capitulo 44 luz y oscuridad

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  Nagato se movialentamente en la cama en búsqueda del calor de la rubia.Con mucho cansancio abrió lentamente sus ojos; el pelirrojo parpadeo un par de veces mientras se acostumbraba a la luz de la luna que se colaba entre las cortinas. Suspiró al no encontrar a su lado a Reiko; así que, se incorporó con cuidado al tiempo que la sabana se corría mostrando un torso bien marcado. Nagato se levantó de la cama y caminó a la puerta para abrirla; pero cuando estaba a unos escasos pasos de la puerta. Esta se abrió dejando ver a una ojimiel completamente desnuda. En ese instante el pelirrojo no pudo evitar sonrojarse. Ver esta reacción provocó una sonrisa en el rostro de la ojimiel quien dijo:  

  -Nagato, ¿Aún te sonrojas al verme desnuda? – Dijo la rubia.-Reiko, deja de molestar. – Respondió el pelirrojo mientras desviaba la mirada.-Hmmm, te ves tierno cuando te pones así. – Comentó la rubia.- Reiko, ¿Dónde estabas? – Preguntó Nagato.-Oh, estaba haciendo una llamada. – Dijo Reiko.-Reiko, ¿Por qué sigues detrás de Sasuke? – Preguntó el pelirrojo sin dejarde mirar a la rubia.- Bueno, porque es ideal. – Dijo la rubia.-No es una respuesta buena. – Dijo molesto el pelirrojo.-Nagato, ¿Nunca te conté como era de joven?- No, ¿Por qué? – Preguntó el pelirrojo.-Porque será un buen momento para hacerlo. – Comentó Reiko.   

  Flashback   

  Una joven rubia corría por los pasillos de la Universidad Nacional de japon. No podía creer que llegaría tarde el primer día de clases. Su respiración estaba agitada por subir las escaleras estaba a punto de llegar cuando choco contra algo duro. Del fuerte impacto cayó sentada en el piso mientras se tocaba la nariz.-Aouch, mi nariz. – dijo la rubia.- ¿Estás bien? – Preguntó la cosa con la que se había estrellado.-Sí. – Respondió la ojimiel mientas miraba a eso con lo que se había golpeado.La rubia al arreglarse las gafas pudo distinguir la silueta de un joven pelinegro con mirada profunda.-Discúlpame, no te vi. – Dijo la rubia con un leve sonrojo.-No te preocupes. – Comentó el pelinegro para luego ayudar a Reiko a levantarse. – Mi nombre es Sasuke Uchiha- Y soy Rei...La rubia no pudo terminar de decir su nombre; pues unos jóvenes gritaron:  

  Sasuke, no pierdas el tiempo con una mujer tan fea.Reiko al escuchar eso no pudo evitar entristecerse mientras salíacorriendo directo al baño. Sasuke se puso serio mientras decía.-Que más le da si yo gasto mi tiempo. – Contestó el azabache molesto.La rubia llegó al baño con lágrimas en los ojos. Por un instante se contemplo en el espejo; debía admitir que no era muy bonita. Y para terminar de rematar usaba esa ropa tan horrible; pues su familia no tenía dinero. La única razón por la cual estudiaba en la Universidad era graciasa una beca. Sonrió al recordar que como el hombre más apuesto que había visto en su vida se había preocupado por ella.-Es lindo. – Dijo Reiko con un aire soñador.Los años pasaron y con ello la rubia fue cambiando al punto que no quedaba rastro de aquella horrible joven universitaria. Por el contario ahora era una mujer muy sensual capaz de derr etir cualquier hombre.Reiko caminaba por el museo británico cuando se encontró con guapo hombre pelinegro. Por un instante la joven sintió que esa mira ya la conocía; pero fue hasta que él se acerco. Cuando descubrió que se trataba del mismo joven que ella había conocido en la universidad; por un instante deseo que Sasuke la reconociera. Pero parecía que no la recordaba. Se sintió decepcionada por milésimas de segundo; pues debía admitir que no le extrañaba que no la recordase. Reiko se sentía miserable;pero todo cambió cuando Sasuke le preguntó  

  ¿Puede invitarte un café? – Preguntó Sasuke.- Sí. – Respondió alegre la rubia.Las salidas con Sasuke se volvieron frecuentes. Llegando a un punto donde de simples cenas pasaron al algo más. Sus encuentros eran fogosos y llenos de pasión. Reiko se sentía la mujer más afortunada del mundo; pues tenía a su lado al primer hombre que la había distinguidopor lo que era. Su felicidad era casi completa hasta que esa mañana soleada recibió la mejor noticia del mundo. La rubia había ido al médico;pues se sentía mal desde hace unos días.-Felicidad. – El médico con una sonrisa  

  ¿Felicidades? – Repitió extrañada la ojimiel.-Va ser mamá. – Comentó el doctor.Reiko sintió que su vida era perfecta. Alegre llegó al apartamento que compartía con el pelinegro; sin embargo, al entrar encontró a Sasuke empacando.-Sasuke, ¿A dónde vas? – Preguntó la rubia.-Me voy. – Dijo el azabache. – Regreso a Japón-¿Por qué? – Dijo la ojimiel.- Tengo todo allá. Además ya termine todo aquí. – Comentó el pelinegro.-¿Nosotros? – Preguntó triste Reiko.-Creí que tenias claro que era algo pasajero. – Dijo el azabache algo mal.-¿Aún no olvidad a Sakura? – Preguntó la rubia.Sin embargo, Sasuke no respondió sólo se limito a salir del apartamento.Reiko se quedo por unos segundos triste; pero decidió no darse por vencido necesitaba decirla al pelinegro que tendría un hijo junto. La rubia corrió para alcanzar al pelinegro. Al llegar vio como él se alejaba en un taxi; sin embargo, al cruzar la calle no se fijo que un auto venía a toda velocidad arrollándola. Reiko despertó en el hospital, al tratar de incorporarse sintió un fuerte dolor en su abdomen que la hizo gritar. Una enfermera llego mientras le decía:-Por favor, no se levante. – Dijo la enfermera.-Mi bebé, ¿Está bien? – Preguntó la rubia.-Lo lamentó pero usted lo perdió. – Dijo con tristeza la joven mujer.   

  Fin . Flashback 

-Reiko, lo lamento. – Dijo Nagato mientras se acercaba a la rubia.

.No necesito tu lastima. – Comentó la ojimiel molesta.

-Reiko, no es eso. – Dijo el pelirrojo.

Sasuke estaba en el cuarto  de Sakura sujetando su mano mientras decía:

-Sakura, no me dejes. Lucha por ti y los bebes. – Dijo el pelinegro entre

lágrimas.

La pelirosa movía pesadamente sus parpados mientras decía:

-¿Sasuke?

¡Sasuke, no soy tu juguete!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora