Capítulo 3

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Estoy sentada en el escritorio frontal de la tienda, añadiendo los toques finales a un boceto para el tatuaje de mi compañero. Justo cuando completo el trabajo, Dane entra furtivamente y se me acerca con la confianza y la gracia que justifica su elección por el arte corporal. Sus ojos avellana de niño bonito fijos en la imagen, mientras se inclinaba en el mostrador con sus manos puestas por encima de eso.

―Ésa es la mierda ―dice él, asintiendo con su cabeza en aprobación, las rastas que siguen bajando por millas colgando de sus hombros.

Es una pantera, diseñada de manera que hacerla parecer como que está saliendo de su torso, desgarrando su piel con sus zarpas y dientes. 

―Correcto, vamos a hacerlo ―digo, levantándome de mi asiento.

Una vez que ambos estamos sentados en sillas, conmigo detrás de Dane y la plantilla transferida a su costado izquierdo de su zona lumbar, me pongo mis guantes y enciendo la máquina de tatuar. El familiar zumbido reemplaza al silencio en el estudio, y empiezo el contorno, las agujas perforando con tinta negra en su piel chocolate.

―¿Adónde fuiste anoche? Makayla te estaba buscando. ¿Qué le pasa a esa chica? ―pregunta él.

Somos los únicos aquí porque ahora es después de hora, así que nuestra conversación está sin restricciones. 

―Eso es exactamente por lo que me fui. Esa chica está en el puesto de vigilancia buscando una novia, ni loca me meto con ella. No me importa lo buena que esté. A.J. me enganchó con una entrada en la sección VIP en ese casino nuevo sobre la calle Market. Creí que la tinta podría no bajar bien, así que me fui a casa y me puse algo más apropiado, luego me fui a echarle un vistazo al lugar.

― ¿Cómo fue? ¿Ganaste algo?

―Ni siquiera llegué a jugar. Me estaba dirigiendo a jugar al Blackjack, y ahí estaba esta mujer que estaba evitando jugando en la mesa de la Roulette. Ella estaba allí en un pequeño y ajustadísimo vestido negro y unos zapatos de tacón de cinco pulgadas, y yo estoy mirándolos y pensando: —¿Cómo carajo camina sobre eso?— Realmente una dama bonita, ella lucía como Jada Pinkett, sólo que más alta. Caminé hacia allí y me quedé al lado de ella pensando para mí misma que esto parecía ser un buen lugar para empezar.

Ella se inclinó hacia mí y susurró: ―¿Por qué todos los chicos guapos, sois gays? ―

Dane suelta una carcajada, su cuerpo entero se agita por eso. Dejo de pincharlo abruptamente.

―Eso es una cagada ―dice él, a través de su ataque de risa.

―Una cagada será si vuelves a hacer eso, tío, casi hago un lío con el contorno.

Él todavía se está riendo. El recuerdo de eso también me hace reír, es un montón entero de —¿qué demonios?— Nunca me habían preguntado eso antes.

―¿Y qué pasó? ―pregunta cuando su diversión se alivia.

Vuelvo al tatuaje.

―Le dije: —Por que varios hombres no saben apreciar el arte de una mujer— Ella dijo: —Y que te hace pensar que así es, mirate estas guapísima tienes estilo y no te veo con algún chico —Yo estoy como: —Tengo pantalones y una camisa. Y ¿por qué a un chico le gustaría el estilo que llevó? Te demostraré que no solo los hombres pueden satisfacer a mujeres guapas como tú, ¿con quién estás?— Ella asintió en dirección a un par de chicas al otro lado de la mesa y me golpeó con: —Soy una chica grande. No tengo que estar con ellas— Nos marchamos en ese mismo momento, fuimos a su casa y, tío, la follé hasta más no poder. Dejándole muy en claro lo que las mujeres podemos llegar a hacer.

Dane se ríe por lo bajo, hago otra pausa.

―¿Qué demonios le hizo pensar en hacerte esa clase de pregunta? Eso es ridículo.

―Yo también pensé eso, pero ella piensa diferente ahora. Estaba que se rompía, hombre, un cuerpo follable. 

―¡Jada Pinkett! Maldición ―dice él, con valoración evidente en su tono. 

Dos horas después, el tatuaje de Dane está hecho y se ha ido. Mi atención estaba puesta en la alarma, en cerrar y volver a casa, pero algo me ha estado molestando. Sentándome en el escritorio, al frente de la tienda, agarro el dibujo de arriba y saco un cuaderno de bocetos y un lápiz. Apago todas las luces, excepto una pequeña al lado del teléfono y, me guío por el papel y dejo paso a una imagen que me había estado acechando por siete días enteros.

If Only (Camila  y Tú G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora