Capitulo 39

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"Eran unos de esos dias en los cuales tenia el ánimo por los suelos, no la habia logrado ver por más de una semana y me empezaba a desesperar. Esa noche, sali un poco más temprano del cine y me fui a sentar en la acera con la esperanza de que estuviera tal vez llegando a casa más temprano. Sin embargo me dieron casi las 4 de la mañana y nada. Tenia los huesos congelados por la espera, pues ese Agosto estaba pegando más fuerte que nunca. 

Me habia ya levantado para marcharme y estaba guardando mis cosas en la mochila cuando vi un carro estacionarse a toda velocidad frente al edificio. De inmediato una pareja salió del vehiculo y abriendo una de las puertas traseras, la bajaron a ella. La mujer trataba de reanimarla sin lograrlo, entre los dos, la llevaron hasta la puerta con tal esfuerzo que finalmente optaron por dejarla sentada en el portón. Segundos después, el carro salia a toda velocidad y yo comenzaba a correr hacia ella ... "

Mis dedos se detuvieron mientras yo buscaba apaciguar la ansiedad que sentí, me asaltaba de pronto. Miré hacia el balcón y constaté que aún no amanecía, entonces volví a aquella página y continué ... 

"Ni bien la tomé entre mis brazos, noté que su pulso era bastante débil y que respiraba con dificultad. Me levanté y subí corriendo hasta el departamento, el cual toqué de forma desesperada hasta que Reina finalmente me abrió. 

- Pero quién caraja te has creído
 
- Reina, llama a una ambulancia 

- ¿Que? ¿Pero de que estás hablando? 

- Que llames una ambulancia ¡Mier.da, es Farfalla!!! 

- Que le hiciste hija de .. - Se me abalanzó cogiéndome de la chaqueta 

- ¡No le hice nada!- le grité desesperada mientras trataba de zafarme- la encontré en la puerta, creo que es una sobredosis, llama a una ambulancia!!!!!!! 

- ¡Mier.da!!!! 

Ni bien me soltó, bajé nuevamente a verificar su pulso. La acomodé con la cabeza ligeramente inclinada hacia atrás para que respirara mejor y luego la cubrí con mi casaca, al hacerlo, noté su ropa llena de manchas y restos de vómito. Hice un esfuerzo por contenerme y mantener la calma mientras rogaba una y otra vez que no me dejara. 

Media hora después, Reina caminaba nerviosamente por todo el pasillo mientras yo, sentada en una de las bancas, no dejaba de mirar hacia la sala donde la habían metido. 

Cuando pensé que ya no podía aguantar más, el médico y una de las enfermeras finalmente salieron. Me puse de pie sintiendo que la respiración se me cortaba y Reina se acercó corriendo. 

- ¿Y doctor? - Preguntó Reina 

- Acabamos de estabilizarla, estaba apunto de tener un paro respiratorio, por suerte la ambulancia fue avisada a tiempo. Ahora estamos suministrándole un medicamento intravenoso para ayudar a la desintoxicación. El nivel de heroína era bastante elevado, ¿Hace cuanto tiempo consume? 

- Hace varios años doctor 

- Ya... -dirigiéndose a la enfermera- mis sospechas pueden ser ciertas 

- ¿Que sospechas? - Pregunté sin entender 

- Tiene toda la pinta de ser un intento de suicidio, los adictos de tantos años por lo general saben cuanto inyectarse, varían la dosis gradualmente cuando la cantidad anterior ya no les hace el mismo efecto pero difícilmente se pasan a este extremo a no ser que lo hagan adrede. 

Me quedé muda mientras un viento helado me recorría el cuerpo y tuve que volver a sentarme al sentir que las piernas me fallaban. Reina me miró un momento y luego siguió hablando con el doctor. 

- ¿Y ahora que hay que hacer doctor? 

- Lo primero es esperar que su cuerpo termine de compensarse, voy a hablar con el psiquiatra asignado para que le haga una evaluación y determine cual es la medicación más adecuada. 

- ¿Se le puede ver? 

- De momento es mejor que descanse, ya por la tarde podrá recibir visitas. Ahora si me disculpan. 

- Gracias doctor 

Reina se giró nuevamente hacia mí, que permanecía anclada a la silla en silencio. 

- No sé si darte las gracias o darte una paliza 

Sin poder controlar más lo que se me venía encima, me puse a llorar, cosa que hizo que aquel hombre enorme se sentara a mi lado 

- Ya ... cálmate que está bien ... 

- No sabes como quisiera borrar lo que pasó... La miré- déjame por favor estar pendiente de ella hasta que se recupere ... por favor .. 

- De dejarte te dejo Camila, el problema es que ella quiera que estés a su lado ... 

- Ella me necesita, lo sé Reina, lo siento aquí dentro, si ella me dejara, yo trataría de enmendar lo que hice, yo sé que puedo Reina 

- ¿Y si un día te vuelve a dar la locura Camila? Yo la he visto y a pesar de hacerse la fuerte y no querer hablar del tema, ha estado hecha polvo, no quiero que vuelva a pasar por algo así Camila y tu pierdes los papeles con facilidad. 

- Eso no va pasar más, te lo prometo- terminé de decirle con seriedad
 
Nos quedamos callados un momento hasta que él finalmente se levantó 

- Ven, acompáñame a traerle algo de ropa y cosas de aseo, y de paso te compras un escudo de protección porque la que te va caer no va ser nada leve. ¡Ah!y como le vuelvas a levantar un dedo Camila, me olvido que eres mujer y te reviento ¿Me oíste? - Asentí- Vámonos de una vez. 

Tras hablar con Pancho, quien para variar, también tenía conocidos en el seguro social, logramos conseguirle una habitación para ella sola, a la cual fue trasladada ni bien salió de la sala de recuperación."

El cuento de la mariposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora