Capítulo 46

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—Walter deberías ir a dormir a casa, sabes que no despertará ni hoy, ni mañana, ni pasado, no sabremos si despertará —Dice Lucy.

—Sabes que despertará. Solo necesita tiempo, es difícil para ella —Toma asiento Walter.

—¡Ya pasará un año desde que sigue en coma! —Grita desesperada. —Sólo.. Sigue con tú vida porqué te estás arruinandote y no creo que ella quiera verte así, menos Kian. Joder, razona un poco —Dice Lucy.

—Estoy razonando, siempre lo he hecho solo que no pierdo la esperanza  porqué es difícil para ella poder salir de es agujero y no la dejaré sola.

—Si, te entiendo. Nadie a tirado la toalla por ella pero mirate, te amaneces en el trabajo que te has metido. Aparte buscas a Collins por cielo, mar y tierra, no duermes. Estás matándote de apoco —Dice mirándolo profundamente. El suspira rendido.

—Tienes razón. Me despido y voy a dormir —Dice y ella asiente. Sigue su camino al cuarto de Abbie antes de toparse con Lucy, allí estaba ella inconsciente como si estuviera durmiendo eternamente.

—Buenos días mi bella durmiente —Besa la frente de ella.—Vine por una visita corta ya que la molesta de Lucy siempre tiene la razón y me estoy matando. Me esfuerzo pero tú eres la única que me mantiene cuerdo, si te vas entraré en la locura. Descansa freyita, más tarde vengo a verte nuevamente —Se despide para seguir su camino tristemente.

Se despide de Lucy y va hacía su auto. Coloca sus codos en el volante mientras deja que sus ojos descansen un momento. Saca su teléfono y le marca a Connor.

—Como ha ido la entrega de Jackson —Pregunta Walter.

—Acabamos de llegar y bien, quedó a gusto —Dice Connor satisfecho.

—Yo ahora voy a casa a dormir. Tómese su descansó cuándo los llame seguimos con las entregas —Dicho eso corta la llamada.

Se dirije a la casa con gran parte de el agotado queriendo descansar para luego seguir matándose como cada día.

Desde un mes que Abbie seguía en el coma y ninguna palabra de Walter logró sacarla del coma, decidió darle su espacio y preocuparse por encontrar a Collins y hacerlo pagar.

Tenía que encontrarlo antes de que él encontrará a Abbie. Walter sabía que Abbie no había entregado el dinero y el no se salió con la suya, esa era una ventaja para Walter sabía que Abbie era la carnada de Collins y cuando la quisiera no iba a salir con vida.

Walter llevó meses metiéndose en el narcotráfico con tres chicos y una chica, se han vuelvo parte importante de su vida. Aunque eran un gran dolor de cabeza, uno de ellos le recordaba a Kian y lo hacía sentir como si nunca perdió a su mejor amigo.

Connor era quién mantenía como su mano derecha, Isaac también era parte de su pandilla, luego viene Jaden y por último Mónica. Esa chica era con la única que confiaba como lo hacía con Abbie, pero le ocultaba muchas cosas.

Todavía le cuesta asimilar la muerte de su mejor amigo. El dio la vida por él y siempre iba a estar agradecido y un poco enojado porqué su amigo también tenía una amada que es una gran chica. Como recordaba las palabras de Kian eran ciertas. Lucy era fuerte y no se derribó, se mantenía firme hasta ahora.

Hace poco compartía tiempo con Connor quién era la viva imagen de Kian. Solamente en la forma de ser, su forma de pensar y de divertirse. Sólo las únicas veces que se ríe Lucy como antes es con Connor y eso le alegra a Walter. Ella estaba volviendo hacer feliz.

Walter se baja de el auto. Deja sus llaves en su bolsillo y adentra a la casa para seguir su camino ignorando todo a su alrededor. Pero la voz de Mónica lo detuvo.

—No quiero tus interrogatorios todavía, nena. Sólo iré a dormir porque estoy agotado y después hablamos —Dice Walter antes de que ella abra la boca para hablar.

—Okey, de esta conversación no te salvas —Dice para dejarlo seguir su camino.

Se tira al duro colchón para dejar caer lentamente sus ojos. De apoco fue quedándose dormido hasta quedar inconsciente.

Estaba todo oscuro, el silencio estaba apoderándose de todo el ambiente. Hasta que el sonido desgarrador de un grito lo hace sobre saltar.

Coloco frente a mis ojos la pistola buscando donde vienen los gritos. Cada vez eran más fuertes.

—¡Dónde tienes el puto dinero! —Se siente el golpe secó. Ella suelta un gimido para luego sacar con fuerza otro gritó.

—No lose, solo déjame ir —Podía reconocer la voz por todos lados. Corrí donde ella con fuerza, todos estaban amarrados. Lucy estaba atada junto a Abbie. Por el otro lado estaba Isaac.

La mano de Mónica me impedía seguir.

—No sigas o te matará. Piensa, Walter, siempre esperaste este día no dejes que te gané como lo hizo cuándo provocó que matarán a Kian, como dejó a Abbie y la perdieras. Está vez no perderás a nadie, tenemos que vencerlo.

Walter da un salto en la cama mientras su frente sudaba. Mira a los lados y lo único que obtiene es que Coddy diera pequeñas mordidas en la mano de Walter.

Coddy era el perro que le tenía Abbie para cuándo volviera. Era un chihuahua y lleva 5 meses con él, vaya que solía llegar a ser insoportable. Pero sabía que a ella le encantaría.

—¡Hey, eres todo un travieso! —Desordena el cabello de el pequeño perro.

El da pequeños ladridos mientras saltaba en la cama de un lado a otro esperando jugar con Walter. Él toma una pequeña pelota para tirarla a los lejos y ver como el perro se alejaba.

Coloca sus zapatillas y mira que ya era de noche. Eran las 8:00 pm de la noche y todavía tenía tiempo para alcanzar ir a verla como le prometió en la mañana.

Va a la ducha para poder reaccionar de la pesadilla que tuvo hace un rato.

Tenía que hacer varias cosas en la noche.

WalterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora