You make me strong.

Capítulo 43.

Abbey apura su cerveza. Ya hace frío, y la brisa marina golpea su cara. La gente está sentada, mirando al cielo, mientras ella se intenta emborrachar en la orilla de la playa. Cierra sus ojos, y cada vez que hace eso, la silueta de Marco se dibuja cruelmente en su cabeza. Lo ve sonreír, sonreír cerca de ella.

"Vale ya, Abbey, esto iba a pasar tarde o temprano." Intenta despertar, despertar de una vez por todas de esta maldita pesadilla. Ve a Sven en la lejanía. Está discutiendo con Denise. Recuerda cuando cortaron. Fue Abigail la que obligó a que Denise cortara con él. Pensó que ella debía ser la única con novio, y ese novio sería Ashton. Abbey sonríe. Ashton siempre fue distinto, hace lo que le da la gana, así que vive bien. Ella tendría que seguir ese ejemplo. Da el último trago a la botella, y se acerca a Sven, para salvarlo de la tempestad.

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Ash y Kim están sentados en el embarcadero, alejados de la gente. La luna está muy cerca del horizonte esta noche. Los dos se dejan caer, y se tumban en el suelo del muelle, y continúan su conversación.

-¿Ves esa de allí?

-La Osa Mayor.

-¿Hay alguna constelación que no te sepas?

-Mi padre solía enseñarme el nombre de las estrellas.- Kim baja la cabeza y sonríe tras decir estas palabras.

-Ahí está. Lluvia de estrellas, tienes que pedir un deseo.

-Suena tan cursi, que no parece real.

-A lo mejor, esto no es real.

Kimberly apoya su cabeza en el pecho de Ashton, y cierra los ojos.

-Ya he pedido mi deseo.

-¿Y bien?

-No te pienso decir mi deseo cursi.

-Como quieras, pero sabes que te acabarás delatando.

-Ni de coña.

-Ven conmigo.

-¿Dónde quieres ir ahora? Tendría que estar en casa desde hace rato.

-¿Crees que tu prima está precisamente en casa?

-Eso da igual, me tengo que ir, Ash.

-Eres dura de roer, eh. Está bien. Te acompaño.

****

Abbey se acerca a Denise, y le da dos toques en la espalda para que se aparte de Sven. El alcohol ha empezado a hacer efecto en ella.

-¿Se puede saber que quieres tú ahora?- Denise se da la vuelta. Es mucho más alta Abbey, pero eso no le intimida en absoluto.

-Creo que Sven no te soporta más, así que vete con tu dueña, digo con Abigail.

-La que se tiene que ir eres tú.- Denise se vuelve a girar, pero Sven agarra a Abbey por el brazo e intenta largarse, pero la chica se le resiste y consigue liberarse.

-Escúchame bien, Denise. Me habéis jodido la vida. Me la habéis estado jodiendo desde el puto día en que os conocí, y ¿sabes? Éramos como dos hermanas antes de que apareciera esa zorra. ¿Y ahora? Ahora las dos me dais asco. Os dais asco, aunque nunca lo aceptéis. Estáis solas, y acabaréis solas.

Denise le suelta una bofetada. Abbey vuelve a mirar a Denise con ira. Sin quererlo, se forma una multitud de personas alrededor de ellas. Abigail aparece por arte de magia, y Abbey enfurece aún más.

-¿Os duele la puta verdad, no? Os duele que ni mi hermano ni Sven os aguanten. ¡Mi hermano ha cargado con el jodido secreto de Abigail toda su puta vida!

-¡Abbey basta!- Sven intenta calmarla, pero es en vano.

-¿Queréis algo más?- Abbey mira a la gente de su alrededor con asco.- Vamos Abigail, es la hora.

-¡Cállate zorra!

-Está bien, lo diré yo. Cuando mi hermano quedó como un cabrón delante del pueblo, estaba encubriendo a esta zorra, ¿y sabéis por qué? Porque se había acostado con mil tíos, y no sabía de quién era esa puta falta. Mi hermano le ayudó con el puto aborto, y ella se lo paga así. Ojalá hubieran venido gemelos, furcia.

Abigail enrojece de rabia, y corre hacia Abbey. Le tira del pelo, y Denise la ayuda. Abbey se levanta del suelo, y las abofetea. Ellas se la devuelven. Abbey toca su nariz y se da cuenta de que está sangrando. Va a volver a atacar, pero unos brazos rodean su cintura y le impiden avanzar. Son los brazos de Sven. Agarra fuerte a la chica, que llora de rabia. La gente mira asombrada a Abigail y a Denise. Abbey sigue pataleando.

-¡Suéltame Sven, déjame partirles la cara!

El chico la aparta de la multitud y suspira.

-Abbey, tranquilízate.

Están en una parte de la playa alejada de la gente.

-Será mejor que te acompañe a casa.

-No quiero ir a casa. Joder, no me había dado cuenta de la mierda de vida que tengo hasta ahora.

-Sé que te han dejado tirada por haberles contado a Ash la verdad y sé que...

-Lo peor de todo es que yo he sido como ellas.

-No digas eso.

-Me siento más sola que nunca.

-Al menos tú no estás pillada por alguien que no sabe ni que existes.

-Al menos tú no estás pillado por alguien que no vive ni siquiera en Irlanda.

-¿Quién...?

-¿Me vas a decir tú a mí...?

-Claire.

-¡¿La amiga de Dacota?!

-¿Y tu extranjero?

-Marco, el mejor amigo de Kim. Pero volvamos a Claire. ¿Has hablado con ella?

-Como si fuera fácil. Para ella soy escoria. Deberías ver la cara de gilipollas que se me queda cada vez que la veo.

-Seguro que no. Simplemente no se fija en ti porque estás al otro lado. Este pueblo es una mierda. O eres de un bando o de otro, y en cualquiera de los dos hay mierda, mierda y más mierda.