Camila
San Francisco: Octubre 2011
Lauren ha sido la mejor buscadora de apartamentos. En una semana en la búsqueda me encontró un lugar en un edificio eduardiano recientemente renovado que yo, —simplemente amé—, debido a sus características tradicionales con un toque moderno. La mejor parte es que está cerca de todas las personas que amo. Va a ser igual que antes de irme, pero esta vez es propia casa. Por eso, me siento muy orgullosa.
Llego afuera del edificio, con mi padre en su auto detrás de mí. Entre los dos nos las hemos arreglado para traer todas mis cosas en un solo viaje, e hice una buena venta de mi auto antes de partir. Ya estoy extrañando a mi tía y mi tío, pero sé que los voy a visitar pronto y con frecuencia. Han sido mis segundos padres durante tres años. Nunca dejaré de mostrarles mi agradecimiento por ello.
Al salir del Kombi, con nubes grises por encima de mí y sin señales de cielo azul, miro hacia el edificio delante mí. No puedo decir las emociones que sentí cuando llegué al puente de la Bahía. Estaba cansada del tonto viaje largo, pero en el momento que vi la ciudad con una cubierta de niebla nada más importaba, además de estar en casa.
Lau y mamá están aquí, y todos formamos un largo abrazo grupal. Tomo una foto de Roberta en su nuevo hogar, una plaza de aparcamiento justo delante de mi edificio. Esto va a ir a mi blog para que Roman la vea.
Cruzo mi puerta principal, que conduce a una gran sala de estar. Es un completo lienzo en blanco, listo para que estampe mi sello «Camila» en él. Hay una cocina abierta con encimeras de granito y gabinetes de arce, e incluso hay espacio para una mesa de comedor.
Me encuentro visualizando cómo quiero que el lugar luzca, pondré dos grandes sofás desgarbados en forma de «L» alrededor de la vieja chimenea renovada, una mesa de café de época sobre una alfombra desgastada en el centro, y un gran televisor de pantalla plana montado en la pared. El naranja y el amarillo serán el esquema de colores y mi fotografía le aportará carácter y un toque personal a la decoración.
El lugar es perfecto, absolutamente perfecto.
