Odio cuando haces eso

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Espero que disfrutéis este capitulo besos.

Pos'v Logan.
—Ese café no te dará las respuestas que necesitas... —aparte los ojos de mi taza humeante de café y me centre en los ojos de mi madre.

—Buen punto... —le ofrecí mi café y tomo asiento a mi lado— ¿Que tal la viste? —cambie de tema.

—Quisiera decir que mejor, pero... La verdad es que esta desanimada y muy débil. —tomo un sorbo de cafe — la verdad nunca imagine que estaba tan afectada...

—Si. Lo imagine...

— Sabes, me dijo que estabas estresado. Cree que es una carga para ti, me dijo que lo mejor era volver a casa en Londres. — deje escapar un suspiro de resignación, ya habíamos hablado de ello y que era mejor que dejaramos ese tema hasta hay.

—Ya hablamos sobre ello, y me pareció una completa estupidez. No la voy a dejar sola, aunque sea en contra de su propia voluntad.

—Y tu. Y tu vida ¿que? Acaso no importa. Esta preocupada por ti por tu relación con esa nueva chica... —me gire lentamente hasta ella mas que para enfrentarla, es por el temor mismo de que sepa quien es.

—¿Como sabes eso? — estaba demás preguntar, lo sabia. Pero igual quería todo el desenlace.

—Camile... Ella me lo dijo, ahora lo que no entiendo es ¿porque? , ¿porque no se de ella?. — siempre había confiado todo a mama, incluso mi adicción a las drogas. Todo. Desde la partida de mi padre hemos sido solo mama y yo, hasta ahora que no puedo decirle nada — Quien es esa chica que te tiene, claramente enamorado. ¿Que paso con lo tuyo con camile?

—Nada. Nada. Ella solo nunca volvió a verme como el hombre indicado para ella. Después del descubrimiento del cáncer, las cosas entre nosotros se deterioraron. Ella no cree que sea justo que yo este con ella en su estado —me levante de la silla y quede frente a mama— Me negó la posibilidad de ser algo mas que solo amigos, si quería ayudarla. Sabes que vine aquí a los Estados Unidos por ella, y gracias a la ayuda de Hary pude dar con un buen hospital de tratamiento cancerígeno —Mi madre asintió— y ella... No puedo decirte quien es, no por ahora. Pero es una chica maravillosa, un poco complicada tal vez. Pero me hace feliz, me hace manejar de una mejor manera la perdida de camile...

—Bingo! ¿Eso es lo que quería saber? —me interrumpió— ¿no estas con ella, solo porque es tu calma en esta tempestad que es la enfermedad de camile?

— Al principio lo pensé, digo una chica hermosa. Tu me conoces mama, amo a las mujeres hasta que conocí a camile. Que hubo una baja en mi sistema hormonal...

—Te enamoraste...

—Exacto. Pero luego camile me dejo y no me gusto nadie...

—Hasta ahora.

—Odio cuando haces eso —la sonrisa de mama se amplio aun mas.

—Lo se. Sabes que quiero lo mejor para ti. Y si esa chica misteriosa es lo mejor para ti... Yo estoy feliz. Solo no quiero que juegues con los sentimientos de esa chica...

—No lo are mama. En verdad me gusta, pero la deuda que tengo con camile es muy grande —mama se levanto del asiento, voto el vaso del café y se acerco hasta a mi.

—Tan bien lo se querido y estoy orgullosa de ti —apretó mis cachetes y me dio un beso en la otra mejilla— espero pronto conocer a esa chica que te tiene así.

—Bueno, hay que ir se ya —dije tomando mi chaqueta.

***

Ya son mas de cinco horas, cinco horas que no se nada de Isabella.
Le escribí, porque no aguante mas. Y hasta ahorita no he tenido respuesta de ella.

Con mi madre aquí la cosa se ha complicado un poco, ya que ir tras isabella no es tan fácil teniendo la mirada escrutadora de mi madre.

Dios! Cuanto me gustaría poder cambiar nuestra situación.

Giro en la esquina, y justo frente a mi se encuentran las pequeñas canchas deportivas. Es una construcción bastante minimalista, pero como dijo Hary atrae mucha población deportista.

Aparcó frente a la entrada. Y justo allí se encuentra un lindo lamborgini rojo, muy bien cuidado. Tanto que los rines del carro brillan como nuevos...

—¿bastante lindo verdad? —me giro en dirección a la voz femenina a mi lado y una linda rubia de ojos azules me sonríe amablemente.

—Una verdadera maravilla. ¿Imagino que es tuyo? — pregunte.

—Si, es un regalo de mi papi — dijo coqueta.

—Muy buen gusto chica... —es un carro bastante impresionante para pertenecer a esa chica.

—Etto.. Si. Me llamo, Nicole un gusto — me tendió su mano.

—Logan. Me llamo logan — respondí.

—Lindo nombre... En. Tu no vienes muy seguido por aquí ¿verdad?

—No, nicole. No vengo muy seguido seguramente tu si —coloco un mechón amarillo en su cabello y pestañeo un par de veces.

—Si. Entreno aquí con algunas amigas y tu.?

—Solo estoy aquí por un amigo...

—Que acaba de llegar— me interrumpió Hary, me gire en su dirección y traía un balón de basquet en la mano — Que te parece si jugamos un poco, y me cuentas que paso — agito el balón.

—Por mi esta bien, pero no tengo ropa deportiva conmigo.

—Yo tengo unas muda de tu talla en el loquer — termine de cerrar la puerta de mi carro y saque mi teléfono, por si ha Isabella se le ocurría llamarme.

—En... Bueno yo... Yo me voy — rayos, había olvidado por completo a nicole.

—Dios! Disculpame, usualmente no soy asi. Pero no ha sido un gran día. — dije apenado — Hary esta es Nicole. Nicole este es hary.

—Mucho gusto — hablo nicole.

—Igualmente— dijo hary estrechando su mano.

—Bueno logan, fue un placer conocerte. Espero verte mas seguido por aquí...

—Lo mismo digo— estreche su mano y salí de allí con hary.

—La cautivaste... —mire de reojo a hary y nege con la cabeza.

—Estas equivocado amigo, no se de que hablas. Además sabes que no andoben esas.

—Tienes razon Bella, es mas caliente

—Voy a matarte si vuelves a decir eso— dije serio.

Hary simplemente río.

Dulce TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora