Capítulo 13

7.8K 284 26
                                    

—Sé que estás relajada en esta posición, Bambi, pero hay que volver a casa, ya está haciendo un poco de frío—Damon secretea en mi oído y yo deshago el agarre con mis piernas.

—Voltéate—susurro despacio cuando llegamos a la orilla del lago.

—Bien—parece tan tranquilo ahora que las mariposas en mi estómago revolotean vueltas locas.

—Ya terminé—aviso y él se devuelve a mí de igual manera completamente vestido.

—Vamos sube, está haciendo cada vez más frío—yo subo en la cuatrimoto y lo abrazo por la cintura, su cuerpo emana calor y me abrazo más a él. Cierro los ojos suspirando y recuerdo todo lo que sucedió en ese lugar, todo parecía tan mágico y excedente de mis sentimientos que apenas puedo contener, quisiera correr, gritar y reír a todas las personas del mundo que este hombre no es la persona malhumorada que aparenta ser.

—Llegamos—yo bajo de la cuatrimoto y camino hacia mi cuarto, fue un buen día, pero todo tiene que terminar, no imagino como serás los próximos días para nosotros dos ahora que estamos alguna manera enlazados, por llamarlo de alguna manera. Las mariposas siguen ahí y me siento feliz, sonrío en secreto casi al llegar a mi habitación.

— ¿A dónde vas?—Damon ruge despacio.

—A mi habitación a dormir—respondo roja de las mejillas, ahora todo el lugar tiene luz, siento que moriré ahora de vergüenza, he estado con el de una manera tan íntima como no estuve nunca con nadie, no sé cómo actuar o que decir ahora.

—Hoy vas a acostarte conmigo—declara y mi corazón parece detenerse, mi estómago recibe un golpe y en mi cuello se hizo un nudo

— ¿Acostarme contigo? Damon, creo que es demasiado rápido, yo... emm... y-yo soy, ya sabes, y no tengo experiencia y no sé, esto es demasiado rápido para mí y...—me apresuro a decir lo que pienso y las palabras salen atropelladamente, no puedo acostarme con él, no es que no quiera pero es muy pronto, yo no tengo experiencia sexual y él tiene sexo con cuatro cada día.

—A dormir, descansar. No a las perversiones que tu cabeza ha comenzado a idear. ¡Dios te lo dije! Debiste ver tu cara, eras como un Bambi—él ríe y da un pequeño beso a mi nariz, el pequeño gesto hace que me den ganas de llorar de felicidad y abrazarlo, como un "abrazo de oso", soy patética, lo sé, pero no puedo evitarlo.

—Oh, está bien... iré por mi pijama y vuelvo—caminó a mi habitación y me pongo él pijama rosa compuesto por un short y una blusa y me hago una coleta, me aplico un poco de crema olor a chocolate para mi cuerpo y me hecho un último vistazo en el espejo.

Crucé el pasillo silenciosamente y toco su puerta, después del delante de Damon, camino a la cama y me siento en una esquina, sin saber qué hacer, o si decir algo.

—Sube Bambi, aquí—golpetea la cama, a su lado, en señal de que me quiere ahí, me levantó y camino para rodear y llegar hasta allí, me acomodo boca arriba.

—Ésta cama es más grande que la mía—hablo despacio y miro al techo insegura de verlo a los ojos.

—Sí, lo es. ¿Te gustó lo de hoy?—él pregunta y pasa un brazo por debajo de mi espalda, volteándome de lado hacia él, cómodamente acomodo mi cabeza en su pecho y recargo una mano en su estómago, los latidos de su corazón son tan tranquilos que me encuentro envidiosa de ellos.

—Sí, la laguna es hermosa, puedo imaginarme a alguna madre con sus hijos corriendo por ella, junto con sus salvavidas inflables riendo y jugando, el agua era muy cristalina además.

—Lo que sucedió entre nosotros, ¿Te gustó?

Él parece tímido por primera vez desde que lo conozco, le dedico una pequeño sonrisa.

Es MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora