Camila
Cuando llegué a casa, Lauren estaba de regreso del salón. Nos sentamos en nuestro comedor en la sala de estar, y le conté todo.
—Creo que necesitas decirles acerca de ti y Shawn. Gerard no hubiera dicho esas cosas si hubiera sabido que ustedes están separados.
—Lo sé. Sólo necesitaba tiempo para tratar con eso y después de las otras rupturas estaba preocupada de que pensaran que era la misma tontería de siempre.
—Son tus amigos, no te juzgarán.
—Dios, no puedo creer que haya reaccionado de esa manera. —Cubro mi rostro empapado de lágrimas con mis manos. Esta reacción emocional es sólo algo contra lo que normalmente luchas y ríes por ello.
—Todavía te estás recuperando de Shawn. Ellos lo entenderán cuando sepan al respecto. —Ella desliza su brazo alrededor de mis hombros, abrazándome desde un lado.
—No puedo hacerles frente. Maldita sea, no puedo creer que _____ me desconcertara de esa manera. Fui una perra con ella.
—Las dos sabemos por qué se llevó la peor parte. —El timbre suena—. Yo abriré. —Lau se levanta de su silla, y yo alcanzo un pañuelo para enjugar mis lágrimas. No más llanto, he tenido suficiente las últimas seis semanas. Estoy harta de ello.
Saffron entra en la sala de estar con Lauren. Mis ojos rojos deben haberla alertado y se apresuro a mí, abrazándome.
—Camila, ¿qué te pasa? Gerard estaba bromeando. Lo regañé, de todos modos, pero él sólo estaba jugando. Ya lo sabes, ¿verdad?
—No quise reaccionar de esa manera. —Ella se sienta en el asiento junto a mí, y Lauren se sienta en su lugar en el otro lado—. Sé que reaccioné de manera exagerada. Shawn y yo nos separamos hace seis semanas.
Sus párpados se abren ampliamente.
—¿Por qué no me lo dijiste?
—Ahora sí es definitivo. No quería hablar de ello todavía. Ha sido duro. —Me abraza otra vez, acariciando mi espalda.
Para los demás, mi relación les hubiera aparecido complicada. En cierto modo lo era. Nos amábamos, todo el mundo lo sabía, pero lo que veían también era lo incapaz que era de comprometerme plenamente. Shawn y yo hablamos de vivir juntos, un sin número de veces, pero no pude hacerlo. Pasamos muchos días y noches en compañía del otro, tomábamos juntos las vacaciones y, de hecho, teníamos una fantástica relación. Sin embargo, yo no podía hacer nada que fuera permanente, y nos separamos en varias ocasiones, durante nuestros siete años y medio juntos, debido a ello. Siempre regresábamos, pero esta vez eso no va a suceder. Él me lo aclaró justo antes de salir por la puerta de mi casa, y de vida, por última vez.
Y lo dejé ir.
Nadie excepto Lauren y mi hermana son conscientes de porque eso me resultó tan difícil. Saffron sabe todo lo que hay que saber sobre mí, excepto mi amor por _____. Ella estaría al tanto si no estuviera casada con su hermano. No podía garantizar que no iba a compartir mi secreto con Alex y no podía arriesgarme a que llegara a los oídos de _____.
Shawn y yo sin duda tendríamos un lugar juntos y tal vez estaríamos casados, si yo no tuviera otro pequeño problema haciéndolo difícil. Incluso ahora, después de todas estas semanas de estar separados, todavía estoy sufriendo y estoy enojada conmigo misma por dejarlo ir. Pero tenía que hacerlo, él se merecía algo mejor.
Gerard, sin querer me molestó porque el compromiso es exactamente lo que quiero. El problema no es —lo que quiero— es —con quién lo quiero—, y sólo se convirtió en un problema cuando Shawn me pidió un paso más permanente. Yo simplemente no podía hacerlo.
—Hey —dice Saffron, tomando mi mano entre las suyas—. Vamos a tener una noche de chicas. No vamos a hablar de hombres, de compromisos, sólo nosotras tres.
Le sonrío a mi dulce amiga. Mi dulce amiga quien es la cuñada de la mujer a la que amo. Una mujer que ni siquiera lo sabe aún. Una mujer que es una de mis mejores amigas. ¿Qué tan complicado es eso?
