Capítulo 39.

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Kim se sienta en la arena. Cierra los ojos. La brisa nocturna la acaricia.

Su mente está completamente en blanco.

Escucha el oleaje, hay luna llena. Si se ha escapado un rato de casa, ha sido porque necesitaba espacio. 

Unas manos tapan sus ojos, y ella deduce que es Ashton. No está equivocada. El chico la besa y se sienta a su lado, apoyando su cabeza en el hombro de Kim. Por un momento se quedan en silencio, y Kimberly es la única que lo rompe.

-Marco es buen chico.

-Kim...

-Es la verdad, es como si fuera mi hermano, y es buen chico, si te preocupa tu hermana...

-Abbey solo me tiene a mí.  Soy su única familia. No creo que Marco sea mal chico, es más, me cae bien. Pero joder, es mi hermana, mi hermana pequeña.

Ash se tumba en la arena. Kimberly cierra los ojos, y se deja caer, apoyando su cabeza en el pecho de Ashton. El chico besa su frente, y acaricia su pelo. La abraza fuerte. Ella va a girar, pero su escayola se lo impide. Ash se ríe.

-¿Cuando te piensan quitar la pata de palo?

La chica se incorpora.

-Mi tía me lleva mañana por la mañana al médico.- el chico se vuelve a reír y la besa. -¿Y tú que piensas hacer?

Ashton baja la cabeza, como si no hubiera escuchado esa pregunta. Quizás, no quiere responderla.

-Ash...

-Mi madre me va a llevar a ver a mi padre.

-¿A la...?

-A la cárcel.

****

Marco se sienta en el escalón de madera, junto a Abbey. Guardan silencio por un momento.

-Seguro que Escocia te gusta.

-Escocia no es el problema, Ab.

-Ojalá no te hubiera conocido. Así no te echaría de menos.

****

Kimberly se levanta de la cama y se viste rápidamente. Tiene mucho sueño.

-Suerte con el médico, cuidado con que no corte demasiado.

-Gracias, Ash. Nos vemos luego.

El chico sonríe y cierra la ventana, al tiempo que Kim baja las escaleras.Toma su café, junto con su tía, y más tarde, las dos se meten en el coche.

La voz de Darcy despierta a Kim. Ambas se bajan del vehículo, y entran en el hospital. El olor a esterilizado trae malos recuerdos a Kim. A su padre. Entran en la sala del médico, que no deja de sonreír en ningún momento.

****

Ashton cierra la puerta de su habitación. Al mismo tiempo, Abbey sale de su cuarto. Sonríen y bajan las escaleras compitiendo, entre empujones.

-Te he vuelto a ganar.- Abbey se ríe victoriosa, y entra en la cocina. Ashton acaricia a Spurs, que exige su desayuno, y sigue a su hermana. Su madre sirve el café bostezando.

-Mamá, yo me quedo aquí.- Abbey da un sorbo a su café.

-Vale, cariño. Voy a prepararme, Ashton.

Susanne sube las escaleras dejando a sus hijos desayunando.

-¿Por qué no vienes?

-No tengo ganas.

-Vamos, Ab, él te quiere.

-No. No lo hace, merece estar donde está, y no pienso ir.

-No me puedo creer que puedas quedarte aquí, como si nada. Haz lo que quieras. 

En unos quince minutos, tanto Ash como su madre, están metidos en el coche.

-Sonríe, más, Ashton.

-No seas pesada.- Ash apoya la cabeza en la ventanilla. Le molesta ver así a su padre, y sobre todo, que su hermana no vaya nunca a acompañarle.

El viaje se hace eterno, como siempre. Ambos bajan del coche, y Ash se resigna.

****

-Pues eso es todo, Kimberly. Evita hacer esfuerzos con esta pierna los primeros días. No te quedará ninguna secuela.

-Gracias doctor, vamos Kim.

Las dos dejan la clínica. Kimberly sonríe y mira su pierna sin la escayola. La echaba de menos, la verdad.

Le apetece correr. Correr por la playa.

Llegan a casa en seguida. A Kim se le hace raro subir los escalines sin las muletas. Dacota abre la puerta y la abraza muy fuerte. Kimberly sonríe, y ambas saltan. Kim sube las escaleras en busca de Marco, pero no hay ni rastro. Dacota la sigue con la mirada desde abajo.

-Marco ha ido a surfear hace rato.

Kim sonríe para sí y se deja caer en la cama. Mira por la ventana. Ashton no está. Cierra los ojos, e intenta despejar su mente.

****

Marco sale del agua, con la tabla de surf debajo del brazo. Abbey lo espera en la orilla, con una sonrisa torcida. El chico sacude su pelo y la besa en la mejilla.

Por un momento, se desahogan juntos. Hablan de sus preocupaciones, de sus miedos.

Ojalá mañana no llegara, ojalá capturaran este momento en sus mentes, y no llegara la hora en la que Marco se monte en ese avión.

"Si el destino existe de verdad, me volverá a llevar junto a ella."

"Ojalá el destino no me separe nunca de él."

Pasan el día juntos. Su último día juntos.

****

El día se hace largo y aburrido. Kim apenas ha salido de su habitación, más que nada, porque esta tarde ha recuperado las horas de sueño de prácticamente toda la semana. Decide salir a dar una vuelta. No puede ser sano estar todo el día entre cuatro paredes. Baja las escaleras, y se siente libre.

-Tía Darcy, salgo a dar un paseo, vuelvo en un rato.

-Vale, cariño. 

Kim se sienta en el muelle. Desata sus converse, y moja sus pies. El agua está demasiado fría.

Ashton la sorprende de nuevo. Se sienta a su lado, y mete sus pies en el agua  también.

-Echaba de menos tu pierna derecha.- la voz de Ash se quiebra.

-Yo también. ¿Qué tal en...?

-¿Puedo decirte algo?

-Adelante.

-Cada vez estoy más seguro de que mi padre es inocente.

La chica apoya su cabeza en el hombro del chico.

-Todo saldrá bien, Ash.

-No me creo que vaya a decir esto, pero tengo miedo. Miedo de que no vuelva a ver a mi padre sonreír, y todo, por un puto malentendido.

-No digas eso. Ni siquiera lo pienses.

-Estás muy guapa.

-Te quiero.





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