Capítulo 17

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—Saff ¿Quieres jugar? —La llama Gerard—, ¿qué tal ustedes también chicas? —le dice a Camila y a Lauren.

—Yo estoy bien por ahora —Contesta Camila, tras una breve vacilación.

Saffron y Lauren se levantan de sus asientos y Alex se queda con Gerard para equilibrar los equipos.

—¿No quieres jugar? —Le pregunto a Camila, sentada frente a ella,

—Si quiero, solo que no todavía, hace un poco de calor aquí dentro —Comienza a abanicarse la cara con un posavaso. Siempre podría sacarse la ropa— Sin embargo, no soy tan buena como cualquiera de ustedes — Dice ella, colocando la punta del sorbete contra su labio inferior, lo sella con el de arriba y chupa. Maldita sea, retengo los pensamientos que esos labios de ella comienzan a provocar.

—Deberías ir en contra de Gerard. Él esta bien, pero no es una gran competencia.

—Es cierto —Dice Dane, tomando el taburete a su lado.

—¿Por qué no vamos a ver algunos de los juegos? —Ella chupa el sorbete de nuevo.

Joder. Esa boca.

Y si, yo quiero hacer eso.

—Claro, ¿Por qué no? ¿Dane? —Pregunto mirándolo.

—Vamos a hacerlo.

Pasamos por los demás para decirles a donde nos dirigíamos. Todo el piso debajo de la sala de la piscina esta llena de una variedad de juegos, carreras, tiro, concursos de baile. Hay bastante gente y son todos adultos, cosa que prefiero, y estamos sumergidos en los efectos del sonido, música y voces, lo que significa que tenemos que hablar para escucharnos entre si.

—Vamos a empezar aquí —Dijo Camila, con sus pasos yendo hacia las motos.

A medida que nos acercamos, Dane se pone delante de ella y suavemente coloca su mano en el hombro. —Somos bastante buenos en estas cosas, ya sabes.

Ella endereza su ya perfecta postura y lo mira a los ojos. —¿Estas tratando de decir que no puedo correr bien? —Dane sonríe, se que esta impresionado y que quiere reír también. Con 1.85 mtrs, él es de la misma altura que yo, y su cabeza y sus hombros destacan más altos que ella. A él le gusta sus agallas, tanto como a mí —No estoy tan seguro de _____ —Continúa, Echándome un vistazo— Sabes, ni siquiera podía evitar mi pequeño error sin acabar tirado en la acera. No estoy preocupado—. Ella niega con la cabeza, doblando sus brazos.

Me río con regocijo. —Pastelito. Comencemos —Digo, caminado hacia la moto más cerca de mí. Ella me esta desafiando, eso me gusta. Espero, sinceramente que aporte esa actitud en el dormitorio.

Tomamos las últimas tres motos y, sin darle la opción a la dama —con —una actitud, Dane salta en la  última, colocando a Camila en el medio. Hacer eso, es su manera de ponerla en su lugar, ya que ella es la que decidió traerlo.

Echando un vistazo en su dirección, mi mirada se queda atascada. Esta visión es demasiado buena, compensa perderse  verla inclinada sobre la mesa de billar. Tal vez voy a chocar antes de tiempo por verla desde atrás. Con mucho gusto pierdo por eso. Ya puedo imaginarme, como esas piernas vestidas en esos menudos vaqueros negros se ven desde la parte trasera, muy abiertas y su exquisito culo que se adapta muy bien al asiento.

Joder, eso es sexy. ¡Enfócate!

Alimentamos con nuestro dinero a la máquina, los efectos de sonido y la puesta en marcha de  las pantallas parpadean brillantemente y cuando vienen a la vida nos muestran el camino a seguir desde el punto de vista del piloto. Estamos listos para la carrera y Camila me mira, una ceja arqueada. —Justo y honesto —dice silenciosamente con la boca.

Si es así como ella lo quiere, entonces eso es lo que obtendrá.

Lo hacemos, es buena, pero como se esperaba, Dane y yo pateamos su trasero.

Ella salta de la motocicleta, feliz como si hubiera ganado, dejando caer como una especie de danza de la victoria. —Yo sabía que no iba a ganar, pero quería ver honradamente como iba contra ustedes, —apoyó sus manos en sus sexys caderas, sus turgentes tetas en alto con el orgullo elevando su pecho. Tú, Realmente pensarías que ganó esa carrera.

—¿Y tu eres feliz, porque…? —¿Me estoy perdiendo el punto?

—Quedé en tercer lugar —Ella se encoge de hombros—. Eso es bueno y fue mi mejor marca personal, No esperaba vencerlos, pero no me fue tan mal en mantener el ritmo.

Maldita sea, si carecía de  autocontrol, la tendría a horcajadas sobre mi como lo hizo en la moto  — jodidamente justo aquí. Verla toda emocionada de esta manera es una locura. Las luces rojas, azules y blancas que vienen del juego están bailando a través de su piel expuesta, y en su culo firme ajustado en esos pantalones vaqueros.

Peligrosa. ¡Esta chica es peligrosa!

If Only (Camila  y Tú G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora