- ¿Puedo pasar? -Damon pregunta con su ceño fruncido y su boca apretada. Asiento con la cabeza y él pasa. -He traído el almuerzo.
Deja la bolsa azul sobre la mesa y mete sus manos en los bolsillos delanteros de sus jeans.
-Bien. -respondo aun adormilada. Camino hacia el refrigerador y saco dos jugos de naranja en caja.
Él los mira fijamente, aunque pareciera que no lo hace y se encoje de hombros. Seguramente pensando que no le gustan, pero tendrá que tomarlo.
Saco un sandwich y comienzo a comer. Está muy bueno la verdad.
Después de unos segundos de incómodo silencio él decide comenzar a justificarse.
-Sofía, sé que me comporté como un jodido idiota y tal vez te asusté, pero debes comprender que no puedes ir por el jodido mundo queriendo responder llamadas de otros.
Bien, no quería hablar del tema, pero si pretende decir que estoy mal por dudar, está muy equivocado.
-Eso no me interesa. ¿Quién es Daisy, Damon? -dejo el sandwich que ahora no es apetitoso y tomo un trago al jugo. Damon me mira en silencio y pasa más de lo normal masticando la comida.
- ¿Quieres ir directo allí en este instante? -él pregunta irritado.
-Sí, responde mi pregunta, ya. -respondo igual de fastidiada.
Su mirada se descoloca igual que más temprano y termina de pasar la comida.
-Bien. -resopla y deja el sandwich en la mesa. Está retrasando las cosas.
-Habla. No entiendo como pretendes que no desconfíe de ti si siempre pasan cosas así. -presiono un poco más y aprieta los ojos.
-Daisy es una chica del congelador. -él dice con un bufido y mi corazón late con rapidez. Se ha acostado con ella.
No debería asombrarme, pero me asquea.
- ¿Por qué llamó? -pregunto despacio y él desvía la mirada.
-No lo sé. -responde entre dientes, no queriendo contestar.
- ¿Estás seguro? La vez pasada, en el auto, ¿fue ella quién te llamó? Fue a ella a quién le depositaste el dinero, no es así. -siento que mis manos sudan.
-No.
Dejo que los segundos pasen y niego con la cabeza, poniéndome de pie.
-No va a funcionar, tal y como lo veía venir. -me alejo de la mesa y él de inmediato se pone de pie.
- ¿Podemos dejarlo ir por ésta vez? -niego con la cabeza y sonrío con burla.
- ¿Sabes qué? Quería ir al grano de todo ésto, pero ahora tengo una inmensa curiosidad y no pienso hablar contigo si no es para que me expliques esa llamada, ¿entiendes?
Salgo de la cocina enfadada y él me sigue como un pequeño animalito siguiendo a su mamá.
-Diré la verdad. -su voz me incomoda y me detengo.
-Bien, habla.
Él se sienta en el colchón, quedándo frente a mí pero más abajo. Mira a todas partes, incluso a Alaska, pero no a mí.
-Daisy... -suspira y soba el puente de su nariz. -Ella sólo es una puta del congelador que me follé varias veces, estuvo insistiendo en que nos viéramos pero no acepté.
Él se encoge de hombros. Sé que él ha hecho cosas con otras mujeres, pero duele.
- ¿A dónde fuiste? -él me mira por fin y me sonríe.
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Es Mío
ChickLitSus ojos, sus manos, su boca mal hablada; han venido a sacudir mi vida como nadie. Amor, sudor, pasión, llanto, risas, dolor, alegría mentiras. Todo en un mismo huracán. Todo en un mismo hombre. El dice que soy suya en cuerpo y alma y sé que es así...