Camila
—Camz, creo que le gustas, no podía quitarte los ojos de encima. Creo que la pones nerviosa.
—No necesito oír eso, Lauren. ¿De qué iba a estar nerviosa? Yo soy la que está a punto de tener una aguja atravesada en mis dos pezones.
Ella sonríe, siguiendo el rollo.
—Porque ella está obviamente atraída por ti, piensa que eres linda. Y tenías razón, es seeexi! Termina con un canto operístico, frotándose las manos con deleite.
Me río de ella. Justo a punto de dar mi respuesta, ella entra en la habitación. Me sonríe y se acerca a un armario en la pared detrás de mí. Giro mi parte superior del cuerpo y la veo sacar unos guantes de látex blancos. Oh, mierda. Por alguna razón, esto sólo me sorprende.
Ella va a verme en topless.
Abruptamente, me giro hacia el frente y miro a Lauren, con los ojos abiertos. Shawn es el único hombre que alguna vez ha visto mis tetas. Austin las sintió, pero nunca las vio, así que no cuenta. Y él era mi novio en ese entonces. Tal vez los nervios por tener las perforaciones hechas detuvo el reconocimiento de este factor cuando supe por primera vez que esta tipa iba a hacerlas, pero ahora, con esto tan cerca de suceder, el reconocimiento hizo que mis intestinos se revolvieran.
Señalo a mis pechos y articulo las palabras que acabo de pensar a Lau. Ella me guiña el ojo y me da un tipo de sonrisa para animarme, pero es imposible devolverle la sonrisa. Necesito distraerme.
—No sé tu nombre. Me dijiste el de tu hermano y no el tuyo —le digo, mirando, pero sin mirar a la exposición de fotos en la pared blanca delante de mí. No puedo recordar lo que me dijeron cuando hice la reserva, mi cerebro no funciona bien. El silencio aquí se siente denso y eso no está ayudando.
—Mi nombre es _____ —dice, mientras se sienta en una silla a mi derecha.
_____. Ahora lo recuerdo. Siempre me he preguntado cómo se llamaba después de nuestra casi colisión. _____. Me gusta.
Rueda la silla más cerca, deteniéndose frente a mí. La altura de la mesa me pone encima de ella, así que tengo que bajar la mirada si quiero hacer contacto visual con ella. Esa es la última cosa que quiero hacer. Esto realmente no sería tan malo si ella no fuera sexy. ¿Por qué no me atendió el hombre mayor que me hizo la reserva? ¿O Alex? Él es lindo, también, pero podía lidiar con él.
—Está bien. ¿Así que quieres un tatuaje también? —dice, sentándose derecha con sus manos ligeramente en puños apoyadas en los muslos, los guantes agarrados en su mano derecha. Ojalá pudiera estar tan relajada como ella.
Asiento con la cabeza, mirando al nivel de sus pómulos perfectamente esculpidos. —Sí.
—¿Tienes en mente lo que quieres, o te gustaría ver algunos diseños?—No sé cómo, pero ella es capaz de mirarme fijamente a los ojos. Lauren tenía razón sobre ella estando nerviosa antes, pero definitivamente y absolutamente no lo está ahora. Tal vez estaba un poco avergonzada por la casi colisión.
Con esfuerzo, le devuelvo la mirada lo mejor que puedo. Oh, Dios. Mi corazón empieza a latir rápidamente, amenazando con estallar fuera de mi pecho.
Esos ricos granos de café se han grabado en mi memoria desde que los vi por primera vez. Sentada tan cerca de la realidad es casi debilitante. Hay una profunda ternura en su mirada que me calienta, pero la intensidad de su mirada fija saca un calor abrasador. Es abrumador, me dan ganas de apartar la mirada, pero... no puedo. El marrón es tan intenso, sin intromisión de otros tonos y eso sólo aumenta el impacto.
Pensé que mi recuerdo de su rostro era una exageración, las características excepcionales y planos que combinan la feminidad y la belleza, pero es cierto y muy real. El tono de su piel está más cerca del oliva que del claro y parece increíblemente suave. Tengo ganas de pasar lentamente la punta de mis dedos a lo largo de las líneas y contornos de su rostro, las cejas de mediano espesor, la nariz estrecha, los pómulos altos, mandíbula definida; suavemente cincelada y luego hacer una escultura de la cabeza, hacer el retrato exacto, pero no iría allí, incluso con mi habilidad, la cual, con parcialidad o no, doy crédito de estar en un alto nivel. Pensar en esta mujer tan caliente es fácil de finalizar, pero está subestimado.
_____ es una poderosa combinación de hombre, belleza y sexo.
—Me encantan tus tatuajes —le digo, las palabras vuelan antes de que pueda detenerlas. No es la respuesta a su pregunta, fuera la que fuera, pero su camiseta azul marina sin mangas muestra el arte en sus musculosos brazos. No me demoro demasiado tiempo en su izquierda, que tiene tatuaje tribal de media manga. Es la derecha la que se apoderó de mi atención. Intrincados diseños de ángeles femeninos, todos en negro con sombreado, cubren su piel desde el hombro hasta la muñeca.
—Gracias —dice. La sonrisa dulce que ofrece va tomando forma con los labios delgados y de apariencia suave. Probablemente se sienten mejor que la seda más lujosa que exista.
—¿Sólo tienes esos?
—No, también tengo uno en mi espalda.
—¿Crees que podría echarle un vistazo? —le pido, antes de mi boca y cerebro se conecten. Echo un vistazo en la dirección de Lauren, sentada a su derecha. Ella todavía está cautivada por los ángeles.
—Por supuesto. ¿Qué tal si terminamos contigo primero?
—Está bien. —Y ahora esa horrible sensación de intestino revuelto regresa.
—Entonces, ¿sabes que tatuaje quieres?
—Me gustaría tener "Amor" escrito en el costado de mi pie derecho —señalo el lugar, expuesto por mis chancletas —en una enredadera de rosas. He visto algunos diseños que me gustan, pero estoy abierta a sugerencias, si tienes alguna.
—Claro, eso va a ser bastante fácil.
Discutimos mis piercings y los pensamientos de dolor —de nuevo— temporalmente me distraen del conocimiento de que esta bella mujer va a ver a mis tetas. Justo hasta ahora, cuando se pone de pie. Me siento mareada.
_____ mueve la bandeja con todo su equipo más cerca de la mesa y se pone los guantes.
Cierro los ojos, respiro profundamente una dosis de aire estéril y voy por ello, desnudándome de la cintura para arriba, la camiseta, el sujetador. Mierda.
Por suerte, la habitación está caliente.
