Capitulo 2

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Hoy he llegado temprano al cine, así disfruto un rato del espacio y converso luego con el Pancho, quien aparte de vender las entradas, vende las golosinas, hace de seguridad, limpia el cine completo, etc. Un multitodo como se dice. Suele subir cuando ya ha empezado la primera función y nos tomamos un café mientras me cuenta alguna historia de su pasado. No sé porque, pero cada vez que hablamos, es como si viera una película antigua en blanco y negro mientras que afuera en la gran pantalla, las mismas parejas en las mismas poses, tiran y gimen como poseídos, menudo contraste ... pero me gusta. 

Este cine fue construido en los años veinte y se vino abajo en los 80, cuando el centro se volvió demasiado decadente y peligroso para seguir funcionando como centro de la vida social de la capital. Sin embargo, dejando de lado el olor a desinfectante y cera en pasta (lo cual prefiero al olor a meado), el cine tiene su encanto, sobretodo esta pequeña sala de proyección. El proyector es antiguo pero está bien conservado y todo tiene un aire a viejo que me encanta. Con solo decir que los boletos salen por esas maquinitas antiguas de imprenta, mil veces mejor que esos boletos de caja registradora que dan ahora. Lo otro grandioso es cuando llego temprano como hoy y el local aún está vacío. Es entonces cuando, en medio de esa semi oscuridad que me rodea, el cine, cual inmenso es, pasa a ser mi pequeño reino. Siempre termino subiendo a la mezzanine que está clausurada, me siento ahí y miro todo ese mar de butacas vacías. Es como si por un instante dominara al mundo en medio de esa tranquilidad absoluta, que en una ciudad tan de mierda como ésta, es una bendición. 

- Cuando me vas a leer algo de eso que escribes? 

- Hola Pancho, ya sabes que son cosas íntimas además, hay mucho lenguaje soez y tus canas viejo no me permiten mostrarte esto ... ni hablar, no se puede 

- ¿Y me dices esto en un cine porno? ... tienes cada cosa Camila... Anda toma, con cuatro cucharadas de azúcar como te gusta 

- Gracias... que rico ... oye, hoy hay más gente no? 

- Bueno es mitad de mes 

- ¿Y qué tiene que ver? 

- Que la gente a mitad de mes ya se chupó todo el sueldo, comienzan a volverse locos porque no tienen con qué pagar las cuentas y necesitan relajarse de alguna manera "barata" 

- Ya... tiene sentido 

- Mira, estaba leyendo el periódico y vi esto. Te lo recorté, toma 

- A ver... el Festival de cine, genial, ¿Que te pasó hoy? No leías el periódico de calatas por lo que veo... Oye no está mal la programación del lunes que viene, espero la próxima semana, encontrar entradas. Mira, van a pasar un clásico 

- ¿Cuál? 

- La naranja mecánica, es mi película favorita de toda la vida 

- ¿De qué trata? 

- Esa es una buena pregunta viejo, a ver, te puedo decir que la protagonista tiene una extraña fascinación por Beethoven, en especial la quinta sinfonía y por otras cosas un poco más siniestras, que si las ves con los ojos de cualquier mortal dirías, este chico esta tronado pero si te metes en su raye mental, es alucinante como puedes llegar a entender cada uno de sus actos. La película está llena de metáforas 

- ¿Metáforas? Hija háblame en cristiano 

- Metáforas, algo así como simbolismos 

- Ya... seguro me duermo a los 5 minutos, a ver cuando me traes otra película del Bruce Lee, esas sin son películas no esos mamarrachos que suelen hacer ahora donde todo pasa en cámara lenta, donde se ha visto que una bala se suspenda en el aire Eh? Una bala cuando te la disparan, zas te perfora y sale un huevo de sangre y duele como mierda, que vas estar esquivándola, ¡Cojudeces! 

- ¿ A ti te dieron alguna vez Verdad? 

- Si cuando estuve en Ayacucho persiguiendo terrucosiv ... – dijo asomándose por la ventanilla que daba a la platea- iMierda! 

- ¿Qué pasa? 

- Hay una pareja tirando en la sala, seguro algún conchudo se trajo a una polilla, buscando ahorrarse el hotel, ya vuelvo 

- Bajo contigo que tengo que ir al baño.

El cuento de la mariposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora