Capítulo 25

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-Sueltame, me duele los pies y siento que quiero vomitar. Joder, se siente demasiado mal -Gruñe cuando era jalada bruscamente por el chico.

Abbie no podía seguir caminando si que se tira en el jardín pero se chico sigue jalando de ella.

-¿Que esperas para mover tu trasero? -Gruñe él.

Abbie se zafa de su agarre y deja salir el liquido ácido de su garganta. Luego lo mira apenada cuando nota que vomitó sus zapatos.

-Yo de verdad lo sient.. -No logra terminar la frase cuando siente su mejilla arder.

El chico sin pensarlo dos veces había golpeado la mejilla de Abbie. Cegado por la furia la toma en su hombro y se dirige al auto.

-¡Sueltame imbécil! -Dice conteniendo sus lágrimas. El chico según llamado Dylan le había caído perfectamente bien hasta que división sacarla de la fiesta y golpearla.

Abbie estaba súper indignada por el comportamiento de Dylan.

Zac cuando llega a la barra y no encuentra a Abbie se empieza asustar. Había llamado a Walter para que ayudará a llevarla a casa.

-¿En dónde está tu supuesta, Elena? -Pregunta Walter.

-Estaba aquí en la barra pero le dije que no se moviera. Veo que no me tomo atención -Dijo fastidiado.

El chico de la barra de acerca a los dos.

-¿Buscan a la chica que estaba aquí? -Pregunta y ellos asienten.-Un chico acaba de llevársela a tirones y de verdad la forzaba a ir con ella -Dice el chico limpiando de él vaso que tenía en la mano.

-Gracias -Dice Zac.

-Capaz que era el novio o hermano. Divirtamos si ya se fue -Dice Walter mientras miraba de reojo a Cassie.

La chica con quién hablo toda la noche y después subió a una habitación con ella. Hasta que alguien llamado Zac interrumpió su momento.

Kian de lejos ver a Walter y no duda en acercarse a él.

-Hasta que te encuentro -Dice saludando a su amigo.

Walter presenta a Kian y Zac quiénes se llevaron bien desde el principio.

-¿Has visto a Abbie? -Le Pregunta Kian. Walter abre los ojos como platos.

-¿Abbie vino? -Pregunto asombrado. Kian asiente.

-Dijo que iba por unos tragos y no ha vuelto. Lucy está muy preocupada por ella ya que no la encuentra en toda la noche.

Walter aprieta sus nudillos preocupado. Tenía miedo de que algo le pasará o mejor dicho de que alguien se la hubiera llevado.

No estaba equivocado porque Abbie ya estaba en el auto con el chico mientras iban a una dirección desconocida para Abbie.

-¿Me llevas a mi casa?, me siento demasiado mal -Dice en una mueca de dolor.

-Claro que no, esto recién comienza preciosa -Dice divertido.

Abbie no entienda nada. Sólo quería una cama y dormir, tenía mareos y todo a su alrededor era borroso.

Por un momento se le olvidaban las cosas y repetía una y otra vez lo mismo sin darse cuenta que tenía la memoria disminuida.

Ahora no estaba borracha como horas atrás, ya nada era diversión si no lo contrario.

Su teléfono empezó a vibrar y ella mira a su alrededor. El chico estaba afuera haciendo una llamada telefónica y aprovecho contestar el teléfono.

Sonrió cuando vio que era Walter. Pero recordó que el estaba con la chica y nisiquiera se acordó de ella toda la noche si que corto la llamada.

Guardo nuevamente su teléfono.

-Mi jefe estará demasiado contento al verte pequeña, Abbie -Dice Dylan.

Ella lo mira confundida, pero ya todo le daba vueltas.

-Quiero una cama. Siento que moriré, necesito que me vea un médico -Decía repertinas veces.

Walter maldice cuando Abbie le cortaba las llamadas.

-Me jode que no conteste. Nos tiene a todos preocupados -Dice fastidioso Walter.

-Me jode que por tu chica la buscas por mar, cielo y tierra. Pero por la chica que te digo yo nisiquiera importa, me jodes -Gruñe Zac.

-¿Acaso te gustó? -Pregunta.

-No, pero no negaré que llamó mi atención y sus ojos. Nadie puede perderse en ellos son tan bellos -Dijo sonriendo.

-Definitivamente tomaste demasiado -Río esté.

Abbie suspiro cuando al fin ya habían llegado. Un caballero alrededor de los 40 años toma de él mentón a Abbie.

-Así que al fin nos vemos querida Campbell -Dice bruscamente el Sr. Collins.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Abbie. Unas manos frías agarran la suya y la amarran alrededor de él asiento.

Abbie suelta un grito ahogado cuando la cuerda estaba demasiado apretada haciéndole daño en su muñeca.

-¿Quién eres? -Pregunta temerosa de sus palabras.

-Eso ya deberías saberlo -Dice burlón.

-¿Que quieres de mí? -Pregunta en un hilo de voz. Estaba demasiado asustada.

-Traquila, todavía no quiero nada de tí. Solo quería conocer a la quería hija de él gran John Campbell que en paz descanse -Dice burlón.

El corazón de había se rompió en dos cuando escucho esas palabras.

-¡Mi padre no está muerto! -Escupió ella.

-Claro que si. Yo vi su muerte en vivo y en directo.

-Mentira -Dice entre dientes.

-Como digas, pequeña.

Collins rueda los ojos mientras le da la espada a Abbie. La furia en el crecía más y más.

-Me recuerdas tanto a él que me dan ganas de golpearte sin parar -Dice con furia.-Pero tus ojos me recuerdan a ella y todo me calma -Dice acercándose cautelosamente a Abbie.

Acaricia la mejilla de ella para luego darle un gran golpe. Ella siente el sabor amargo de la sangre y hace una mueca.

Le había roto el labio.

-Lo siento, pero me recuerdas todo a él. Pensé que te parecerías más a tu madre pero solo tus ojos y labios. Todo lo demás a él y lo odio... ¡maldita sea! -Grita tirando al piso todo a su alrededor.

Abbie sentía gran miedo, no quería abrir en ningún minuto los ojos. Quería que ésto ya pasará, pero no, se hacía infinito y nada cambiaba. No podía ver bien a Collins.

Solo veía borroso y maldecía internamente.

Abbie sintió las manos frías en su mentón.

-Abre los ojos -Ordenó esté y Abbie obedece. Collins sonrió por lo obediente que fue Abbie igual que su madre.

-Un gusto conocerte, pequeña. Nos volveremos a ver y espero que te hayas despedido de todos tus seres querido porqué será la última vez que los veas. Aprovecha todo a tu alrededor y vive tu vida como si al día siguiente morirás porqué eso sucederá -Sonríe maliciosamente.-Espero que mantengas en silenció todo o no querrás morir antes de tiempo.

Ella asiente con gran terror.

-¡Llevenla a su casa! -Grito Collins.

WalterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora