Dacota no sabe qué ponerse. Tira una y otra vez la ropa que su armario contiene. Kimberly entra en el baño y se pinta la línea de los ojos con negro. Coge sus cosas y sale al pasillo de nuevo. El timbre suena, y la chica baja las escaleras como un rayo. Abre la puerta, y besa a Ashton en la mejilla. Se despide de su prima con una especie de grito, y sale de allí.
El chico la agarra por la cintura y la lleva hacia la playa, sonriendo.
El timbre suena de nuevo. Dacota mira por la ventana y ve la silueta de Drake en la absoluta oscuridad. Se pone una camiseta vieja encima y baja a abrirle. Ha calculado mal el tiempo, todavía no sabe qué hacer con su ropa. El chico sonríe al verla.
-Qué guapa.
-No, en serio, no sé qué ponerme, quería impresionarte, y...-le tiembla el labio inferior, y se lo muerde para evitar que Drake lo note.
El chico cierra la puerta y la besa. La chica deja de resistirse y cierra los ojos.
-Así vas perfecta.
-Déjame subir a por algo más decente, no sé, ayúdame.
Ambos suben las escaleras juntos, dando tumbos, y riéndose, como siempre.
El chico se sienta en la cama, mientras Dacota busca cualquier cosa en el armario.
-¿Sabes que eres lo más importante para mí, verdad?
-Tú también para mí, Drake.
-Es que... No te lo suelo decir a menudo, pero, te quiero.
-Yo también te quiero, Drake.
-Y es importante para mí que sepas que me has cambiado la vida, y eres lo mejor que me ha pasado.
-Basta, ¿o quieres que llore?
-Ese vestido me gusta.
-Sí, no está mal.-es ese el mismo vestido que hace una media hora estaba repudiando, pero lo que necesita es que a Drake le guste, y con eso es suficiente.- Te quiero tanto.
-Te quiero.
****
-Traga. Traga. Traga. Traga. Traga.- los chicos animan al unísono, para que Abbey beba la cerveza en tiempo récord. La chica da un último sorbo y sacude la cabeza, mientras Sven se ríe.
-¡Wooooooohooo!- los chicos vitorean.
La playa ya está prácticamente abarrotada, Abbey sonríe orgullosa, y deja el vaso en la barra de nuevo.
-Mira.- la chica levanta la vista, y ve a Claire sola, esperando a alguien.
-Es tu momento, ve, y habla con ella, Sven.
-¿Y qué cojones le digo? Tengo cero posibilidades de gustarle.
-Cero posibilidades son las que tienes si te quedas aquí parado sin hacer nada, mientras otro liga con ella, corre.
Abbey ve cómo Sven se acerca a la chica, y sonríe. Se aleja de la multitud y da un sorbo a su cerveza.
Se acuerda de Marco, de sus palabras al otro lado del teléfono. Le gusta escuchar su voz, aunque eso no sea suficiente. Lo necesita con ella, y se pregunta realmente si está siendo una egoísta al querer salir de este pueblo. Recuerda aquella vez que llevaron a su hermano Steve al hospital por su primera sobredosis. Necesitaba una sustancia, para sustituir la heroína, para restaurar la adicción que su cuerpo no podía soportar más. Metadona. Eso es Marco para ella. Una dosis de metadona que ahora mismo le falta, que le duele. Ojalá estuviera allí, para sujetarla fuerte, decirle que todo irá bien. Intenta alejar esos pensamientos de su cabeza, porque ella no es una egoísta.
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You make me strong.
Teen FictionLa madre de Kimberly la obliga a quedarse al menos un año en Irlanda, en el pueblo de su familia. Pese a que Kim no quiere dejar atrás Barcelona, y a su mejor amigo, acaba por ir. Allí se encuentra con un pueblo dividido en dos bandos, y un chico...