capitulo 54 déjame curar tu corazón

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  Sasuke besaba a Sakura con pasión mientras sus manos recorrían la espalda de la pelirosa. Con cada caricia la ojiverde enloquecía al punto que leves suspiros salían involuntariamente de sus labios. No sólo la pelirosa enloquecía con cada caricia ya que, Sasuke sentía que su cuerpo no podía aguantar más. Con agilidad fue desasiéndose de la ropa de Sakura. La pelirosa suspiraba con sensualidad excitando al pelinegro hasta el borde de la locura. Sasuke acostó a la ojiverde en la cama y con rapidez se deshizo de la última prenda que le quedaba a la mujer. El   

  azabache miró con lujuria el cuerpo de la ojiverde; pues se sorprendía que a pesar de sus embarazos su cuerpo había regresado a la normalidad. El azabache sonrió de lado de una forma muy sensual que excito a la ojiverde. Sakura al ver la mirada pervertida del pelinegro se sonrojo mientras decía:   

  -No es justo, yo estoy desnuda y tú no. – Dijo Sakura mientras se tapaba sus senos.-Hmmm, veo que te molesta eso. No te preocupes eso se puede arreglar.- Contestó el pelinegro sensualmente a la ojiverde.   

  El azabache se separó de la ojiverde y con una mirada arrebatadora se deshizo lentamente de su ropa. Pues le gustaba torturar a la pelirosa quien se comenzaba a sonrojarse al ver el cuerpo de dios griego que poseía el pelinegro. Después que Sasuke se quitó la ropa; se acercó a laojiverde para besarle sensualmente los labios. El pelinegro besaba apasionadamente los labios de la ojiverde mientras sus manos exploraban la hermosa anatomía de la pelirosa. Sakura estaba al borde dela locura; no podía creer que su amado fuera tan experto con sus manos.Las manos del pelinegro iba y venía por todo el cuerpo de Sakura. Sasukedis frutaba de cada suspiro de la pelirosa; pero a pesar que le fascinabaquería que ella le rogase por más. Así que, besó el cuello de la joven mientras empezaba a descender por el cuerpo de su mujer. Sakura gemía sin control; pues el pelinegro la estaba volviendo loca de placer. El Uchiha menor llegó a la entrada de la pelirosa y con suma delicadeza lamió el pequeño botón rosa. Sakura al sentir la lengua del azabache; no pudo evitar tensarse mientras gritaba:   

  Hmmm, Sasuke más. – Rogó Sakura  

  El pelinegro sonrió triunfante mientras volvía a su labor. Los gemidos de laojiverde inundaban el cuarto de la pareja. Sasuke por su parte sentía que no era justo que ella sólo disfrutara. Así que, con delicadeza apuró su labor; al punto que la pelirosa alcanzó su primero orgasmo de la noche.Sakura respiraba agitada debido al orgasmo y a los leves espasmos que sentía. Con sensualidad le sonrió al pelinegro que la miraba arrogante;para luego gatear como una gatita mientras se acercaba al oído delazabache para decirle:   

  -Ahorra verás.- Comentó la ojiverde.-Oh, ¿Qué me harás? – Preguntó retadoramente el azabache.-Hmmm, ya verás.- Contestó la pelirosa mientras suavemente masajeaba el miembro del pelinegro.  

  Sakura masajeaba el miembro de Sasuke con mucha sensualidad; pues quería tortúralo por unos minutos. El pelinegro por su parte suspiraba por cada caricia. No podía dejar de sentir que su respiración se alteraba. Por su parte la ojiverde se enorgullecía al ver la cara de satisfacción de Sasuke. El pelinegro estaba a punto de sentir un fuerte orgasmo cuando se percató que Sakura aceleraba sus movimientos mientras él lograba su orgasmo. Las respiración de ambos estaba muy acelerada, pero aún así no dejaban de estar lo suficientemente excitados. Al punto que el pelinegro miró a la ojiverde tiernamente para luego introducirse en ella.  

  AHHHHHHHHH, Sasuk e. – Gimió la ojijade.-Hmmm. – Dijo el pelinegro al sentir lo apretada que estaba su amada pelirosa.   

  Los movimientos comenzaron lentos y pausadamente para extender el placer. El pelinegro besaba a la ojiverde mientras la penetraba con sensualidad. Cada vaivén era una deliciosa tortura para los amantes.Sakura sentía que sí se prolongaba cada vez más perdería la cordura. Así que, suavemente apretó el firme glúteo del pelinegro haciendo que este acelerada las envestidas. Los movimientos eran cada vez más frenéticos;Sakura sentía que estaba al borde del orgasmo. Aruñaba la espalda del pelinegro a causa de los incontrolables espasmos. No podía aguantarmás; pero no sólo la ojiverde estaba a punto de tocar el cielo el azabacheno estaba lejos de ello también. Sasuke aceleró de una forma sobre humana los movimiento y en una última estocada llegaron juntos al orgasmo. El pelinegro salió con suavidad del interior de la pelirosamientras la atraía a él para besar la. Sakura miraba con amor al pelinegro mientras correspondía al tierno beso. Sasuke sonrió mientras le decía  

  -Sakura, tuve mucho miedo de no estar con ustedes. – Dijo el pelinegro.-Ya basta, lo importantes es que estas a nuestro lado.- Comentó Sakura.-Sí, no pienso dejarlos nunca más. Quiero que tú y yo envejezcamos juntos. – Comentó Sasuke mientras besaba a la ojiverde. Y juntos caían profundamente dormidos.   

  Nagato llegaba junto a Yahiko a su casa. Al ingresar el pelirrojo se asustó al no escuchar ningún ruido; así que, rápidamente caminó hasta su cuarto para ver cómo estaba la rubia dejando a Yahiko a trás. Al entrar se asustó al no verla; pues no sabía donde se podría encontrar. El pelinaranja no demoró mucho en alcanzar a su amigo en la habitación. Nagato al ver su  

  cuarto vacío temió que Reiko se hubiese ido. Así que, le pidió a su amigo que lo ayudasen a buscar la ojimiel. Yahiko aceptó y junto emprendieronla búsqueda. Ambos hombres habían buscado casi en toda la casa sólo hacía falta la cocina. El pelirrojo tenía el corazón en la boca; pues no quería que la rubia se fuese de su lado. Abrió la puerta de la cocina lentamente para revisarla; pero al abrirla se encontró a la rubia desmayada en el piso. Nagato corrió hasta su lado y con delicadeza la cargo de regresó a su cuarto. Ya en la habitación Yahiko se acercó a Reiko para hacer que recobrara la conciencia. La rubia fue despertandolentamente mientras se agarraba la cabeza. Al recobrar el conocimiento por completo; miró a los hombres para luego decir:   

  ¿Qué me paso? – Preguntó la mujer.-Te encontramos desmayada en la cocina.- Respondió Nagato.-Oh, ya recuerdo.- Dijo la rubia.-Reiko, que hacías allí. Te pedí que me esperaras en el cuarto hasta que regresara con Yahiko.- Comentó el pelirrojo con preocupación.-Sí, lo sé y lamento haberte preocupado. Pero me dio sed y fui a buscar agua.- Contestó la ojimiel.-Tranquilo. Nagato. Lo importante es que Reiko esté bien. – Alegó el pelinaranja.-Sí.- Dijo el pelirrojo mientras suspiraba.-Reiko, voy a revisarte.- Dijo el pelinaranja mientras se acercaba la  rubia.Yahiko revisó a Reiko con cuidado y miró al pelirrojo serio para luego mirara la rubia y decirle:   

  Reiko, puedes tomar esto. – Dijo Yahiko mientras le extendía una cajita a lamujer.-¿Por qué me das esto? – Preguntó la rubia sabiendo de que se trataba.-Bueno, tengo la sospecha que estas embarazadas. Así que, quiero que te hagas la prueba.- Contestó el pelinaranja.Reiko miró por unos segundos a Yahiko para luego ver a Nagato y así entrar en el baño. La rubia salió después de diez minutos del baño sería.Esta actitud extraño a los hombre quien la miraron serios. Fue Yahiko quien hablo primero.-Reiko, ¿Qué pasa? – Preguntó el pelinaranja.  

  La rubia no respondió sólo le entregó la prueba. El joven al recibirla las miro y con una sonrisa dijo.-Felicidades estas embarazada Reiko.- Comentó el médico.Reiko desvió la mirada mientras quedaba en silencios. Nagato al escucharla noticia se sentía el hombre más feliz del mundo; pues adoraba la idea que ese bebé fuese suyo. Pero su sonrisa se fue en el instante que miró la seriedad de la rubia. El pelirrojo comprendió que cabía la posibilidad que ella no quisiese al bebé; este pensamiento lo entristeció.-Reiko tal vez no lo quiera. – Se dijo Nagato.El pelirrojo estaba sumido en su pena; cuando escuchó a la rubia que decía:-No, creo merecerme este bebé.- Comentó la ojimiel.Nagato miró a la rubia para decirle.-¿Por qué lo dice? – Preguntó el pelirrojo.-Yo no he sido una buena persona. No lo merezco.- Contestó la rubia.-No digas eso. – Comentó Nagato.-No tienes que decírmelo por lastima.- Comentó Reiko.   

  Nagato sonrió y con dulzura le dijo.-Cuando entenderás Reiko que no es lástima. Cuando entenderás que te amo desde que éramos unos niños. Nunca me interesó tu físico, lo que más me importaba eras tú. Esa hermosa personalidad que fusteperdiendo con los años detrás de esa coraza dura que te hiciste. Te amo Reiko y siempre lo he hecho. Este bebé es fruto del amor que te tengo; por favor déjame conocerlo.- Comentó el pelirrojo mientras ponía su mano en el vientre de la rubia.Reiko sonrió y con timidez asistió. Nagato miró a la rubia y por un impulso la beso. En un principio le rubia se sorprendió, pero rápidamente correspondió al beso con igual pasión. Nagato y Reiko se separaron alescuchar que Yahiko tocia para decir.  

  -Creo que lo mejor será que me vaya. – Dijo el pelinaranja mientras salió del cuarto.El pelirrojo y la rubia se miraron sonrojados por un tiempo. Hasta que Nagato dijo:-Reiko, déjame curar tu corazón con mí amor.- Dijo el pelirrojo.La rubia sólo le sonrió mientras le daba un rápido beso en los labios.   

¡Sasuke, no soy tu juguete!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora