirosa mientrasesta enrollaba sus piernas alrededor de la cintura de su amado. Elpelinegro con agilidad levantó la falda de la ojiverde; al tiempo que movíasus pantaletas. Sakura espiraba excitada mientras besaba a Sasuke. Elpelinegro sostuvo con un brazo a la pelirosa mientras se sacaba sumiembro y de una estocada se entró en ella. El contacto hizo que ambosahogaran un fuerte gemido; los movimientos eran fuertes y seguidos.Sakura sentía que estaba en la gloria de todas las veces que había hechoel amor con su Sasuke esta era la primera vez que sentía el placer y laadrenalina mezclado. Con fuerte movimiento el pelinegro hizo que laojiverde alcanzara el orgasmo. Sasuke se movió un poco más para luegoalcanzar el placer. La pelirosa se bajó del pelinegro y con sensualidadmordió el labio de su esposo para luego decirle
Sasuke, espera que lleguemos a la casa.- Dijo sensual la ojiverde.Sasuke sonrió de lado al escuchar las palabras de su mujer y le contestó:-Ya quiero llegar.Sakura y Sasuke se disponían a salieron del cuartito de limpieza, cuandose estrellaron con una joven rubia. Ambos se disculparon, pero al ver dequien se trataba se pusieron serios. Sasuke y Sakura miraban serios aReiko y su acompañante. Fue la rubia la primera que hablo para decirle:-Hola, Sasuke y Sakura me gustaría hablar con ustedes. Si me lopermiten.- Dijo la rubia.
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¡Sasuke, no soy tu juguete!
Lãng mạnSasuke Uchiha es un chico acostumbrado a tener todo lo que desea. Pero que pasaria si un día descubre que por sus caprichos esta a punto de perder lo más bello que le dara la vida.