Camila
Es jueves, mis padres tienen planes, con amigos, y Elena también está fuera. Tengo la casa para mí, así que, es noche de película con Shawn, Lauren, y su novio, Brad. Veremos alguna película cutre de zombis de los años setenta. Odio esa mierda, pero soy la única que no está interesada, por lo tanto lo tolero. Al menos, estoy tratando de tolerarlo.
Estoy acostada hacia atrás en el sofá con un montón de cojines debajo de mi cabeza y mis pies apoyados sobre el regazo de Shawn. Él está acariciando una de mis piernas desde la rodilla hacia abajo. Lauren y Brad prefirieron la opción de cojines y edredones en el suelo. Desinteresada por el entretenimiento, decido admirar el perfil de Shawn. Mi posición se sesga parcialmente en dirección de la TV, a la derecha de mí, pero mi mirada fija se dirige hacia él.
Su pelo castaño claro esta oscurecido a casi negro por la poca luz. Sólo los parpadeos de la pantalla iluminan la habitación, proporcionan suficiente resplandor para mejorar la estructura y las líneas de su hermosa cara, una cara tan atenta en aquellos bastardos carnívoros. Sus atractivos ojos que también intimidan son apagados por la oscuridad. A la luz del día son castaños claro llenos de seguridad.
Me encanta mirar a Shawn. En una primera impresión, parecía arrogante. Caliente, pero arrogante. Él es seguro, pero puede parecerlo en exceso y esto al principio escondió todo lo demás sobre él. Él es el tipo de persona a la que le tenemos que conocer antes de formar una sólida opinión de él. A los pocos minutos de hablar con él, por primera vez, me gusto. Hemos tenido ese punto desde nuestra primera cita. Bajo el exterior duro, hay mucho más de él, y ahora encuentro esa aparente arrogancia más sexy que nada. Enamorarse de Shawn era inevitable; es un novio fabuloso, divertido, cariñoso, protector y digno de confianza.
Me pilla mirándolo. Debe haber sentido mi mirada fija. ―¿Qué? ―articula, sin un sonido que escapa de él.
―Nada ―susurró de vuelta, y giro mi cabeza en dirección a la tele. Temporalmente. Tan pronto como él vuelve su atención a la película, cambio mi enfoque hacia él. No pasa mucho tiempo antes de que él sea consciente de mí de nuevo.
Sonrío, luchando contra mi risa. Una mueca de humor curvando sus labios, Shawn pasa de su posición sentada, en el extremo del sofá, a acostarse junto a mí. Doy vuelta en mi lado, para estar enfrente de él, reflejándolo. Deslizando mis dedos bajo el dobladillo de su camiseta negra, entro en contacto con su carne caliente, justo por encima de la hebilla de su cinturón. Hay una capa ligera de pelo suave, que pruebo. Su mano se mueve para descansar en mis nalgas, su pulgar me acaricia. Cada vez que Shawn me toca me excito.
Mirándonos a los ojos, sólo a unos pocos centímetros entre nuestras caras, aspiro su colonia masculina que huele, concentrándome en su olor para ayudarme a bloquear los gritos femeninos molestos que vienen de mí. Acercándose, nuestros labios se unen, y me abro para él. Su aliento caliente llena mi boca y la punta de su lengua encuentra la mía, despacio acariciándola del modo sensual, experto en que lo hace.
Dirigiendo mi palma sobre las ondulaciones lisas de sus músculos perfectos, remonto su carne hasta su pecho y acaricio la distribución suave del vello. Agarrando fuertemente mi culo, tira de mi pelvis cerca de la suya, ahora puedo sentir, como de duro está a través de sus vaqueros. Sus vaqueros y mi falda corta nos separan en estos momentos, y quiero que nuestra ropa desaparezca.
Me elevo y envuelvo mi pierna superior sobre su cadera y llevo mi mano a la cremallera de sus vaqueros. La bajo. Moviéndome sigilosamente a través de la apertura, echo mano de su miembro duro recubierto de algodón. Me siento tentada a tener relaciones sexuales con él aquí, incluso con mis amigos tumbados en el suelo a unos cuantos metros lejos de nosotros, pero yo estoy consciente que mi mamá y mi papá podrían llegar a casa en cualquier momento. Puedo imaginarlos a ellos entrando en la sala para encontrar a su hija en el sofá con su novio entre sus muslos abiertos, dándoselo. Esto no es definitivamente algo que quiero que mis padres vean.
