Capítulo 40.

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Intenta cerrar la cremallera de la maleta. Es inútil. Se pregunta cómo su madre consiguió meter toda esa ropa en un espacio tan pequeño, y él no puede. Se sienta encima de ella, y al fin lo consigue, aunque no le hubiera importado tardar más. Por lo menos, podría quedarse unos minutos más aquí. Carga su mochila, y deja la habitación totalmente vacía. Tal y como estaba el primer día que llegó aquí.

Espera que Abbey no vaya a despedirse. Odia las despedidas.

-¿Lo tienes todo?- Kim se apoya en el marco de la puerta, intentando contener las lágrimas.

-Me falta gente. No os puedo llevar en mi maleta.

Kimberly lo abraza fuerte.

-Será mejor que bajemos, si no quieres aguantarme más aquí.- Marco seca sus ojos, cuelga la mochila a la espalda, y arrastra su maleta.

Darcy está abajo, jugando con las llaves del coche, que está aparcado fuera. Dacota mira a todas partes, sentada en el último escalón del porche. La puerta está abierta de par en par. Dacota abraza fuerte a Marco y se despide. Ella no va al aeropuerto, no le gustan demasiado esos sitios.

Kim ayuda a Marco a meter el equipaje en el maletero. Darcy entra en casa a por comida para el viaje de Marco.

Abbey sale de su casa, está llorando. Se lanza hacia Marco, que deja caer su mochila, y la besa.

-No te vayas, por favor, quédate conmigo, quédate...-Abbey susurra mientras apoya su cabeza en el hombro del chico.

-Ab...

-Todo es más fácil si te quedas, quédate...- cada vez lo abraza más fuerte.

-Nos volveremos a ver, lo prometo.

-Te quiero.

-Y yo a ti. Te llamaré todas las noches solo para escuchar cómo pronuncias mi nombre.

Darcy sale de casa, y hace un gesto a Kim y a Marco, que le entrega una carta a Abbey. Ambos entran en el coche, y la chica se deja caer en el suelo. El chico se despide de ella por la ventanilla, aunque ella ve borroso por las lágrimas.

Ashton sale a la calle, y abraza a su hermana. La abraza igual que cuando su padre se fue. Le susurra algo al oído, y ambos entran en casa de nuevo.

****

Una hora y media de viaje separa a Crosshaven de Dublín. Kimberly abraza a Marco, que no ha abierto la boca en todo el viaje. Cinco minutos para su vuelo.

-Cuídate mucho.

-Yo no soy el que se va rompiendo piernas por ahí.

-Nos vemos en Navidad, o en mi cumple, o no sé.

-Nos vemos. Háblame por skype cuando quieras.

-Te voy a echar de menos.

Se abrazan fuerte. Dejan caer algunas lágrimas, y sonríen. Marco se despide de Darcy, y entra en la puerta de embarque.

**** 

El viaje de vuelta se le hace eterno a Kim. Baja del coche tambaleándose, y con ganas de tirarse en la cama y dormir hasta el año que viene.

Sube a su cuarto y abre la ventana. Ashton está sentado en el marco leyendo.

-Ven conmigo.

-¿Ahora?

-Sí, no seas aburrida. Baja al porche y ven conmigo.

-Pero está anocheciendo, y no tengo ganas de nada y...

Ashton sale de su habitación corriendo y no da tiempo a que Kim termine de hablar.

No le queda más remedio que bajar.

-Pensaba que me ibas a dejar tirado.

-Todavía estoy a tiempo.

-He pensado en una hoguera en la playa, pero...

-Bueno, si insistes...

-Tengo nubes, para asarlas.

-Vamos allá.

****

Querida Abbey:

Ni siquiera nos ha dado tiempo a conocernos mejor. Quiero que sepas algo. Me alegro de haberte conocido, me alegro de haber descubierto que cuando ríes, dejas salir a la luz tus hoyuelos. Me gusta cuando dices mi nombre, cuando apoyas tu cabeza en mi hombro y te quedas dormida. Cuando surfeas, y miras tan concentrada el horizonte en busca de las olas. Quiero que sepas que aunque esto haya durado tan poco, he sido la persona más feliz del mundo. Probablemente, cuando leas esta carta, estaré subido en ese maldito avión, pero no podría decirte todo esto de otra forma. No cambies nunca, no dejes que nadie te cambie, te prometo que siempre estaré allí, que seguiré siendo ese hombro en el que te apoyas, que seguiré adorando tu acento, y todas tus manías, que me has dejado conocer en seguida. Odio esto, odio tener que decirte adiós, y ojalá fuera todo mucho más fácil. Nunca estarás sola, ¿vale? No sé lo que es una relación a distancia, joder, qué estoy diciendo, nunca antes había tenido novia. Sabes que me pongo nervioso en seguida, y Kim me está llamando ahora mismo para que baje a cenar, así que intentaré resumir o algo.

Siempre te seguiré queriendo de la misma forma, siempre serás tú y nadie más. Cada día me levantaré pensando en ti, y me dormiré contigo en mi cabeza. Te quiero, por raro y extraño que parezca, me has dejado marcado de por vida, en tan solo dos días.

Y te lo agradezco.

Vale, sé que es muy cortito, pero os propongo algo. Si antes del sábado conseguís las 3000 leídas y algún comentario que otro, el domingo maratón. *guiño, codazo, guiño* Go go go.

You make me strong.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora