¡Hola!
Hoy, cuando iba rumbo a casa, he visto caminar por la calle a un chico lleno de tatuajes, vestido de negro dando un paseo con su perro. Un pastor alemán. Y era idéntico a como imagino a Rodo, entonces mi imaginación voló. Fue curioso.
Ya sé, este no es un capítulo. ¡Lo siento! Estoy atravesando el fin de semestre y me he saturado de trabajo, más un viaje pendiente, entonces no puedo actualizar. Dame un par de días mas y subiré los siguientes dos capítulos de la historia, quizá tres,para compensar.
Nunca había avisado,pero ahora que sé que hay quienes me leen, creo que debo avisarles.
Gracias por venir.
:)
Helena.
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A Fuego Lento
RomanceElla constituía una verdadera fuente de alegrías y sonrisas para lo que siempre consideré un corazón muerto, un cuerpo sin vida, un autómata sin destino. Venía corriendo a mis brazos a la primera oportunidad; los amaneceres más bellos se resumían a...