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La noche de juegos en nuestro apartamento, es todo sobre cartas, Madden , Budweiser y amigos. Saffron invitó a Camila y a Lauren, lo cual discretamente alenté, no es que fuera necesario, ya que se han vuelto cercanas en el poco tiempo que se han conocido.
Conozco a Camila mejor ahora y lo que sea que sea esta cosa, no está hirviendo a fuego lento.
El hecho es que ella tiene un hombre, a quien Saff también invitó esta noche, pero no pudo venir por razones de trabajo. Para añadirle, el tipo es genial. Fácilmente pasaría el rato con el tipo —si no quisiera a su chica. Todas las opciones que tengo y tengo que querer a alguien que ya está tomada y, por si fuera poco, me agrada el chico con el que está.
Ni siquiera es ligeramente complicado, ¿no?
Por muy tentador que sea, no voy a decirle a Camila que la quiero. Mientras que esté con Shawn, no necesita saberlo. Mis sentimientos por ella permanecerán escondidos y voy a seguir haciendo lo mío.
Gerard y Dane llegan primero, con un montón de cerveza. En el momento en que pasa por la puerta, Gerard se dirige directamente a la consola e inicia un juego de carreras. Camila y Lauren llegan después y, casi instantáneamente, Camila nota a Gerard seleccionando su coche y corre hacia él.
—Amigo, tengo que patear tu trasero en eso.
—Vamos, niñita, muéstrame lo que tienes —dice él, sonriendo con entusiasmo.
Me siento en el sofá, al lado de ellos, observando. Esto es entretenido en más de un sentido. Están de pie el uno al lado del otro, a veces empujándose, tratando de influir en los coches en la pantalla. Es divertido, sobre todo con la forma en que él la sobrepasa, pero ella está haciendo lo mejor que puede. Aún más para mi gusto, disfruto observando la manera en que los pantalones vaqueros de Camila se ajustan como una segunda piel. Mezclilla elástica de color azul claro se envuelve alrededor de sus sexies muslos y abraza su jugoso culo —bastante grande para su pequeño cuerpo, pero más que perfecto. Quiero hundir mis dientes en él. Me pasaría horas en ese lugar de su cuerpo, antes de considerar aventurarme en otro sitio.
Recordar los secretos debajo de su blanca camisa ajustada trae una sonrisa a mi cara. Mi recuerdo de sus suaves pechos de apariencia de satén y pezones chupables es tan claro como si fuera hoy que los había perforado, no hace cinco semanas. Lo que daría por saber cómo es el resto de ella debajo de esa ropa sexy y explorarla con mis manos y boca.
Cuando llegó y nos abrazamos, yo estaba tan concentrada en sentirla, ligera, suave y femenina, que no registré su olor. Me pregunto a qué fruta huele esta noche. Me aseguraré de saber la respuesta a la primera oportunidad que tenga. Tal vez voy a competir con ella, a su lado y voy a acercarme lo suficiente para olerla, ¿melocotón, fresa, algún otro tipo de baya, tal vez?
Levantarme para participar no es necesario porque Lauren y Dane están exigiendo su turno. Camila y Gerard han dominado la consola durante la última hora, ganando y perdiendo por turnos. Ella es una impresionante pequeña jugadora.
Ahora, Camila se sienta en el lugar de sus amigos —justo a mi lado. Me abstengo de sonreír como el Joker.
Se sienta con las piernas cruzadas, con los pies metidos debajo de sus muslos. Es más que extraño que me parezca sexy sentada de esta manera, como una niña. Tal vez sea su grado de comodidad alrededor de la gente, no se preocupa por lucir o actuar de cierta manera. Tal vez no tiene que hacer mucho para tener un efecto en mí. Me siento como una especie de jodida depredadora. Nunca he observado tanto a alguien, pero es imposible no hacerlo, todo lo que dice o hace destaca para mí.
—¿Vas a jugar? —pregunta ella, sonriendo hermosamente.
—Lo más probable —¡coco! No era lo que esperaba, pero es agradable, exótico—. ¿Te gustan los juegos de este tipo?
—Sí, me gustan. A Lauren y a mí nos encanta ir a salas de juegos y esas cosas — perfecto.
—Todos debemos ir alguna vez —sugiero a la ligera.
—Estábamos diciendo de camino hasta aquí que deberíamos ir pronto, ha pasado mucho tiempo —jodidamente perfecto.
Después de un par de horas, todos hemos jugado, incluidas Camila y yo. Ella ganó. Ahora, Lauren quiere jugar a las cartas, así que hemos corrido la mesa de café en el centro de los sofás y nos reunimos alrededor de ella, sentados en el suelo y en los muebles.
—¿Puedo barajar, por favooooor? —pregunta Lauren, con su mano en el aire como un niño en clase. Alex le pasa la baraja y ella procede a barajar, dejando caer una o cinco tarjetas mientras lo hace. Es bastante mala. Es jodidamente mala.
Dane está reprimiendo la risa y Gerard está sacudiendo la cabeza, con una expresión inquisitiva, como si no pudiera dar crédito a sus ojos. Alex y Saffron sólo intercambiaron una mirada, preguntándose por qué demonios Lauren quería hacerlo cuando no puede. Al menos, eso es lo que me imagino que están pensando. Ese sería mi pensamiento si no hubiera captado la forma en que ella y su amiga se miraron. Sospecho que ésta es su manera de hacernos pensar que van a ser una mierda, cuando en realidad son buenas.
