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-Duff, ya se está haciendo de noche, ya tenemos que irnos.-
-Espera un rato, tengo que acabar de planchar el cabello de Slash.-
-Pero prometiste que me llevarías al cine...-
-Ya lo sé, aún es temprano.-
-No es verdad, la película empezó hace diez minutos.-
-Agh, puedes ir tú solo.-
-Pero hiciste una promesa de mejores amigos...-
-Te doy cien dólares, pero ve solo.-
-Yo te voy a dar el premio por ser el peor mejor amigo que he tenido en mi vida.-
-Cálmate dramático de mierda, anda, ya ve.- Duff me da un billete de cien dólares y me hace una seña para que salga de allí. De todas formas puedo usar esto para comprar popcorns para mí solo. Voy a la sala con Axl, que está viendo la televisión. En cuanto me ve, rueda los ojos.
-Axl...- Digo sentándome a su lado. El se recorre hasta el otro lado del sillón para estar lejos de mi.
-Qué quieres.-
-¿Quieres ir al cine conmigo?-
-No.-
-Pero yo te voy a comprar dulces y ya tengo tu boleto.-
-Dije que no.-
-Por favor Axl...-
-No. Déjame solo, estoy viendo la televisión.-
-Vale... Gracias...- Dicho esto, me levanto y voy a la habitación de Izzy, quien está acostado en bóxers sobre su cama mirando el techo.
-Izzy...-
-¿Qué pasa?-
-¿Podrías llevarme al cine?-
-No puedo Steven, estoy ocupado.-
-Pero estás acostado y no estás haciendo nada...-
-Dije que estoy ocupado, no puedo.-
-Por favor Izzy... Ya tengo los boletos, pero nadie me quiere acompañar.-
-Bueno yo tampoco quiero, déjame solo, estoy ocupado.-
-Vale...- Salgo del cuarto de Izzy. Mi última esperanza es Slash. Quizás Duff ya acabó de plancharle el cabello y él quiera acompañarme. Slash y yo somos compañeros de películas. Entro a la habitación de Duff, pero como imaginaba, sigue planchando su cabello. Se va a tardar horas haciéndolo.
-Slash...-
-¿Qué pasa?-
-¿Quieres ir conmigo al cine?-
-No puedo... Duff está arreglándome.-
-¿Qué puede ser más importante que ir conmigo al cine?-
-Conocí a una chica pelirroja muy sexy y tengo una cita con ella.-
-Pero Slash...-
-Lo siento Steven, las chicas son más importantes.-
-Está bien...- Salgo del cuarto de Slash y voy a la cocina. A veces siento que ninguno de los chicos me quiere, pero no dejaré que eso arruine mi día. Siempre queda la opción de ir solito y comprar muchas popcorns para olvidarme que nadie quiere estar a mi lado.
Así que tomo mi chaqueta y me voy corriendo al cine, aún puedo llegar por lo menos a la mitad de la película.
En cuanto llego al cine, me alivio un poco al ver que no hay mucha gente. Así que rápidamente compro todas las popcorns que caben en mis brazos y me meto a la sala de cine. Tomo un lugar en los asientos de en medio, así tengo una vista perfecta a la película. De pronto se oye un pequeño golpe, volteo a mi izquierda y me doy cuenta que la chica que esta sentada a mi lado acaba de tirar una cajita con dulces que tenía en sus manos. Los dulces quedaron por todo el suelo, y la chica no hace más que soltar un suspiro y seguir viendo la película. La miro unos segundos, y decido tocar su hombro para llamar la atención. Voltea a verme, y me mira confundida.
-¿Quieres popcorns?- Le pregunto sonriendo.
-¿De verdad?-
-Si... Puedes tomar las que quieras...-
-Gracias...- La chica me sonríe y mete su pequeña mano en una de mis cajas de popcorns. La observo unos segundos. Es linda. Es muy delgada y un poco más bajita que yo. Tiene el cabello largo, liso y totalmente rubio. Sus ojos son azules, y va vestida con un suéter navideño y unos pantalones azules comunes y corrientes. Pero lo mejor es que está comiendo popcorns. Casi siempre, cuando le regalo popcorns a una mujer las tira a la basura y nunca vuelven a hablarme...
Cuando acaba la película, la chica me hace una seña para que salgamos juntos de la sala. Y voy con ella. Cuando estamos fuera, puedo apreciar mejor su rostro, y es mucho más linda de lo que parecía adentro. Suelta una risita nerviosa y después me mira.
-Gracias por regalarme popcorns...-
-No tienes que agradecerme...-
-Y... ¿Cómo te llamas?-
-Steven...-
-Yo me llamo Emma...-
-Que lindo nombre...-
-Tengo que regresar a mi casa...-
-¿Vienes sola?-
-Si, mi mejor amiga tenía cosas que hacer.-
-Te entiendo.- Digo riendo.
-Me tengo que ir, Steven.-
-No, no, ¿Quieres que te acompañe?-
-Yo... No es una buena idea... Pero podríamos hablar en la noche...- Emma saca del bolsillo de su suéter una servilleta y apunta un número. Me lo da, me da un beso en la mejilla y sale corriendo de ese lugar. Creo que acabo de encontrar a la señora popcorn...

One in a million. (Steven Adler) TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora