Camila
He estado viviendo en Scottsdale por más de trece meses, lo que es mucho más de lo que pretendía. La demanda de mi fotografía ha sido inesperadamente alta, y ha sido el más exitoso y el punto más feliz de mi carrera.
Toda esta diversión y éxito han hecho que sea más fácil quedarse. El problema es que cuanto más tiempo he estado aquí más difícil se ha sentido volver. Ese fue el caso especialmente en torno a las fechas importantes que se relacionaban con _____ y yo; su cumpleaños; el día que nos declaramos, el día que la vi por última vez, y el día que nos íbamos a casar. No echo de menos o amo a _____ menos de cuando llegué por primera vez, pero no me duele tanto, aunque, no dejo de pensar en ello en detalle. Bloqueo los pensamientos tan pronto como se presentan. Incluso estoy haciendo trabajos de boda, con los que evité empezar, pero estaba perdiendo una gran cantidad de trabajo. Hacerme cargo de ellos es en gran medida por lo que he estado muy ocupada. He hecho un cambio inesperado de revistas de moda y discotecas a fotografías de bodas, pero en realidad lo estoy disfrutando.
Hasta la fecha, todavía no sé nada acerca de _____ o de su bebé. He decidido no saberlo, quería saber esas cosas de ella directamente. Debería haber hecho contacto por ahora y lo he intentado. Incontables veces.
Como ahora mismo.
Estoy aquí sentada en la cama, el teléfono en la mano, y no puedo hacerme llamarla. Esto es un deja vu. Recojo mi teléfono celular, a veces selecciono su nombre, pienso en lo que voy a decir... No presiono el botón de —llamar—.
¡Maldito Deja vu!
No sé qué decirle a _____, o cómo me hará sentirme hablar con ella. Ya no sé dónde encajamos en la vida de la otra. Todas estas incógnitas, entre otras, me impiden llamarme.
Una persona con la que podría ser capaz de hablar es Dane, yo siempre he encontrado lo fácil hablar con él. También es un paso más cerca de _____ sin que en realidad sea _____.
Bueno, aquí va...
Selecciono a Dane en mi celular y... presiono 'llamar'. El tono de llamada suena. Mi estómago revolotea y mi corazón se acelera. No, estoy perdiendo los nervios. Quiero pulsar el botón 'finalizar', pero sabrá que he llamado. Maldita sea, tengo que terminar esto. ¡Mierda! ¿Por qué no contesta? Contesta ya...
—Maldita sea, chica, empecé a pensar que nunca volvería a escucharte otra vez.
—Hola, Dane. —Empiezo a juguetear nerviosamente con el dobladillo de mi falda de mezclilla—. Lo siento me ha tomado tanto tiempo. Espero que no me odies.
—No, yo no, tonta. Pero, señora, tienes suerte de que Lauren estaba dispuesta a mantenerme informado. Hablaba en serio cuando dije que iría detrás de tu trasero.
—¿Lauren te mantuvo informado? Ella no lo dijo. —Me doy cuenta de que eso sería mi culpa, por mi prohibición de hablar de _____ o cualquier cosa que tenga que ver con ella.
—Sí, lo hizo. Parece que estás bien, con tu negocio y esas cosas. No esperaba que te establecieras. Pensé que oiríamos hablar de ti hace un rato. Pensé que estarías de vuelta. —Suena decepcionado. Me siento mal.
—No planeé quedarme tanto tiempo. El negocio como que... tipo vino de la nada y despegó, una secuencia extraña de acontecimientos que llevaron de un trabajo a otro y otro. Se trataba más bien de tener una distracción, así que me fui con él. Realmente necesitaba mantener mi mente ocupada. He estado meditando la mayoría de los días, también. Creo que te gustaría, es bastante impresionante.
Se ríe suavemente.
—Probablemente.
—Lo siento, Dane. Te merecías una llamada antes de ahora, pero resulta que soy totalmente débil, no tenía las agallas. Quería, sinceramente.
