¡Sasuke, no soy tu juguete!

capitulo 56 Nacimiento: Hinata y Taichi

  Nagato besaba los labios de la rubia; haciendo que esta suspirasesensualmente. Las manos del pelirrojo recorrían las largas y torneadaspiernas de la ojimiel; logrando que en cada caricia se excitaba cada vezmás. Nagato viendo la expresión de la rubia no pudo evitar sonrojarsemientras le decía dulcemente:  

  -Te amo y deseo hacerte feliz siempre. – Comentó el pelirrojo.-Yo espero ser capaz de hacerte feliz.- Con testó la rubia mientras besabaa Nagato.  

  Los besos subían su intensidad cada vez más. A tal punto que los besos ycaricias entre ambos amante se volvieron insuficiente para demostrarsesu amor. Nagato con suavidad se colocó entre las piernas de la ojimiel.Reiko al sentir el contacto del miembro del pelirrojo no pudo evitarsonrojarse notoriamente; pues a pesar que se conocían desde pequeñosnuca había podido evitar sentirse indefensa delante de él. Con delicadezael pelirrojo tocó con su dedo la intimidad de la rubia; haciendo quedoblase la espalda por el sensual contacto. Complacido con la reacciónse dispuso a lamer el punto de placer de su amada. Con sensualidadlamió el clítoris de la mujer mientras esta sólo gemía sin control. Reikosentía que podía tocar el cielo con las manos y en un último movimientoel pelirrojo logró que Reiko tuviese su primer orgasmo. La rubia respirabaagita; pero estaba dispuesta a regresarle el favor a Nagato. Con sumaagilidad agarró el miembro del hombre; el cual estaba muy alegre. Reikoacarició en totalidad la hombría del pelirrojo mientras él cerraba los ojospor el placer. Reiko continuaba con su labor hasta que sintió como elmiembro del pelirrojo palpitaba indicando que estaba a punto deculminar. Un par de movimientos más y Nagato logró tener su primerorgasmo y con la respiración agita. El pelirrojo se dispuso a consumar suacto de amor con la rubia. Se besaron dulcemente mientras se unían enuno sólo. Al sentir el contacto ambos gimieron al unísono. Losmovimientos empezaron lentos para rápidamente aumentar la velocidad.El pelirrojo se limitaba lo más que podía ya que, no quería hacerle daño ala ojimiel. Por su parte Reiko deseaba que el pelirrojo no se contuviesetanto.   

  HMMM, ¿Por qué te contienes Nagato? – Preguntaba la ojimiel.-Está tratando de no lastimarnos.- Contestó la conciencia.-Pero no debería contenerse.- Comentó la Reiko.-Lo sé, creo que tendremos que demostrárselo.- Comentó la conciencia.Reiko besó con pación al pelirrojo mientras decía con dificultad  

  -Por favor mi amor no seas tan gentil.- Dijo entre jadeos la rubia.Nagato al escuchar las palabras de la rubia se sintió muy feliz y conagilidad la envistió con más rapidez y fuerza. Las envestidas llevaban a losamantes al orgasmo y en un último movimiento ambos lograron sentir elmayor placer. Nagato se mantuvo quieto por un par de segundosmientras trataba de regular su respiración. Ya más calmado salió  

  lentamente de la rubia mientras la besaba. Con ternura la atrajo a élmientras le decía:-Te amo Reiko.- Comentó el pelirrojo.-Yo te amo.- Contestó Reiko.Al escuchar las dulces palabras de la ojimiel, el pelirrojo sonrió alegremientras le decía:-Se que has sufrido; pero yo pienso borrar todo tu dolor conmi amor.-Comentó Nagato.-Yo confío que lo harás.- Contestó la rubia con una sonrisa.El pelirrojo volvió a besar a la ojimiel para luego dormir juntos abrazados  

  Sasuke llegaba algo molesto a la reunión. Al entrar se encontró conNaruto quien le sonrió cordialmente.-Teme, Buenos días.- Comentó alegre el rubio.-Hmmm. – Se limitó a contestar el pelinegro.-Baka me dañaste mi encuentra con Sakura. esta me las pagaras.- Dijo laconciencia del azabache.-Oh, ¿Qué te pasa? – Preguntó extrañado el ojiazul.-Nada.- Contestó el azabache.- ¿Ya llegaron todos para que empieces lareunió?-Sí, sólo faltabas tú.- Contestó serio Naruto mientras caminaba hasta lasala de reuniones.El pelinegro de muy mal humor ca minó de tras del rubio.   

  Sakura arreglaba la casa cuando llamaron a la puerta. Rápidamente lapelirosa abrió la puerta viendo que se trataba de Hinata e Ino.-Hola.- Dijo la pelirosa con una sonrisa.-Hola Sakura-chan.- Contestó pausada la ojiperla.-Hola.- Dijo Ino mientras abrazaba a su amiga.-Pasen.- Comentó la pelirosa mientras se movía para darle paso a susamigas.Ino e Hinata entraron muy alegres a la casa de la pelirosa; pues teníanmucho de qué hablar.-Sakura, ¿Cómo es lidiar con cuatro bebes? – Preguntó la rubia.-No es fácil; pero cada sonrisa de tus hijos vale la pena. Pero enserioadoro cuando Saito y Misaki me dice mamá.- Comentó con ilusión laojiverde.-Oh, en eso te entiendo Sakura-chan. Cuando Hisaru me dice mamá escomo sí el sol saliese.- Dijo la ojiperla.-No puedo esperar para que mi pequeño Itsuki me diga mamá.- Dijo conilusión la rubia.-¿Dónde dejaron a los niños? – Preguntó la ojiverde.-Oh, fácil Mikoto-san y mi madre se los llevaron.- Contestó Ino.-Ya veo.- Comentó Sakura. – Así que, estoy es una reunión solo de chicas.-Sí.- Contestó Hinata.-Bueno iré preparar té.- Dijo la pelirosa mientras iba a la cocina.-Ok, mientras yo buscare las galletitas que traje.- Comento la ojiperla.Sakura no demoró mucho en traer el té. Así que, tan pronto estuvo devuelta las mujeres comenzaron a hablar muy alegremente. Ino no parabade hablar sobre lo mucho que le gustaba ver a Itachi tan pendiente de ella.Algo que hacía que la ojiverde sonriese. Sin embargo, Hinata parecía máscallada de lo normal.   

  -Hinata-chan, ¿Te encuentras bien? – preguntó la pelirosa.-Sí. – Contestó la ojiperla muy paus adamente.-¿Enserio? – Comentó Ino algo incrédula.-Estoy bien.- Dijo Hinata casi jadeando.  

  Oye Hinata ya pensaste en el nombre de tu pequeño.- Dijo Sakura.-Si, Naruto y yo ya lo decidimos se llamara Taichi.- Comentó con unasonrisa la peliazul.-Muy lindo.- Comentó la ojiverde.-Sakura-chan, ¿Me puedes prestar el baño? – Preguntó Hinata sonrojada.-¿Cuñada te sientes bien? – preguntó la rubia al ver sonrojada a la ojiperla.-Sí.- Contestó Hinata.La ojiperla caminaba hacía el baño cuando se detuvo para decir:-Amigas necesito que me lleven al hospital acabo de romper fuente.-Comentó Hinata mientras sentía una fuerte contracción.