Capítulo 20.

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Kim mantiene sus ojos cerrados. Tan solo son las ocho de la mañana. Antes de que pueda abrir los ojos, nota una leve caricia en su mejilla.

-Kim, despierta. -la voz de Ashton suena increíblemente dulce, a pesar del mal humor mañanero de la chica. -Buenos días, sé que has soñado conmigo, no hace falta que me cuentes detalles. - Kimberly abre los ojos y se ríe.

-Eres un engreído, ¿sabes? Y deberías irte. Si Dacota se entera de...- Ash la besa, lentamente. Acaricia su pelo, y pasa sus manos a su cara.

-Nos vemos luego.- en cuestión de segundos, el chico vuelve a saltar el estrecho espacio que separa las dos ventanas. "Buenos días". Kim se queda con el sabor de ese beso aún en la boca. Se viste, y baja a desayunar, a pesar de que no tiene nada de hambre.

Ashton baja las escaleras de su casa como si no hubiera pasado nada. No hay nadie en casa. Como siempre. Una nota en la nevera es lo que le hace saber que su madre y su hermana han ido a Wavemeath a hacer compras, y que su hermano Steve va a "trabajar" hasta mañana por la mañana. O mejor dicho, a quedarse tirado en una cuneta lejana del pueblo con sus amigos. A Ash no le apetece hacer absolutamente nada. El día es bastante nublado, y habrá oleaje, pero él no irá a la playa.

Dacota está sola en la cocina. Tiene la música a tope, y está haciendo tortitas. Muchas tortitas. Kim mete sus nudillos en las mangas de la sudadera, y se sienta a la mesa.

-Kim...

-Olvidemóslo, ¿vale?

-Está bien.

-Me apetecen tortitas.

-Escucha, Kimberly...

-Dime.- se teme lo peor, que su prima haya oído a Ash saltar o algo así.

-Hoy Drake y yo cumplimos un año juntos y nos gustaría...

-Estar solos, sí, me iba a quedar en casa igualmente.

-Volveré tarde, no hace falta que me cubras, mi madre llegará por la mañana.

-Vale, no importa.

-Gracias Kim, eres la mejor.

Ash sube a su habitación y continúa con el dibujo que ayer dejó a medias. Realiza trazos, y entre ellos, piensa en Kimberly. Está guapa hasta cuando se despierta. Sigue dibujando. 

Dacota se pone el neopreno, y coge su tabla. Drake le espera fuera. Kimberly coge un libro y se tumba en el sofá, con la esperanza de que se le pase el aburrimiento. Aunque no es así. De repente piensa en Marco, y en qué estará haciendo. Seguro que jugar al baloncesto. Es su sueño desde ni se sabe. Ahora le apetece jugar al baloncesto. En un lateral de la casa, hay una canasta. Se acuerda cuando la colocó su padre cuando ella tenía solo seis años. Sale por la puerta, botando el balón. Tiene el aro en frente. Bota el balón varias veces y se concentra. Es un tiro libre, le suelen salir bien. Falla. Coge el balón de nuevo, y vuelve a probar. Falla de nuevo. "¿Qué es lo que te pasa, Kim? Eres buena". Se intenta concentrar y mira la canasta fijamente. Cuando se dispone a tirar, unos brazos de chico la rodean por detrás.

-Es mejor si inclinas este codo hacia la derecha -Ashton aujeta suavemente a Kim, que está muerta de vergüenza ahora mismo.- Así, luego inclínate más hacia adelante. Ahora, mira el aro, y fíjate en el centro del balón. No vas a fallar, Kim. -la chica lanza el balón siguiendo los consejos de Ash. Efectivamente, la pelota entra en la canasta.

-¿Cómo lo has...?

-Los inviernos en Crosshaven son largos.

-¿Un partido?- Ash asiente, y antes de lo previsto, Kimberly coge la pelota y empieza a correr. -¡Antes tendrás que cogerme!

-Ey, eso no es un partido, no... -a Kimberly siempre se le ha dado bien correr, pero Ashton es bastante más rápido, y la pilla en seguida. Por causas del destino o no, los dos acaban en el suelo. Ash justo encima de Kim. Están muy cerca. Demasiado.

Hola, siento haber tardado en subirlo, pero no tenía inspiración y me odio. Os doy las gracias por pasaros, es muy importante. Y gracias también a mis amigas (os dije que lo comentaría), que me habéis ayudado en mucho y sin vosotras no se qué haría. Bueno no me voy a enrollar y no quiero ser cursi. Vooootad y comentad pls. xx

You make me strong.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora