Capítulo 28

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Soy la primera en llegar al punto de encuentro. Gerard y Dane decidieron acosar a algunas mujeres en la cafetería. No tengo ningún interés en esa mierda, así que en vez de unirme a ellos, estoy esperando aquí, terminando mi café expresso. Al dirigirme al bote de basura, a tirar mi vaso, veo a Camila entrando al aparcamiento, en el Escalade negro de su padre. Ella estaciona y sale, su mirada escanea el área.

Todavía puedo ver. El leve surco que se forma entre sus cejas me hace derretir. Desafiando la fría mañana, ella se ve condenadamente sexy en su caliente pantalón vaquero y una ajustada remera blanca con un duende bailando en el frente. Su cabello hasta los hombros levantado en una coleta ordenada, como a mí me gusta, mostrando su rostro más hermoso.

Esos expresivos ojos, asomando por debajo de su flequillo, han estado en mi mente todos los días desde la semana pasada. No sé lo que Dane vio que yo no, pero de todas las emociones que he visto que me ofrecía durante estos años, atracción no era una de ellas. Fascinación, intriga, y sí, admiración. Pero nunca atracción. Veía la forma en que miraba a Shawn que, pensándolo bien, me hace sentir como una idiota total... no sé si continuar amándola. Pero ¿Cómo diablos se revierte algo así? No es posible.

De una cosa estoy segura, si yo hubiera sospechado que Camila sentía algo por mí, no habría sido capaz de no decirle que era una cosa mutua.

Como me quedo aquí, pensando y teniéndola, me da la espalda. Tomo mi oportunidad.

Acercándome sigilosamente por la espalda, la levanto de alrededor de su cintura y la giro. ―Hey, pastelito.

―¡Bastardo! ―grita ella. La dejo en el suelo, se gira para mirarme y en broma me da una palmada en el brazo ―Me has asustado casi hasta la muerte, _____.

―Lo siento, pero no me pude resistir, parecías toda perdida y vulnerable ―bromeo, poniéndola al costado.

Lauren salta del asiento de pasajeros y se une a nosotros y yo la agarro en un abrazo. Gerard y Dane llegan y, después de invitarnos Lau la elogia con su último peinado. Las chicas deciden ir a tomar un bocado para comer. Yo, y los chicos esperamos en el auto hablando la típica mierda de siempre.

Cuando regresan, Camila tintinea sus llaves en el aire ―¿Quién quiere tomar el volante? ―Canta con entusiasmo, sabiendo muy bien quien será esa persona. Como era de esperar, Gerard las agarra.

Una vez que nuestros bolsos están en el maletero, Lauren asume su posición anterior y, por supuesto eso deja a Dane, Camila y yo en la parte de atrás. Ninguno de nosotros quiere estar en el medio, por lo que nos convertimos en un grupo de niños crecidos que discuten sobre donde se sentara cada uno. Con esa actitud suya, Camila deja claro que, debido a que porque es el carro de su padre y ella es la mujer, tiene la primera opción. Ella entra y se coloca junto a la ventana, detrás de Gerard. Dane y yo luchamos como idiotas, después de que él decide demandar los mareos y la necesidad de estar en la otra ventana.

Al final, tengo que soportar el inconveniente de sentarme en el medio, junto a Camila.

No siendo uno para tomar ventaja, una vez que estamos en el camino y salimos a la ciudad, empiezo a hacerle cosquillas. Ella no tiene salida, por lo que se retuerce y se ríe como loca, tratando de decirme que pare. Ella es pequeña y suave y huele a fresas.

―Hey, cállense ahí atrás ―dice Gerard, en un tono de burla paternal, mirando a través del espejo retrovisor.

Pero ella ahora se está retorciendo aún más, y tengo que parar antes de que la chica me dé una maldita erección.

―¿Cómo diablos no me di cuenta? ―murmura para sí mismo Dane, sonando perplejo.

Miro fijamente, esperando ser la única que escuchó eso. Su expresión dice exactamente lo que dice verbalmente. Nadie reacciona, supongo que permanecen ajenos.

Eso es lo que necesita para mantenerse, solo por ahora.

If Only (Camila  y Tú G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora