capitulo 55 Asami!

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  Después de un mes del incidente con Reiko; Sasuke se había recuperadopor completo. Tanto así que el pelinegro se había enfocado en planificar asu pequeña Asami, como la había llamado.  

  Sasuke, no puedo quedar embarazada. – Dijo la pelirosa seria mientrasalimentaba a Takeshi.-¿Por qué no? Yo quiero una niña igualita a ti.- Comentó el azabache conun puchero.-Sasuke, ¿Y si son gemelas? – Preguntó la ojiverde tratando de persuadira Sasuke de su idea.-Oh, no importa. Eso sería mejor.- Contestó con alegría el Uchiha.-Claro, como tú no cargas la barriga nueve meses. – Contestó molestaSakura.-Sakura, no seas así. Compláceme.- Dijo el pelinegro con cara de gatitotierno.-No, es fácil pedirlo; pero tú no lo cargas.- Comentó la pelirosa.Sasuke estaba a punto de recurrir a su arma secreta; cuando tocaron a lapuerta. Sakura caminó hasta la entrada y con suavidad la abrió. Al mirarquien era. Se sorprendió al ver que se trataba de su suegra.-Hola Sakura-chan.- Dijo cordialmente la pelinegra.-Hola Mikoto-san. – Contestó la ojiverrde.-Oh, no puedo creer dos embarazo y cuatro hijos. Y tu cuerpo sigue igualde lindo. No parece que tuvieses hijos. - Comentó Mikoto mientrasreparaba a la ojiverde.-Muchas gracias Mikoto-san.- Contestó la ojiverde sonrojada por elcomentario  

  La madre del pelinegro entró a la casa mientras se acercaba a sus nietos.-Oh, están hermosos.- Comentó la mujer mientras miraba a los pequeños.-Sí, madre están hermosos.- Dijo orgulloso el azabache.-Sakura, me gustaría llevar a los pequeños a pasear.- Comentó la mujercon una sonrisa.-Claro, ¿Pero no será mucho para usted?- Preguntó la pelirosa.-No, para nada. Kushina y yo llevaremos a los niños. – Dijo la pelinegra.-Oh, entonces no hay problema mamá. Puedes llevártelos.- Dijo conmalicia el pelinegro.Sakura al ver a Sasuke tan alegre supo que él tramaba algo. Así que, seapresuro a decir:  

  -¿No quiere que la acompañe?- Preguntó Sakura.-No.- Contestó la madre de los Uchiha al tiempo que ponía a lospequeños en un cochecito y se los llevaba.Sasuke y Sakura se quedaron a solas. Y por primera vez la pelirosa sesentía incomoda con el hecho que el pelinegro estuviese con ella. Sasukesonrió de lado como siempre lo hacía cuando planeaba algo. El pelinegrose acercó a su mujer y c on sensualidad le dijo:-Te amo Sakura, no te pienso obligar. Pero me gustaría que cuando estéslista tengamos una niña.- Dijo el pelinegro mientras besaba la frente deojiverde.Sakura parpadeó por un par de  v eces para decir:-Te amo y no te preocupes. Tendremos a la niña cuando sea el momento.-Comentó la pelirosa con una sonrisa.-Sakura, ahora que estamos solos. ¿Por qué no aprovechamos que losniños se fueron y nos damos un relajante baño juntos? – Comentó elpelinegro.-Claro, ahora que lo pienso desde hace casi un mes no podemosbañarnos calmad amente.- Contestó la ojiverde feliz.-Voy a preparar el baño.- Dijo el pelinegro mientras caminaba al baño.   

  La pelirosa no demoró mucho para alcanzar al pelinegro en el baño. Alentrar encontró metido al pelinegro en la bañera. Sakura se sonrojo unpoco al mirar el sensual cuerpo de su esposo; no podía negar que esetorso bien formado la volvía loca. El pelinegro sonrió de lado al mirarcomo la ojiverde se lo comía con la mirada. Así que, con muchasensualidad le dijo:   

  Hmmm, ¿Te gusta mucho lo que ves? – Preguntó el pelinegro.-Podría ser.- Dijo la pelirosa mientras se deshacía de su toalla.Sakura se quitó su toalla y con delicadeza se metió en la bañera mientrasle sonreía al pelinegro. Sasuke tragó corto al sentir como la pelirosa sesentaba entre sus piernas dándole la espalda. Sentir el aroma de Ûoresque desprendía su amada le fascinaba. Así que, como un reflejo la abrazomientras le decía:  

  Sakura adoro tu aroma a flores.- Dijo el pelinegro mientras besaba labase del cuello de la pelirosa.-Hmmm, Sasuke. Adoro que hagas eso.- Comentó la ojiverde con los ojoscerrados.-Sakura, no pienso dejar que te me escapes.- Dijo el pelinegro mientrasbesaba a la ojiverde.Los besos cubrían los cuerpos de los amantes al punto que lasensualidad, el deseo y el amor se mezclaba con el aroma de lasburbujas. Con suma delicadeza Sakura se preparó para cabalgar a suamado Sasuke. La unión de los cuerpos fue de una sola estocada; la cual,produjo que ambos gimieran al unísono por el contacto. Los movimientosempezaron suaves para pronto convertirse en fuertes estocadas. Concada vaivén los amantes sentían que estaba a punto de tocar el cielo.Sasuke aceleró lo más rápido que pudo sus mo vimientos; pues sentía quela pelirosa estaba a punto tener un orgasmo. Pero cuando estaba a puntode culminar; el teléfono sonó dejando un mensaje.   

  -Teme soy Naruto. Hay una reunión de improviso y necesitamos que estésen la construcción. – Dijo el rubio.El pelinegro suspiró molesto; pues la pelirosa se le había escapadomientras decía:-Sasuke, en la noche terminamos.- Comentó la pelirosa mientras se vestía.Sasuke miró con triste a la pelirosa que salía del baño y con enojo maldijoal rubio.-Dobe, esta me las pagas.- Se dijo el pelinegro.Ya vestido Sasuke, se despidió de Sakura mientras salía rumbo a sutrabajo.   

  Reiko miraba las cunitas para el bebé desde su computadora. Aún nopodía creer que estuviese embarazada. Pero a pesar de la sorpresa de suembarazo se sentía la mujer más feliz del mundo. Nagato se había  

  comportado de maravilla con ella. Siempre la complacía con cada uno desus antojos; además, estaba muy pendiente de la cita con la ginecóloga.Reiko suspiró mientras veía una preciosa cuna blanca.-Hmmm, creo que esta me gusta mucho.- Se dijo la rubia.-Sí concuerdo contigo.- Comentó la conciencia.-Oye creo que Nagato se esta demorando.- Dijo Reiko.-Oh es verdad. Creo que nos estamos empezando a corresponder sussentimientos. Ya nos preocupamos cuando se demora. – Alegó laconciencia.-Sí.- Respondió la ojimiel sonrojada.Reiko seguía sumergida en sus pensamientos hasta que escuchó que lapuerta se abría. La rubia permaneció acostada en la cama esperando queel pelirrojo entrase. Nagato abrió la puerta y con una sonrisa se acercó ala ojimiel para decirle:-¿Cómo has estado? – Preguntó el pelirrojo.-Bien.- Contestó la rubia sonrojada.-Bueno me voy a bañar. Para luego hacer el almuerzo.- Comentó Nagatomientras se quitaba el saco para luego quitarse la camisa  

  Reiko miraba al pelirrojo con detenimiento; prestando mucha atención acada movimiento del hombre. Nagato sonrió con sensualidad al ver que larubia lo miraba; rápidamente se acercó para darle un beso. Reikocorrespondió a los besos de Nagato; pues no podía negar que lefascinaba como besaba. Nagato besaba a la rubia mientrasinstintivamente se colocaba encima de la ojimiel. La rubia acariciaba laespalda del pelirrojo mientras se este le quitaba la ropa. Pronto la ropa deambos desapareció de sus cuerpos. Dejándolos desprotegidos y amerced del otro. Nagato se sonrojo mucho al ver como la cara de Reikose tenía de un tono carmesí por sentir el miembro del hombre yadespierto y palpitante  

  Lo siento.- Dijo Nagato mientras se separaba de la rubia.-No tienes que sentirlo; yo también lo quiero.- Comentó la rubia mientrasdesviaba la mirada sonrojada.Nagato sonrió y con dulzura hizo que Reiko lo mirase por unos segundospara luego decirle:  

  -Iré despacio; me dices si te lastimo.- Comentó el pelirrojo mientrasbesaba a la rubia con mucho amor.   

¡Sasuke, no soy tu juguete!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora