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*Narra ____*
Esto es una pesadilla hecha realidad. He estado encerrada por una semana en un calabozo frío, húmedo y sin contacto humano. Todos los días me traen de comer una miserable manzana y una botella de agua. Sé muy bien quienes son las personas que están atrás de todo esto. Aparentemente, Steven debía mucho más dinero del que me había dicho. Y esta fue la consecuencia. Me tomaron a mí como objeto de valor, ya que Steven no pagó todo lo que debía. No puedo estar enojada con el. Simplemente esto no es su culpa. Él debió asumir sus responsabilidades al comprar droga, pero nadie puede prevenir las consecuencias. Los tipos que me tienen aquí son lo más desagradable que jamás he visto. Son dos tipos gordos. Siempre tienen una capa de sudor en la cara, un horrible bigote colgando y  camisetas que dejan ver la grasa que cuelga de sus brazos. Esto podría ser peor. Conozco casos de chicas donde las golpean, violan o incluso matan después de secuestrarlas. Una parte de mí se siente agradecida de que no haya pasado a más que un secuestro. Me muero de hambre, sed, frío y en las noches no puedo evitar llorar. Me preocupa Steven. No sabe cuidarse solo, necesita alguien que lo guíe, alguien que le de una mano y alguien que lo abrace todas las noches. Steven es ese tipo de persona que necesita compañía. Que necesita sentirse amado y necesitado. Sé que ahora está mal. No creo que sepa mucho de mí, ni siquiera creo que sepa que estoy viva. Pero si de algo estoy segura, es que está haciendo todo lo posible porque estemos juntos de nuevo. Espero que sus amigos lo estén apoyando. El solo no podría, le va a pasar algo malo si en esta situación no hay alguien que le de la mano.
En este momento debe ser mediodía. Mi única referencia al día y la noche es una pequeña ventana por donde puedo ver el cielo. Estoy sentada en un rincón del calabozo, esperando que los idiotas que me metieron aquí me traigan algo de comer. Espero unos largos minutos, y cuando por fin escucho que la puerta se abre, no veo dos figuras robustas con una manzana en la mano. Todo lo contrario. Veo a un ángel. Veo a mi ángel. Steven está parado en el umbral. Tiene el cabello alborotado y unos cuantos golpes en la cara. En cuanto me ve, parece sorprendido, ni siquiera se mueve de su lugar. Con un poco de trabajo, me levanto del suelo, y él en menos de un segundo, corre hacia mí y me abraza como nunca antes lo había hecho. Le devuelvo el abrazo con toda la fuerza que mis brazos me permiten, y escucho pequeños sollozos salir de su boca. No hago más que cerrar los ojos y acariciar su suave cabello mientras escucho cómo se lamenta por haber sido su culpa que me metieran aquí. Realmente no quiero que piense así. Me alejo un poco de el, lo tomo de la cara y lo obligo a que me mire fijamente. Tiene un ojo un poco hinchado y morado, y su labio inferior está partido. Sus ojos están llenos de lágrimas, y tiene la cara más inocente que jamás le he visto.
-Steven...- Digo en un susurro.
-Por favor perdóname...- Es lo único que dice.
-No tienes nada de que disculparte, ¿vale? Todo está bien...-
-Pero es mi culpa que estés aquí... Si no hubiera sido por mi no estaría pasando nada de esto...-
-Pero ahora estamos juntos...-
-Pero mira cómo estás... Te ves muy delgada y... Te ves mal...-
-Eso da igual... ¿Ya pagaste todo?-
-Ya... Ya podemos irnos de aquí...- Me vuelve a abrazar con fuerza y me carga como si fuera un bebé. Estoy algo cansada y débil para caminar, así que no me quejo y me aferro a su pecho. Salimos de aquel horrible calabozo y caminamos dos calles hasta llegar a una de las avenidas principales. Steven me sube en la parte trasera de una camioneta. En el asiento de conductor viene Duff, y en el de copiloto Slash. Steven se sube en la parte trasera conmigo y pone mi cabeza sobre sus piernas. Los chicos me saludan y yo les devuelvo el saludo con una sonrisa. Veo a Steven, quien acaricia delicadamente mi cabello y sonríe, mostrando su perfecta dentadura.
-¿Segura que estás bien?- Pregunta.
-Si... Si lo estoy...-
-OIGAN.- Dice Slash gritando, asustándome un poco.
-¿Qué?- Dice Steven.
-Deberíamos hacer una fiesta esta noche para celebrar que ____ está de vuelta...-
-No lo sé... Todo depende de cómo se sienta ella.-
-Estoy bien... Y la idea es buena...- Tomo la mano de Steven y la aprieto con suavidad.
-Pues ya está, voy a invitar a todo el mundo.-
-¿Y dónde va a ser?- Dice Duff.
-En casa de Steven y ____. Ahí hay suficiente espacio.-
-Está bien...- Digo riendo un poco. Quizás no me siento a la perfección. Tengo bastante hambre y sueño. Pero una fiesta podría ayudarnos a todos a distraernos de la tensión que toda esta situación creó.
-Steven...- Digo unos segundos después.
-¿Si?-
-Solo tienes que prometer que no habrá drogas ni alcohol.-
-Si bebé... Lo prometo...- Steven deposita un beso en mi frente y me hace sentir más segura que nunca. Me alegro que todo esté bien... Solo espero, que las cosas se queden así, no quiero que nada vuelva a salirnos mal...

One in a million. (Steven Adler) TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora